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Con tres créditos aprobados hasta ahora, unos cuantos proyectos en cartera y varios emprendimientos que están pagando sus deudas, el Fondo para el Desarrollo (Fondes) administrado por el Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop) tuvo en 2017 su primer balance “sin pérdidas”. Así lo informó a Búsqueda el presidente de la entidad, Gustavo Bernini, aunque no detalló la cifra concreta del resultado.
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El Fondes-Inacoop empezó a actuar en marzo de 2015, tras la partición en dos del Fondes, creado durante el gobierno de José Mujica para apuntalar emprendimientos productivos de gestión cooperativa; allí pasaron los créditos ya otorgados y luego, intereses que se habían generado (unos US$ 10 millones). Los balances en esos primeros años dieron números negativos.
La otra parte del Fondes pasó a integrar el patrimonio de la Agencia para el Desarrollo (Ande), para que financie apoyos a pequeñas empresas.
Sobre las líneas otorgadas en la etapa anterior, por unos US$ 68 millones, y que en su mayoría fueron a emprendimientos autogestionados por sus trabajadores, Bernini señaló que hay “varias que están pagando”. Comentó el caso de Urutransfor, que reperfiló la deuda y logró volver a producir a partir de nuevos contratos para transformadores de UTE. Funsacoop, dijo, hace dos meses pagó US$ 200.000 y lleva amortizados más de US$ 4 millones de un total de US$ 6 millones. También están cumpliendo los planes de pago Cotraydi, Cootax y Bella Vela.
En el caso de la curtiembre Uruven, que está clausurada por razones medioambientales, Bernini dijo que se está próximo a resolver su reactivación negociando con la cooperativa, la intendencia y un inversor. “Todo es una batalla”, alegó, e informó que la fábrica de cerámicas de Empalme Olmos —también de propiedad cooperativa— “sigue con problemas” porque está trabajando muy poco y tiene la mayoría del personal en ‘seguro de paro’”. “Acá se distingue mucho el que quiere pagar y no puede y el que le importa un carajo si no paga, y de eso te das cuenta. Olmos se me parte el alma, no duermo por Olmos, porque laburan gratis, aman esa fábrica y ese pueblo”, ilustró.
“Las que se puede se están reconvirtiendo; hay otras que las estamos aguantando y otras que ya cayeron”, resumió.
“Embalado”.
Desde que se creó, el Fondes-Inacoop les prestó a tres emprendimientos del interior del país, todos vinculados al agro. En total, financió unos US$ 500.000 para la infraestructura de almacén de insumos (Cadol), mejora de planta de silos (Cradeco) y la incorporación de tecnología que permita aumentar la capacidad de producción de análisis de muestras en el sector lácteo (Colaveco).
Bernini se siente satisfecho por el “menú” de herramientas que tiene al cooperativismo con “buenos recursos y bien armado”. Añadió que si bien le gustaría “tener más dinero”, no tiene expectativas de recibir fondos frescos en el corto plazo, provenientes de las ganancias del Banco República.
Hoy el Fondes-Inacoop puede dar préstamos por hasta US$ 400.000. “Hemos dicho ‘no’ a muchos, pero hoy no veo —y capaz estoy jugando en contra de mis propios intereses— que el problema de la falta de disponibilidad de capital sea un freno para atender la demanda” existente, señaló.
Bernini comentó que las cooperativas agrarias son las que están aprovechando más la herramienta porque tienen las “capacidades técnicas como para elaborar proyectos y un desarrollo empresarial importante”.
Señaló que los nuevos créditos otorgados apuntan a proyectos “sustentables” y están “absolutamente enmarcados” en lo establecido en la nueva etapa del Fondes-Inacoop, que apunta a la diversificación de los apoyos. Resaltó que pagarán tasas de interés de las más bajas del mercado, a un plazo de entre siete u ocho años, además del período de gracia.
Pero a su juicio, la herramienta del Fondes, así como la del Procoop (Programa de Formación Cooperativa que ofrece Inacoop en convenio con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional) “merecen más demanda”. Por eso, este año el Inacoop se enfocará en fortalecer las capacidades de los cooperativistas para generar ideas y saber presentarlas para obtener apoyo, informó.
Instalado en el nuevo edificio del Inacoop, en la Ciudad Vieja, el jerarca aseguró que está “embalado” porque hay “bastantes” proyectos a estudio para resolver sobre su posible financiamiento. Entre ellos, mencionó nuevas cooperativas de taxis en Canelones, la renovación de flota de coches eléctricos con taxímetro en Montevideo, otros para desarrollar plataformas tecnológicas en ese sector, además de algún emprendimiento metalúrgico y de pesca artesanal.
Dijo que si bien “ganar” no es el objetivo del Fondes-Inacoop, aseguró que los nuevos créditos otorgados se van a recuperar.