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Cuando se sentó en su banca de legislador, una de las primeras cosas que hizo el diputado blanco Martín Lema fue coordinar la visita a un hospital. Era marzo de 2015 y estaba fresca la polémica por la muerte de un interno en la Colonia Etchepare. Al paciente lo había matado una jauría de perros. Lema anunció su visita y recorrió todo el lugar acompañado de las autoridades del centro asistencial. Pero cuando llegó a su casa había algo que no le cerraba. Le hacía ruido que ahí mismo donde acababa de estar, donde todo parecía ordenado, prolijo, higiénico, seguro, hubiera muerto una persona atacada por perros. Decidió volver. Pero esta vez cayó de sorpresa. Y se encontró con la realidad desnuda, con la de todos los días, una que se condecía más a lo que había pasado. Desde entonces la visitas sorpresas a centros de salud se transformaron en rutina para el diputado del sector Todos del Partido Nacional. Dice que al menos dos veces por semana recorre algún hospital sin avisarle a nadie. A veces va de madrugada. Y se encuentra con todo tipo de situaciones. “Algunas están bien y otras mal“, aclara. “A mí me encantaría que las autoridades de la salud o algunos legisladores del Frente Amplio salgan a hacer visitas sorpresas. Que no vayan a cortar cintas. Hay cosas que solo se pueden ver en los lugares y no hablando desde la comodidad de un escritorio con el aire acondicionado”, afirma Lema. De estas cuestiones hablará el diputado el próximo martes 21 cuando interpele al ministro de Salud, Jorge Basso. Pondrá sobre la mesa las “irregularidades” en la gestión de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), el “exceso” de la privatización de servicios y el aumento millonario en gastos de CTI y traslados, en especial en el Hospital de Bella Unión, en una trama que involucra a cargos de confianza vinculados a empresas privadas. Le dirá a Basso que hay una “falta de control” de la rectoría sanitaria. Dice que va a proponer un debate dinámico y fluido. “A temas concretos, respuestas concretas”. El legislador aspira a sacar “algo fructífero” de una herramienta —la interpelación— que últimamente se agota en “discursos interminables”.
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—¿Qué objetivo tiene la interpelación a Basso? ¿Qué temas le va a plantear?
—Dos temas concretos: presuntas irregularidades en la gestión de ASSE, donde voy a solicitar que se deje de mirar para el costado, que no puede ser testigo de lujo de un montón de hechos que requieren su intervención como policía sanitaria. Y una definición sobre la instalación de un IMAE (Instituto de Medicina Altamente Especializada) cardiológico en el norte del país.
—¿Cuál es la importancia que tiene la habilitación de un IMAE en el interior?
—Creo que una acción de este tipo nos define en cuanto a la equidad en salud. De nada sirve hablar de gobierno de cercanía y montar una serie de teatros por el interior cuando no tenemos acciones de cercanía. Y eso es cumplir con sus propios anuncios. En el 2012 se comprometieron a instalar dos IMAE cardiológicos, uno en Salto y otro en Tacuarembó. En Salto ya hay una sala acondicionada, con angiógrafo, para empezar a funcionar inmediatamente. Existiendo esa posibilidad, a una persona con infarto agudo de miocardio hay que trasladarla a Montevideo. Una persona que vive a una cuadra de un lugar con todo para ser atendido, termina en Montevideo. Es de poco sentido común. Se ha ido generando ilusión y expectativa en este tema y hoy es frustración. Sobre este tema vamos a invitar al ministro a tomar una posición. Sin vueltas.
—¿Hasta ahora cuál ha sido la respuesta del Ministerio de Salud (MSP) sobre el IMAE en Salto?
—Que no había un trámite iniciado. Y si no hay un trámite iniciado ¿por qué en 2012 se anunció su habilitación? Además la subsecretaria (Cristina) Lustemberg estuvo en Salto en octubre del año pasado y dijo que se está evaluando el tema. Por otro lado, sería lamentable que sea cierto que el MSP no se mueva porque no hay un trámite iniciado. Porque quiere decir que la salud de los uruguayos en vez de depender de una postura proactiva del MSP depende de si a algún interesado se le ocurre hacer un trámite administrativo. Se siguen rompiendo las barreras del sentido común. También se ha dicho que no lo consideran necesario por la capacidad ociosa de los IMAE de Montevideo. La pregunta es qué le importa a un uruguayo del norte si hay capacidad ociosa o no. ¿Vamos a seguir con la centralización? También se prometió un IMAE en Tacuarembó antes de finalizar el periodo. Bueno, queremos saber fechas concretas. Porque hace años que lo vienen postergando.
—¿Usted cree que hay un lobby empresarial de los IMAE de Montevideo?
—No puedo afirmar eso porque es algo que no me consta. Pero sí se lo voy a preguntar al ministro. Si hay intereses que están afectando o dilatando su posición.
—¿Cuáles son las irregularidades en las tercerizaciones que denuncia en ASSE?
