De Humanis Corporis Fabrica, un estreno de Mubi

Ahora en su nueva producción, los directores proponen un viaje detallado al corazón del cuerpo humano. Su propósito va más allá de explorar únicamente un órgano central y su cámara se adentra, en cambio, en cada recoveco que el cuerpo pueda revelar.

El proyecto detrás de De Humani Corporis Fabrica surgió a partir de una idea inicial de explorar el tráfico de cadáveres y la donación de cuerpos a instituciones médicas, como la Universidad de Harvard. Paravel y Castaing-Taylor comenzaron investigando sobre el uso de cuerpos donados, desde ser arrojados de aviones para calcular su impacto en la tierra hasta ser utilizados como maniquíes de pruebas de choque para evaluar los cinturones de seguridad. El enfoque de la película cambió cuando tuvieron acceso a los laboratorios de anatomía de Harvard.

Fue en ese momento que se encontraron con el libro De Humani Corporis Fabrica Libri Septem de Andreas Vesalius, un tratado de 1543 sobre la anatomía humana. La lectura los inspiró para crear una versión cinematográfica del libro del siglo XXI y le agregaron textura, movimiento y color a la representación visual del cuerpo humano. La película se convirtió, entonces, en una exploración sin concesiones sobre la anatomía humana.

La filmación se llevó a cabo sobre todo en hospitales públicos de París, debido a la disponibilidad y el acceso que les brindaron las autoridades sanitarias a los cineastas y su equipo. Si bien no hubo una razón simbólica específica para utilizar solo centros de internación franceses, las condiciones precarias y la falta de recursos, muchas veces reflejadas en los diálogos que se escuchan del personal médico durante las operaciones, son utilizadas como el reflejo de la realidad reciente del sistema sanitario parisino. Se da así un diálogo entre la fragilidad de la vida y la dimensión teatral y trágica de los hospitales como espacios que reflejan la sociedad y anticipan su evolución al futuro.

Los directores se preguntaron cómo utilizar las herramientas de la medicina para ampliar la percepción del cuerpo humano y romper con las formas habituales de mirarnos a nosotros mismos. De Humani Corporis Fabrica se filmó tomando decisiones cinematográficas con el fin de capturar las cirugías y crear una experiencia visual impactante. No se les pidió a los doctores crear imágenes específicas para la película, sino que los directores registraron lo que consideraron relevante, supervisando en persona todas las filmaciones médicas, y estuvieron presentes en cada una de las operaciones.

La selección de las cirugías para filmar se basó en la relación entablada con los médicos durante los cinco años de rodaje. Algunos les informaban cuándo tendrían cirugías especiales y los invitaron a presenciarlas. Además, los directores contactaron a médicos específicos para filmar cirugías particulares, mientras que otros les recomendaban procedimientos pocas veces filmados. Se ven así una variedad de operaciones para explorar diferentes aspectos de la anatomía humana, que incluyen cesáreas, operaciones cerebrales y extirpación de tumores, entre otros.

En la película se combinan tres fuentes de metraje de cirugías: unas cámaras instaladas estratégicamente sobre las mesas de operaciones, imágenes filmadas desde dentro del cuerpo mediante el uso de microscopios y una cámara pequeña exterior que provee una aproximación íntima tanto a los cuerpos de los doctores como a los de los pacientes, lo que marca un cambio en la forma tradicional de grabar procedimientos quirúrgicos al romper con la representación convencional de los médicos en una postura dominante. El resultado oscila por momentos entre lo onírico (o específicamente pesadillesco, según el estómago de cada uno) y lo científico.

Para su enfoque cinematográfico, los directores buscan trascender la reacción inicial de repulsión que suele suscitar este mundo y se permiten que los paisajes internos lleguen al espectador como imágenes psicodélicas. Su belleza y poder se manifiestan de manera sorprendente, incluso cuando se desconoce en qué rincón del cuerpo nos encontramos.

De Humani Corporis Fabrica revela una dimensión humanista en el cine de Paravel y Castaing-Taylor que se vuelve más rica y compleja a medida que se internan dentro del cuerpo humano, un paisaje extraordinario que conecta a las personas a través de los lugares de cuidado, sufrimiento y esperanza que son los hospitales. Es un documental diferente, con un fuerte énfasis en el realismo, en el que la muerte, la desesperación y el dolor se enredan de manera natural con una realidad que conocemos pero ignoramos.

La trama es destacable por su naturaleza convincente y original y por su fotografía excepcional, con un trabajo de cámara y una imaginería naturalista sobresalientes. Aunque algunos pueden encontrar el sonido y la edición como los elementos menos destacados, en general la película se destaca como un documental fascinante que ofrece una experiencia inmersiva y educativa dentro de una exploración pocas veces vista del cuerpo humano.

A través de su trabajo sin concesiones, Paravel y Castaing-Taylor invitan a cuestionar la relación con nuestra propia anatomía. Con una narrativa provocadora, De Humani Corporis Fabrica es un testimonio poderoso de la condición física que invita a mirar más allá de nuestras formas exteriores para entender lo incomprensible de nuestro ser más íntimo.