Señaló además que si bien hay un Registro Nacional de Rematadores con unas 7.300 matriculaciones, como muchos fallecieron o bien se han retirado y jubilado, se estima que en todo el país hay unos 2.000 en actividad.
En los últimos años la actividad de los rematadores también aumentó porque “ha crecido exponencialmente“ la cantidad de subastas oficiales, indicó Ponce de León. Entre 2021 y 2022 hubo 44 remates oficiales administrados por la ANRTCI, contra 33 realizados en 2019 y 2020 (33% más) y 30 en 2017 y 2018, según datos aportados por la gremial.
En ese crecimiento incide el aumento de bienes (inmuebles, vehículos, maquinaria del sector público) rematados, así como la cantidad de nuevos convenios celebrados entre la gremial y diversos organismos del Estado para participar de las subastas.
Este tipo de venta debe hacerse en forma presencial. “El instrumento de remate para el Estado es una herramienta confiable, transparente“, destacó Ponce de León.
También aumentó la cantidad de profesionales que llevaron adelante las subastas oficiales, que varía en función del bien a rematar y se seleccionan mediante sorteo: pasó de 186 en 2017 y 2018 a 583 en 2021 y 2022.
“Estamos teniendo cuatro o cinco remates oficiales por mes, porque el Estado vende los bienes en desuso, vehículos, inmuebles, para hacer líquido su valor” y porque a cambio logra un “valor interesante de manera rápida y transparente”, informó. Como ejemplo, mencionó que hace pocos días se remató para la Intendencia de Montevideo una manzana entera frente a la Torre de las Comunicaciones, por US$ 2,7 millones.
La semana pasada fue el remate para el Banco de Seguros del Estado —que hace cada dos meses— de unos 80 vehículos siniestrados y recuperados. Y el martes 21, para Ancap, se subastó un predio de 1.600 metros cuadrados en Punta del Este al precio base (US$ 2,3 millones); la comisión fue de 4,27%, impuestos incluidos.
Otra fuente de actividad para los rematadores surge de la vía judicial, cuando se ejecutan hipotecas o prendas de bienes embargados o producto de liquidaciones concursales.
El “éxito” del online
Los sitios de remate online son variados; algunos se asemejan a los catálogos de tiendas virtuales. Varias casas de remate anuncian en sus redes sociales las próximas fechas y buscan sumar participantes con producciones y llamativos reels en Instagram.
Desde inicios de los 2000, el remate vitual es una herramienta usada para comercializar ganado. Pantalla Uruguay los realiza hace 22 años y hace uno cada fin de mes para 17 escritorios rurales.
Con la crisis sanitaria del Covid, fueron pocos meses en que la actividad de los remates quedó en suspenso, ya que varias empresas del sector reconvirtieron su negocio hacia las plataformas —propias, o bien alquilaron el servicio— rápidamente.
“En la pandemia había un furor por comprar”, comentó a Búsqueda Pepe Bavastro, dueño de la histórica casa de remates en Ciudad Vieja. Entonces, los precios eran altos porque la gente no podía “salir, ni viajar, entonces, compraban o hacían arreglos en el hogar”.
Superada la emergencia sanitaria, con esta modalidad instalada se perdió bastante el contacto con el público, que en general era gente mayor, reflexionó. Apuntó que si bien muchos clientes se aggiornaron a estos tiempos, ahora se sumó mucho público joven, por lo que consideró que “no se vuelve para atrás”. La plataforma de Bavastro tiene 30.000 personas registradas, informó.
“El negocio cambió tremendamente. Tenemos mucho más trabajo, pero es mucho más rendidor. El éxito del online ha sido muy bueno”, reconoció.
Sobre los precios, el empresario dijo que “están en una meseta” en relación con el crecimiento que tenían en pandemia, pero “siguen siendo buenos”.
De hecho, como el negocio de venta por Internet permitió ampliar el público, llegando a todo el país y al exterior, Bavastro dijo que aumentó la venta, el personal empleado y la infraestructura para poder llevar adelante su actividad. “Estamos abarrotados de mercadería. Ahora, nos ampliamos, adquirimos un local de 2.500 metros cuadrados” en la calle Cerrito, contó con satisfacción.
Desde el 1º hasta hoy, jueves 23, la plataforma de Bavastro ofrece ocho remates temáticos (muebles de diseño, coleccionables de deportes, bebidas alcohólicas y piezas de bar, etcétera).
Este tipo de plataformas permiten transmitir la subasta en tiempo real, donde se ve al rematador y debajo —en simultáneo— van apareciendo los bienes o “lotes” con una breve descripción, marca, estado, precio base y valor estimado. A veces también se muestra un video breve del equipamiento o de la herramienta funcionando.
Si durante el transcurso de la venta el valor ofrecido fue superado, envía un correo electrónico para avisar a quienes ofrecieron menos dinero y darles la posibilidad de pujar. Si no se puede seguir en vivo, la plataforma envía de forma automática en caso de haber realizado la mejor oferta la confirmación en las siguientes 24 horas para coordinar el pago, el retiro o el envío al comprador.
Por una camiseta de Uruguay, marca Puma, con el número 9 desteñido —pero autografiada por Luis Suárez— se ofrecían US$ 55 el viernes 17. Había subido a US$ 60 el lunes 20, cuando todavía quedaban dos días y 11 horas de puja, según la cuenta regresiva que muestra la plataforma. Al precio final habrá que sumarle 18,3% de comisión (IVA incluido).
Cadenazzi explicó que en el caso de los remates particulares la comisión es libre y que suelen ser porcentajes más altos por ser artículos que “cifran menos”.
En el caso de los remates judiciales y oficiales los aranceles se rigen por la acordada Nº 7.139 del Poder Judicial. Por los inmuebles, el comprador paga 3% y el vendedor 1% (más IVA) sobre el valor obtenido. Los porcentajes son de 10% y el 2% si son bienes muebles, y 2% y 4% por semovientes, siempre más impuestos.
Fabián Vanoli, que remató herramientas varias por la plataforma Remotes.com una semana atrás, cobró una comisión de 20% más impuestos. En vivo, el remate se tornó casi un espectáculo. La forma de relatar la subasta mirando la pantalla lo hizo parecerse a algún youtuber, agradeciendo las ofertas y los comentarios de quienes seguían la transmisión. Una máquina para hacer pozos a estrenar con un precio base de $ 4.000 llegó a los $ 6.500 en un minuto, luego de que Vanoli sugiriera usarla para cavar un pozo y esconderse.