Cayota, que hasta hace algunas semanas integró el Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, advirtió a Búsqueda desde Roma que como diplomático no podía entrar en consideraciones o juicios sobre el planteo de la organización Familiares. No obstante, aclaró que en la reunión en la que participó junto con el ministro de Defensa Jorge Menéndez, el subsecretario Daniel Montiel y el comandante, el militar “no aseguró en absoluto” que el dato aportado por un oficial retirado fuera cierto, sino apenas una posibilidad.
Patiño dijo a Búsqueda que, más allá del episodio puntual, “lo principal es que el Ejército nunca aportó información firme” sobre el destino de los desaparecidos.
¿Omertá o ignorancia?
En 1984, sobre el final de la dictadura, el entonces jefe del Servicio de Información de las Fuerzas Armadas (SIFA), Washington Varela, habría ordenado al oficial de inteligencia José Lamy encabezar la llamada Operación Zanahoria.
La macabra tarea habría consistido en desenterrar los cadáveres de detenidos que habían muerto bajo torturas y que habían sido sepultados de forma clandestina en el llamado Campo Videla, un terreno ubicado en los fondos del Batallón de Paracaidistas Nº 14 en Toledo (Canelones) y en otras unidades. El plan era desaparecerlos por segunda vez y de forma definitiva.
Mientras el arqueólogo José López Mazz, que dirigió los trabajos de búsqueda de los desaparecidos entre 2005 y 2014, sostiene que esta operación para borrar huellas de los crímenes existió pero que no fue perfecta, Familiares y los antropólogos forenses que coordina Alicia Lussiardo, que continuaron con el trabajo de búsqueda, afirman lo contrario.
Fuentes del Ejército dijeron a Búsqueda que la operación, que se habría realizado cuando el jefe de la fuerza era el teniente general Hugo Medina, en efecto existió. Sin embargo, no descartan que pueda haber nuevos hallazgos porque, debido a diferentes razones, no todos los enterramientos clandestinos fueron ubicados por el equipo dirigido por el coronel Lamy.
Los informantes del Ejército indicaron que desde el final de su primer año al mando de la fuerza, el general Manini comenzó una ronda de contactos informales con retirados para difundir la idea de que encontrar al mayor número de desaparecidos lejos de perjudicar era beneficioso para la fuerza. La posibilidad de ubicar nuevos restos, dijeron las fuentes, llevó a Manini a proponer al ministro Menéndez la posibilidad de que el propio Ejército realizara excavaciones en la chacra de Pajas Blancas, que había sido incautada como botín de guerra al MLN-Tupamaros.
Para Manini, también era importante que el hallazgo fuera hecho por datos aportados por la propia institución. Hasta ahora, los cuerpos localizados de tres de unos 200 desaparecidos uruguayos fueron por aportes anónimos, mientras que un cuarto fue encontrado por medio del comandante en jefe de la Fuerza Aérea, Enrique Bonelli, quien en 2005 también dio datos acerca de la existencia del llamado “segundo vuelo”, cuyos integrantes continúan desaparecidos.
“Sería un bochorno encontrar más desaparecidos, pero a la larga es mejor”, reconoció a Búsqueda uno de los informantes militares.
Sin embargo, el comandante Manini ha evitado hasta ahora hacer referencias públicas a que la fuerza está involucrada en la búsqueda de los desaparecidos, probablemente preocupado por el juicio que hagan los clubes sociales que agrupan a los retirados.
Cuando Familiares pidió su renuncia y dio su polémica versión de la reunión en la que se informó del posible hallazgo, el comandante cambió de táctica y salió a defender esta orientación. “El principal interesado en que se encuentren cuerpos de desaparecidos es el Ejército Nacional”, dijo en Radio Sarandí.
A pesar de su tono vehemente, el jefe del Ejército no logró convencer a Familiares de que la fuerza que dirige no avala la omertá ni quiere poner “palos en la rueda”.
Tampoco tuvo éxito, hasta ahora, en lograr que los oficiales que fueron parte de la represión aportaran datos de valor, como ocurrió con la Fuerza Aérea, que al menos permitió ubicar los restos del militante comunista Ubagesner Chávez Sosa cerca de Pando.
Resultados.
Para el coordinador del Grupo de Trabajo, Felipe Michelini, el episodio protagonizado por el Ejército y Familiares debe ser puesto en contexto. “No debió haber pasado nunca que hubiera desaparecidos y nunca debió haber habido complicidad de todo el Estado”, dijo Michelini a Búsqueda. Insistió en que “el tema es cómo desmontar la situación y, para eso, lo que importa es lo que haga el Poder Ejecutivo”.
Michelini informó que el lunes 18 el ministro Menéndez visitará la sede del Grupo de Trabajo, en el edificio Caubarrère, para discutir cómo avanzar en los objetivos comúnes.
El organismo creado por el presidente Tabaré Vázquez tiene, desde mediados de año, un nuevo secretario, el veterinario y exjerarca de la Intendencia de Montevideo Gustavo Lancibidad.
Familiares, por su parte, evalúa si continúa en el grupo de trabajo, que ha recibido fuertes críticas por los menguados avances. Insiste además en pedir el relevo de Manini, quien recibió el respaldo explícito de Menéndez por su supuesto compromiso con la causa de los desaparecidos.
El 30 de noviembre, la organización Familiares exigió la remoción inmediata de Manini por haber aportado “datos falsos” sobre un enterramiento clandestino.
“Lamentablemente, una vez más la misma burla. Lo informado por el comandante resultó falso. Se excavó donde indicó y no hubo hallazgo”, aseguró la organización en conferencia de prensa.
Michelini defendió lo actuado, pero advirtió que el grupo de trabajo aún no se reunió para evaluar la situación creada después del pedido de renuncia, la declaración de Menéndez y la carta de Familiares a Vázquez.
El coordinador del grupo de trabajo informó también que esperan reunirse con el presidente Vázquez, y que se mantienen en contacto permanente con el prosecretario Juan Andrés Roballo.
Documentos.
A su vez, el embajador Cayota confirmó que gracias al acceso a los archivos de Fusileros Navales (Fusna) fue posible establecer que existieron vínculos con la represión en Paraguay. También dijo que mantiene expectativas de que los archivos del Vaticano aporten datos para conocer el destino de uruguayos desaparecidos en Argentina.
Precisamente, las expectativas que se pueden depositar en los archivos es otro de los temas en discusión. Para Patiño, el comportamiento militar lleva a registrar todo y por eso se debe insistir en la búsqueda de documentos de Inteligencia que aún no han sido ubicados.
Desde el Ejército, sin embargo, apuestan más a convencer a algunos oficiales retirados de que finalmente ha llegado la hora de aportar información para salir de esta situación.
Información Nacional
2017-12-14T00:00:00
2017-12-14T00:00:00