—Hemos visto varias contrataciones. Algunas generan dudas en cuanto a la legalidad y otras en cuanto a la conveniencia. En ASSE se ha dado un exceso de privatización a partir de la creación del nuevo sistema de salud. Si tomamos como referencia el 2008, ha habido una tendencia a la privatización. Voy a poner una serie de ejemplos: A pesar de que ASSE dispone de más camas de CTI propias, se incrementó considerablemente el monto en tercerización de camas privadas. Se pasó de 80 camas en 2008 a 191 en el 2016. Pero también se aumentó el monto destinado a contratación de camas de CTI privado: en el 2008 se gastó alrededor de 7,5 millones de dólares. En el 2016, con más camas propias, se gastó 21,5 millones de dólares. En el tema de los traslados: en el año 2008 se gastó aproximadamente 1,2 millones de dólares, en el año 2015 la cifra trepó a 11,7 millones. Esto es lo asistencial, pero si vas a otros rubros, la tendencia se mantiene. En vigilancia y limpieza en el año 2015 se destinó un monto cinco veces mayor al que se destinaba en 2008. En limpieza se gastó más de 149 millones de pesos en 2008 y unos 809 millones de pesos en 2015. En vigilancia, ASSE gastó 91 millones de pesos en 2008 y 501 millones de pesos en 2015. Las explicaciones que se han dado no han sido de recibo, sólidas. Cuando les hablo de los gastos de CTI, las respuestas demuestran que en el directorio de ASSE no saben ni dónde están parados.
—Usted también denunció un aumento millonario en el gasto de los traslados de pacientes en el Hospital de Bella Unión y señaló que la contratación de la empresa que hacía esos traslados era “inconveniente”.
—En el año 2013 se contrata una empresa que se llama Siemm. Esa empresa actualmente está compuesta por tres socios, los tres ocupan cargos de confianza en ASSE: Federico Eguren (director general del Hospital Pereira Rossell), Rodrigo Barcelona (director del Hospital Pediátrico Pereira Rossell) y Marcos García (director del Hospital de Salto). De estos tres, dos de ellos —Eguren y García— fueron directores del Hospital de Bella Unión. García fue director en el año en el que se adjudica su empresa. A mi juicio es totalmente inconveniente. Me parece que hay que estar de un lado del mostrador. O se juega por la gloria y se acepta el cargo de confianza en ASSE, con la exclusividad que eso merece. O se dedica al aspecto comercial, que es legítimo, pero que no se mezcle con el cargo de confianza. Y se dan algunas particularidades. Una es que en el 2013, el monto destinado a traslados se multiplica por 14 con respecto a 2012. Pasaron de 600.000 pesos a 8 millones de pesos. Este aumento llama la atención.
—¿Qué le dijo la presidenta de ASSE, Susana Muniz, cuando usted denunció esto?
—Hubo una defensa encendida. Se está priorizando más la defensa del emprendimiento comercial de compañeros del Frente Amplio que una buena administración de recursos. Eso está pasando. Y a pesar de que esto está acreditado, parece que es más fuerte el compañerismo. Cuando ocurrieron los procesamientos en 2014 —fue procesado el representante de los trabajadores en el directorio, Alfredo Silva—, en vez de mantener o incrementar el control de la gestión optaron por excluir al miembro de la oposición en una clara muestra de que le tienen miedo al control de ASSE.
—¿Qué puede pasar en la interpelación con este tema?
—Seguramente se establezca un discurso interminable, fuera del objeto de las preguntas concretas, y se excusen en el argumento de la necesidad asistencial. Y eso es lo que a mí más me molesta. Porque se utilizó esa oportunidad con un fin comercial. Yo creo que están tan complicados con este tema, y es tan indefendible, que no van a poder dar una respuesta concreta. Van a poner de excusa lo asistencial para justificar este tipo de contratación. Detrás de ese discurso lindo y sensibilizador, hay un negocio. Y de ese negocio no se benefician ni los usuarios ni el Estado.
—Usted parece tener claro lo que le van a responder, ¿para qué sirve entonces la interpelación?
—Para llamar la atención de las autoridades. Que no sean testigos de lujo. A ver, yo sé que hay cosas que no van a cambiar. No voy a pedir la sustitución de la presidenta de ASSE.
—¿Por qué no?
—Porque entre otras cosas no creo que sea una decisión que dependa del gobierno. Hay sectores en el Frente Amplio que al apoyar a la presidenta de ASSE condicionan al gobierno a tomar una decisión sobre una eventual destitución. Y a su vez creo que en el directorio de ASSE están condicionados a defender estas contrataciones, porque estos directores y empresarios con fines de lucro son compañeros del Frente Amplio, han participado en listas. Lamentablemente la defensa de ese compañerismo impide ver con claridad lo que corresponde de lo que no corresponde. Por eso queremos llamar la atención, no pretendemos sustituciones que no se van a dar.