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Debido a problemas provocados por una contaminación microbiana, que detectaron los controles sanitarios de Estados Unidos (EE.UU.) en carne vacuna exportada por el frigorífico PUL, esa empresa quedó suspendida por tiempo indeterminado para continuar con sus exportaciones a ese mercado norteamericano, según averiguaciones de Búsqueda.
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Fuentes del sector cárnico confirmaron esta situación e indicaron que se trata específicamente de una de las variables de Escherichia coli, que es una bacteria que se encuentra en el intestino de los animales.
Esto es algo relativamente habitual que sucede en la comercialización de carnes y la medida solamente se limita a una industria frigorífica en forma temporal, y no comprende al resto de los frigoríficos exportadores, señalaron.
La planta de faena PUL está ubicada en Cerro Largo y pertenece a la firma Athena Foods del grupo Minerva de Brasil. En 2016 ese frigorífico fue suspendido temporalmente para exportar carne a EE.UU., tras la detección de residuos del insecticida etión, que es usado para el control de la garrapata en la producción de vacunos.
La decisión de suspender los embarques cárnicos del establecimiento industrial PUL al mercado estadounidense fue comunicada a la empresa durante la semana pasada. Como consecuencia del problema suscitado, la firma determinó reforzar las medidas higiénico-sanitarias en los distintos procesos de producción que realiza en sus instalaciones.
PUL es el tercer mayor exportador de carne uruguaya con negocios por US$ 83 millones registrados en el primer semestre del año, según datos del Instituto Nacional de Carnes (Inac). El grupo brasileño Minerva, que opera en Uruguay bajo el nombre de Athena Foods, es propietario de PUL y de los frigoríficos Carrasco y Canelones. Este último paralizó sus actividades desde noviembre del año pasado.
En 2015 el Ministerio de Ganadería estableció un manual de procedimientos dentro de un programa de control de la Escherichia coli, con el objetivo de actualizar el trabajo y lograr la equivalencia con la reglamentación vinculada a ese patógeno del Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria (FSIS, por su sigla en inglés) del Departamento de Agricultura de EE.UU.
Efectos del Covid-19
Del 1° de enero al 15 de agosto de este año las exportaciones de carne vacuna uruguaya a EE.UU. registraron un incremento de 27,6% en volumen, respecto a igual período de 2019, según Inac. Ese mercado fue el destino de unas 56.000 toneladas en ese lapso de 2020, mientras que el año pasado el volumen exportado fue de 44.000 toneladas.
El Nafta, que comprende Estados Unidos, Canadá y México, pasó a ser el segundo principal mercado para las exportaciones del sector cárnico de Uruguay en este año, con un monto de US$ 290 millones, lo que representa un aumento de 55%. La mayor parte de esos ingresos por las ventas de carne se explica por la demanda estadounidense.
A diferencia de lo que ocurrió con China, que es el principal mercado de la carne uruguaya y que disminuyó su demanda del producto debido al impacto negativo del coronavirus, en el caso de EE.UU. el efecto fue a la inversa, ya que incrementó sus importaciones cárnicas de Uruguay.
La industria frigorífica estadounidense registró una serie de casos de Covid-19 en trabajadores de las plantas de faena, lo que derivó en la paralización de actividades e incidió en una creciente demanda de carne de otros orígenes, como el mercado uruguayo.
Fue un “efecto positivo” de la pandemia para las exportaciones de carne uruguaya, pero es algo circunstancial, coincidieron en resaltar operadores del sector consultados por Búsqueda.
Recordaron que EE.UU. siempre fue un destino relevante para la producción ganadera y la industria cárnica, específicamente para la colocación de recortes de carne para manufactura, como los trimmings utilizados en la elaboración de hamburguesas.
En 2003 ese país fue el primero en reabrir su mercado para la carne de Uruguay, tras la epidemia de fiebre aftosa en 2001.
La firma Athena Foods enfrenta problemas sanitarios que involucran a dos de sus tres frigoríficos en Uruguay, ya que el Carrasco está suspendido para exportar carne a China, luego de que se confirmara un caso de Covid-19 en uno de sus trabajadores en julio. El obrero se contagió fuera de la planta de faena, mediante contactos con su pareja que contrajo el virus en una mutualista local, según lo que informaron jerarcas del Poder Ejecutivo en su momento.
Siguiendo con una estrategia habitual ante problemas sanitarios en frigoríficos locales, el Ministerio de Ganadería decidió suspender por 14 días la certificación de exportaciones de carne del Carrasco, pero la dirección de esa empresa decidió darles licencia a sus trabajadores ante la probabilidad de que la autoridad sanitaria china no rehabilite el ingreso de sus embarques.