“¿El campo qué es?¿Lo que nosotros decimos o lo que la gente dice?”, se preguntó el ingeniero agrónomo y decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Belgrano, Leonardo Galaburri.
“¿El campo qué es?¿Lo que nosotros decimos o lo que la gente dice?”, se preguntó el ingeniero agrónomo y decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Belgrano, Leonardo Galaburri.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáGalaburri, que además es profesor y se ha especializado en comunicación, entiende que así como en sus clases tuvo que modificar las técnicas para transmitir el conocimiento a las nuevas generaciones, está convencido que desde el sector agropecuario se deben adoptar otras herramientas para comunicarse con la población, especialmente la capitalina. “El sistema nos está pidiendo nuevas habilidades”, sintetizó Galaburri, que se especializó en comunicación.
“El primer punto para considerar es que hay un público determinado: todas las actividades que hacemos apuntan a satisfacer a los consumidores”, señaló. Las personas que compran los productos provenientes del agro, además de querer saber acerca de su calidad, se “preocupan por los procesos” de elaboración. Quieren saber si, por ejemplo, se contamina el medioambiente durante los distintos procesos. “Las demandas cada vez son mayores”, indicó.
En este marco, es fundamental “comunicar el agro”. En primer lugar, para “aumentar la influencia”, tal como sucede en países como Estados Unidos o Canadá, donde los productores emprenden verdaderas campañas de difusión de sus actividades. En las propagandas diseñadas por estos empresarios rurales, le transmiten a la sociedad cómo manejan la producción y cómo protegen la salud de quienes consumen esos productos. De esa manera, apuntó Galaburri, obtienen el “reconocimiento social”, que repercute directamente en la capacidad de injerencia del agro.
En distintos países productores y empresas vinculadas al sector rural, emiten atractivas publicidades e invierten millones de dólares para lograr este objetivo, apuntó el especialista. En Estados Unidos, por ejemplo, una empresa de tractores contrató un espacio publicitario para emitir su mensaje en el Super Bowl, cuyo costo es de los más altos del mundo. La empresa agropecuaria Basf, en tanto, gastó también una enorme cantidad de dinero para financiar a una escuela de samba que homenajeó la agricultura durante el Carnaval.
Interpretó que con acciones de este tipo se logra instalar la realidad del agro en la agenda de los temas que le importan a la sociedad, y de esa manera el sector tiene más incidencia sobre la dirigencia política.
Galaburri aseguró que no tenía duda de que tanto en Argentina como en Uruguay “se hacen bien las cosas”, pero la diferencias con otras partes del mundo es en el cómo se lo comunican al resto de la sociedad. Para eso, indicó, se necesita una “estrategia” que determine las acciones a seguir, los recursos que se destinarán para alcanzar ese objetivo, y un cronograma.
Subrayó la importancia de herramientas vinculadas a las redes sociales, como Facebook. “Todas las asociaciones de productores de Estados Unidos, Canadá y Australia tienen su fanpage, en la cual desarrollan la imagen que quieren proyectar”, apuntó. “Facebook no es solamente para que jueguen los chicos o para tener una vida social”, dijo.
A su vez, agregó, también se puede hacer uso de otra herramienta digital: Twitter. Este instrumento es el “más rápido” y “cualquier productor” puede utilizarlo y por eso es una red “totalmente democrática”.
Hay “valoraciones sociales” sobre los productores, y existen quienes dicen que ganan mucho dinero y se la “pasan llorando”, por lo que es necesario “intervenir en esos diálogos”, insistió el especialista. “La gente permanentemente habla, retroalimenta esas valoraciones” y “termina generando una imagen”, añadió.
El presidente de la Federación Rural, Carlos María Uriarte, valoró que es importante poder avanzar en temas vinculados a la comunicación del sector agropecuario, pero dijo que la dificultad radica en los recursos. Para el dirigente, es necesario diseñar una estrategia para transmitir mensajes que no requieren invertir grandes cantidades de dinero. “Pero sí nos parece importante trabajar sobre la imagen que tienen la gran mayoría de los uruguayos hacia el agro”, recalcó.
“En un país tan agropecuario como Uruguay, es un deber que tenemos que hacer, e incluso deberíamos pensar en si no nos deberíamos aliar con algún instituto del poder público, como puede ser Inac, INIA o el mismo Ministerio para desarrollar esa política”, planteó.
“A las personas hay que hacerlas sentir orgullosas de nuestro campo”, y en este sentido dijo que “el sector tiene mucho para hacer”, reconoció.
“Tenemos muy limitado el tema de recursos humanos”, dijo Uriarte, pero enseguida apuntó que la gremial está comenzando a utilizar las redes sociales, como Twitter y Facebook, entre otras. “Creo que son las nuevas formas de comunicación que están llegando también al campo”, agregó.