Ferreri, que fue el dirigente del FLS que participó en los debates centrales, se había retirado por una moción que decía que se consolidaría “la creación de un adicional a la distribución de dividendos que se transfieran al exterior”.
Por eso argumentó que tal cual estaba redactada, esa disposición comprometía al “gobierno y al país”. En el garage de la sede de Peñarol, se encontró una nueva redacción y se le anexó que eso se desarrollaría “en la medida que no se violen convenios o acuerdos internacionales”.
“Meter la plancha”.
Pasado el mediodía, mientras afuera del Palacio se sumaban policías, hinchas de Peñarol concentrados para marchar al clásico y vendedores de la Feria Tristán Narvaja, adentro del edificio el FLS le transmitía a los delegados propios que se había encontrado una solución.
“Si no metíamos la plancha y jugábamos fuerte hubiera pasado cualquier cosa”, reconoció a Búsqueda un dirigente del FLS. Ayer miércoles 27 el vicepresidente de la República, Danilo Astori, a nombre de la Mesa del FLS difundió una carta pública dirigida a los congresales del último fin de semana. “Luego de los debates y los hechos conocidos por todos, logramos aprobar resoluciones que son fundamentales tanto para dialogar con la ciudadanía en la campaña electoral como ser la base de un plan de gobierno para otro gobierno progresista a partir del 2015. Fue un esfuerzo de todos, donde cada uno aportó sus ideas, sus fuertes convicciones y su capacidad de diálogo. No fue un proceso fácil”, firmó Astori, para quien los delegados del FLS actuaron “anteponiendo siempre los intereses nacionales, la marcha de nuestro gobierno y el avance de la izquierda hacia otro gobierno progresista”.
“Ganamos todos porque no ganó nadie en particular, eso hubiera sido la negación de nuestra historia y nuestra esencia unitaria”, dijo Astori e insistió como hace cinco años —cuando fue votado en tercer lugar detrás de José Mujica y Marcos Carámbula como precandidato— en sus críticas a las “formas de representación y decisión” internas.
En filas del FLS consideran que “la única moción perdida” por ellos fue la que comprometió a un eventual nuevo gobierno frentista a ir “hacia un 6% del PBI” destinado a la educación.
Daniel Marsiglia (PCU), uno de los principales operadores del “grupo de los ocho”, dijo que “el programa se modificó y no es el mismo que vino de la comisión de programa. Tiene cambios y planteos que no estaban y que responden a los énfasis de las ideas generales, no textuales, planteadas por el documento del grupo de los ocho. Sería absurdo no reconocer que eso efectivamente ocurrió”.
Ese “grupo de los ocho” promovió buena parte de los cambios en las mociones de lo que originalmente venía del documento, que había sido de consenso, de la Comisión de Programa del FA. A vía de ejemplo quedó explícito que se descarta la firma de “acuerdos bilaterales de libre comercio que contradigan” ciertas condiciones.
También hubo acuerdo en “generalizar la base del Impuesto a Primaria, manteniendo los mínimos existentes” y en “revisar el esquema de presiones tributarias sectoriales en función de un proyecto de desarrollo nacional al servicio de una economía que privilegie el agregado de valor”.
Se votó también “continuar el carácter evolutivo y de permanente evaluación de la política de exoneraciones a través de la promoción de inversiones y regímenes sectoriales, con mayor énfasis en las cadenas productivas que generan mayor valor agregado y que fomentan el desarrollo territorial” y “avanzar en el incremento de la alícuota del IRAE u otras herramientas tributarias para las actividades de renta excepcional vinculadas al uso de recursos naturales y la concentración de la tierra”.
“El desarrollo de una política industrial supone disponer de instrumentos (sin descartar ninguno a priori) que incentiven las exportaciones con mayor valor agregado, siempre que existan condiciones para ser industrializadas en nuestro territorio”, fue otra de las mociones del acuerdo.
Si bien se destacó que en materia salarial “el aumento de la productividad es un elemento central del desarrollo económico, como tal, un objetivo del Frente Amplio”, el incremento salarial en los sectores más sumergidos “no puede quedar exclusivamente atado a este factor”.
Los socialistas, a quienes todas las encuestas dan como primera fuerza en la interna del Frente Amplio, escogieron deliberadamente un bajo perfil en el Congreso más allá de que su secretario general, Yerú Pardiñas, argumentó alguna de los mociones centrales y de que el dirigente Julio Bango haya participado en la elaboración de la declaración final del congreso.
“Nuestro camino fue transitar el congreso sin estridencias, calladamente. En todo su derecho algunos compañeros del FLS y del ‘Grupo de los ocho’ entendieron que debían publicitar y sobreexponer ante la opinión pública sus perfiles. Es parte del juego político, que cada sector y cada compañero entiende que puede llevar adelante de la manera que mejor le parezca. Nosotros optamos por el bajo perfil, convencidos de que, calladamente como nos movimos debíamos encontrar la síntesis”, dijo Bango a Búsqueda.
Reforma constitucional.
Durante las diez horas de discusión del domingo se aprobaron una serie de agregados al programa de gobierno.
