En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Los números del primer año de aplicación de la “ley de empleo juvenil” son los siguientes: fueron contratados 825 trabajadores de entre 15 y 29 años por 152 empresas, a la vez que se destinaron $ 21 millones para subsidiar por algunos meses los salarios. Mientras para el gobierno estos datos y otros no cuantitativos muestran que por primera vez desde el retorno de la democracia un programa de estas características “funcionó”, en el sector empleador se entiende que “no genera interés”.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Las acciones de promoción para la población joven son llevadas a cabo por la Dirección de Empleo del Ministerio de Trabajo y financiadas con recursos del Fondo de Reconversión Laboral (FRL), que administra el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), al que aportan trabajadores y empresarios por partes iguales.
La ley de empleo juvenil (Nº 19.133) prevé subsidios —por cierto monto y lapso—para las empresas que contraten personas de entre 15 y 29 años sin experiencia laboral, que estén desempleadas y en situación de vulnerabilidad o egresados titulados que realicen su primera experiencia laboral. También contempla una modalidad de empleo no remunerado, dirigida a quienes necesiten realizar una “práctica formativa en empresa”, y beneficios para los jóvenes contratados, como la reducción de la jornada de trabajo y licencia por estudio adicional.
El plan se reglamentó a fines de abril de 2015 y comenzó a operar en junio de ese año. Desde entonces y hasta mayo pasado fueron 152 las empresas participantes en el programa que realizaron en total 825 contrataciones de jóvenes (508 mujeres y 317 hombres), informó a Búsqueda el director general del Inefop, Eduardo Pereyra. La mayoría de los contratos (514) fueron bajo la modalidad de trabajo joven “protegido”, dirigida a personas de entre 15 y 29 años desempleadas y que pertenezcan a hogares en situación de vulnerabilidad económico-social. En este caso el subsidio que percibe la empresa es por entre seis y 18 meses, con un tope de dos salarios mínimos nacionales ($ 22.300).
Hubo también 185 contratos de primera experiencia laboral, que tiene subsidiado 25% de las retribuciones mensuales del trabajador (por hasta un año y con un tope de $ 14.906).
En este primer año del programa hubo además 126 contratos de práctica formativa en las empresas.
“Hay cosas que están definidas en la ley y que son avances que no se pueden evaluar cuantitativamente”, comentó Pereyra. En ese sentido, se refirió al estímulo a que los jóvenes “compatibilicen” trabajo y estudio, y a la baja de la edad para trabajar (a los 15 años).
Informó que los recursos destinados a subsidiar estos contratos con fondos del Inefop —canalizados a través del Banco de Previsión Social (BPS)— totalizaron $ 21.150.000, unos U$S 700.000.
Destacó que se trata de un programa que “se usa” a pesar de que no tuvo una campaña de difusión.
Estimó que la ley de empleo juvenil va a generar unos 3.000 puestos de trabajo en el sector privado en el actual período de gobierno. Y apuntó: “No voy a abatir el desempleo, pero hay que ver los efectos positivos de la gente que pasa por el programa. Esta ley —votada por unanimidad— va a ser, desde la apertura democrática para acá, la norma que estimula la contratación de jóvenes que funcionó. Ninguna de las otras propuestas funcionaron, están todas por debajo de este nivel. Algunas, a varios años de su implementación, no tenían el resultado efectivo que esta ley ya tiene”. Se refirió a algunas políticas que hubo en los gobiernos de los partidos tradicionales y acotó que las mismas implicaban la flexibilización de derechos de parte de los trabajadores (no pago de aguinaldo, o licencia, etc.), cuando la nueva no los afecta.
Según la segmentación por edades que hace el Instituto Nacional de Estadística, en el primer trimestre algo menos de la mitad —46%— de los jóvenes de entre 14 y 24 años trabajaban o querían hacerlo. El 23% se encontraba desocupado.
No seduce.
A mediados de junio, durante una charla organizada por la revista “Somos Uruguay”, el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, criticó al sector privado por la baja adhesión a este plan de empleo juvenil. En el evento también participó el presidente de la Cámara de Industrias (CIU), Washington Corallo, quien contestó al jerarca con una anécdota referida al nacimiento de los adaptadores de onda corta en Japón. Según su relato, tras la II Guerra Mundial dos ex militares japoneses se reencontraron en una reunión que daría inicio a la empresa tecnológica Sony. Uno de ellos ya había creado adaptadores de radio, pero no se vendían porque el aparato no era demandado por el mercado. Tras ese aprendizaje, en 1950 lanzaron los grabadores de cassettes comerciales, claves en el despegue de la compañía. Dicho esto, Corallo señaló que es “importante escuchar todas las voces” para que el plan de empleo juvenil “sea de fácil aplicación y entendimiento”.
Con esas divergencias de fondo, el jueves 7, a propuesta del sector empresarial, el Consejo Directivo del Inefop aprobó por unanimidad encargar una consultoría para analizar la situación de aplicación y reglamentación, así como explorar alternativas para promover el emprendedurismo entre los jóvenes, además de realizar recomendaciones sobre esos asuntos, informó a Búsqueda el representante de la CIU en ese instituto, Gerardo Garbarino.
Se resolvió contratar a un experto de la Organización Internacional del Trabajo, detalló. “Tenemos expectativas de que nos va a generar elementos para promover y poder proponer cambios, mejoras. (…) Así como está, no es una ley que haya sido bien valorada por el sector empresarial. Y son las empresas las que contratan”, subrayó. “No genera interés” entre los empleadores porque “no se percibe como una herramienta que tenga procedimientos ágiles ni condiciones que seduzcan”, aseguró. Y explicó: “Los procesos no son que contratás y tenés un descuento directo, sino que generás algo a través del BPS. Es un mecanismo indirecto que a priori al empresario no le seduce; tampoco le seducen los valores (del subsidio). No quiere decir que los descarte, pero las empresas necesitan cosas tangibles y pragmatismo”.
También reclamó que se reglamente el capítulo de la ley que prevé estímulos para emprendimientos en cuya dirección intervengan jóvenes de 18 a 29 años.