El gobierno explica la suba de homicidios por el narcotráfico, con un discurso similar al de las administraciones del Frente Amplio

REDACCIÓN  

En seguridad pública el término ajuste de cuentas no suele agradar. Los policías lo consideran amarillo, exaltado por los medios; quienes elaboran datos estadísticos creen que su alcance es restringido y solo abarca a una venganza criminal relacionada con deudas económicas; para los políticos el problema es que menosprecia muertes según su causa. Las autoridades del Ministerio del Interior fueron reemplazándolo por “conflicto criminal”, “lucha por territorio” y “enfrentamiento entre grupos de individuos”, hasta que esta semana Luis Lacalle Pou volvió a ponerlo en escena.

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