En materia de inserción internacional, el Congreso aprobó un texto que afirma que Uruguay será parte de la Alianza para el Pacífico siempre y cuando no confronte con los objetivos de integración y negociación en el Mercosur. No prosperó una moción que señalaba a esa alianza como una “cuña” de Estados Unidos para “debilitar”, “fracturar” y “sabotear” los procesos de integración como el Mercosur, Alba y Celac.
Se aprobó por amplia mayoría la “voluntad reformista del texto constitucional vigente”. Una comisión trabajará sobre los “aspectos medulares de los cambios” que se propondrán a la ciudadanía. Sobre el punto, Felipe Michelini (FLS) dijo que se trabajará con “tranquilidad” pero “sin pausa”.
También se aprobó una moción para que los trabajadores y usuarios integren los directorios de los entes autónomos y servicios descentralizados como ocurre hoy en la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) y en el Banco de Previsión Social (BPS).
Se respaldó la idea de ir hacia una reforma del Poder Judicial con el objetivo de “transparentar” el sistema. En particular se propone modificar la ley de judicaturas, que está vinculada al ascenso y movilidad de los magistrados.
Por otro lado, se resolvió promover la sanción de un proyecto que permita que los uruguayos que viven en el exterior ejerzan su derecho a voto.
Mociones que no fueron apoyadas.
Pero también hubo mociones que fueron rechazadas, algunas de ellas vinculadas históricamente a reivindicaciones de la izquierda.
Se planteó crear un organismo vinculado a la industria pesquera, pero no tuvo los votos suficientes. La idea se había planteado en el V Congreso de 2008. Raúl Campanella (Partido Obrero Revolucionario) argumentó a favor de esta idea sobre la base de que se debe enfrentar el “monopolio de empresas extranjeras” y asegurar la “soberanía territorial y alimentaria”.
El senador Ernesto Agazzi (MPP) se opuso. “El gobierno fija normas y regula”, dijo y agregó: “Otra cosa es que el gobierno salga a pescar ¿El gobierno tiene que criar pollos? ¿Tiene que plantar zanahorias? ¿El gobierno tiene que criar vacas?”.
Tampoco prosperó la idea de avanzar en la creación de un ente vinculado a la industria de la carne. En el anterior congreso, el de 2008, se había aprobado ir hacia la creación de un Frigorífico Multimodal Nacional.
Otra moción que no obtuvo los dos tercios necesarios fue una referida a llegar a tener en Bella Unión 11.000 hectáreas plantadas de caña de azúcar para el proyecto sucro-alcoholero en la zona. También se planteaba “intervenir” y “regular” el sistema de riego para esta producción.
Luego hubo varias mociones referidas al uso de las reservas internacionales para apoyar determinados emprendimientos. Una de ellas, hizo referencia a utilizar las reservas para acondicionar las vías del tren y que AFE pueda comprar maquinaria para el transporte de pasajeros y llevar mercadería. Otra propuesta tenía que ver con utilizar las reservas para construir el puerto de aguas profundas a instalarse en el este del país.
El secretario general socialista, Pardiñas, advirtió: “abrir la canilla con esto (el uso de las reservas) no nos hace bien”.
Por su parte, el secretario general del Partido Comunista, Eduardo Lorier, dijo que el país tiene U$S 16.000 millones en reservas. Explicó que se superó el óptimo de reservas y eso le cuesta al país U$S 700 millones. “Tenemos que tener un manejo adecuado de reservas”, acotó y reclamó que se utilice parte de ellas para destinar a la salud, educación y vivienda.
En materia de defensa, se plantearon varias mociones. Antes de que comenzaran a discutirse, el ex ministro de Defensa y actual senador de la Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad, Luis Rosadilla, propuso que se votara en contra de todas ellas. Entre esas mociones, figuraba reducir el número de efectivos en las misiones de paz, modificar el sistema de jubilación militar (hasta hoy lo hacen por el 100% del sueldo), rechazar la idea de que las Islas Malvinas son argentinas, quitar a las Fuerzas Armadas el Liceo Militar o sacarles el Parque Santa Teresa.
También fracasaron iniciativas de dirigentes afines a Constanza Moreira para fijar detracciones o eliminar las zonas francas.
Se planteó “denunciar todos los tratados que subordinan al país a la política de defensa de Estados Unidos. Entre ello figuraba el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), un convenio entre Uruguay y Estados Unidos de 1953 y otro de logística. Al respecto, el ex ministro de Defensa y actual diputado José Bayardi rechazó el planteo pidiendo que se confíe en los dirigentes del gobierno que están renegociando estos convenios. En especial pidió no dar de baja al convenio de logística ya que hay materiales de las Fuerzas Armadas que fueron fabricados en Estados Unidos por lo que se necesita acceso al sistema de repuestos que brinda ese país.
Más aún, se rechazó la idea de reconsiderar los porcentajes de devolución del excedente del Fondo Nacional de Salud (Fonasa). Se planteó un cambio para apuntar a la “solidaridad” ya que los “más ricos aportan menos”, pero esto fue rechazado.
Política
2013-11-28T00:00:00
2013-11-28T00:00:00