El Ejecutivo atiende pedido de casinos para autorizar las apuestas online, mientras juegos de deportes virtuales están en “suspenso”

REDACCIÓN  

La epidemia de Covid-19 alteró el negocio de los juegos de apuestas. Las salas de casinos estuvieron cerradas durante varios meses y parte de su clientela se pasó a los tragamonedas y timbas clandestinas o a plataformas del exterior consideradas ilegales en Uruguay. En el caso de los agencieros, que comercializan modalidades como el 5 de oro o la quiniela, el volumen de actividad tendió a retraerse dado el problema sanitario y económico. Además, dejaron en suspenso una nueva oferta que ya estaba pronta para ser lanzada: apuestas en partidos virtuales de fútbol, de ping-pong y carreras de automóviles.

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