El Poder Ejecutivo ajusta controles sanitarios, mientras se verifican más casos de Covid-19 en la industria cárnica

“Confirmado el (primer) caso, inmediatamente se comunicó a las autoridades sanitarias del Ministerio de Salud Pública, cuya División de Epidemiología procedió a tomar las medidas correspondientes”, aseguró.

Al día siguiente, se confirmó otro caso de la enfermedad en cuestión en una operaria del sector del desosado del frigorífico Casa Blanca de Paysandú, publicó El Telégrafo. Ese medio informó el martes 15 que hay 150 personas en cuarentena debido a los contactos establecidos a partir de la trabajadora del frigorífico sanducero.

Chacinados, avícolas y otros

A los pocos días fueron confirmándose los positivos de Covid-19 en otras firmas del sector cárnico, específicamente de empresas de chacinados, una avícola y otros frigoríficos dedicados a la faena de vacunos y ovinos, según pudo averiguar Búsqueda.

Más que los empresarios de la industria frigorífica son las autoridades del Poder Ejecutivo las que insisten en adoptar medidas sanitarias que permitan mantener en actividad las empresas, como enviar a los trabajadores enfermos y sus contactos a hacer cuarentena, pero seguir trabajando con otros operarios.

La idea es contener la expansión de la enfermedad en el sector sin tener que parar la operativa, principalmente pensando en el impacto en la economía y en el empleo.

Esos asuntos fueron tratados el martes 15 en una reunión convocada de urgencia entre representantes del Ejecutivo, de las asociaciones de frigoríficos y de los sindicatos de trabajadores del sector en el Ministerio de Trabajo.

En ese encuentro las partes acordaron que el Ministerio de Trabajo realizará inspecciones aleatorias en las empresas del rubro cárnico para verificar el cumplimiento de los protocolos sanitarios.

Además de la preocupación por el impacto del Covid-19 en los frigoríficos y sus trabajadores, el MGAP intenta evitar problemas para las exportaciones de carnes a China, que es el único mercado que exige medidas sanitarias vinculadas a esa enfermedad, ya que los demás destinos no reclaman nada específico en ese sentido, indicaron a Búsqueda fuentes de esa cartera de Estado.

Advirtieron además que el tema está “álgido” y China está “muy atento” a ese asunto. El gigante asiático es el principal mercado para la carne vacuna uruguaya y otros productos cárnicos. Pese a una caída de 30% en el monto de exportaciones del sector cárnico a China, ese destino representó el 48% de los ingresos generados por esos negocios (unos US$ 820 millones), según datos del Instituto Nacional de Carnes (Inac).

Las medidas de suspensión de faena o de las exportaciones al mercado chino dependen del vínculo del operario enfermo, explicaron las fuentes del gobierno.

Comentaron por ende el caso del frigorífico San Jacinto, donde una trabajadora del sector de limpieza contrajo coronavirus, pero al no estar en contacto con los operarios de faena y otras áreas de producción se resolvió continuar en actividad.

Cierre y proyecciones

La faena de vacunos este año cerrará en el entorno de los 2 millones de cabezas, lo que representa una baja de 10% respecto al año pasado, según datos divulgados por Inac el martes 15 en una conferencia de prensa de cierre anual.

El gerente de Información de ese organismo, Jorge Acosta, señaló que es la menor faena de ganado de los últimos cinco años, mientras que en los próximos años repuntaría esa actividad para 2,2 millones de cabezas en 2021 y 2,3 millones en 2022 por un crecimiento del rodeo y una mayor extracción.

Otro dato relevante es que 14% de la faena correspondió a reses provenientes de corrales de engorde, que comprendió unas 280.000 cabezas.

Este año el ingreso total será de US$ 1.900 millones por concepto de exportaciones del sector cárnico, calculó Inac.

Indicó que eso implica unos US$ 290 millones menos que en 2019, pero hay que considerar que el año pasado fue excepcional en cuanto a la demanda y los montos del negocio de exportación, debido al peso que tuvo China cuando fue afectado por la peste porcina africana y debió incrementar la importación de carnes.

El presidente del Inac, Fernando Mattos, y los técnicos de ese organismo resaltaron la tendencia registrada en el transcurso del año en cuanto a una recuperación de la actividad productiva y de los negocios de exportación en los últimos meses del año.

En cuanto al mercado uruguayo, Inac informó que el consumo de carne bovina bajó 9% este año, debido a una disminución importante de casi 15% en el volumen del producto local volcado al abasto interno y al aumento de las importaciones.

Uno de cada cuatro kilos de carne vacuna consumidos este año fue de origen importado, precisó.

Contrariamente, el consumo de carne aviar aumentó en 2020 por una mayor oferta de pollos de producción local y también importados.