El gobierno modificó la enseñanza del Ejército para educar a sus miembros “sin eufemismos” sobre lo sucedido en la dictadura

REDACCIÓN  

Como si se tratara de un proyecto de Presupuesto o Rendición de Cuentas, Javier García se presentó en el despacho de la vicepresidenta Beatriz Argimón para entregarle las modificaciones al plan de estudios del Ejército Nacional. No eran cajas y cajas de carpetas con informes y proyecciones económicas, sino apenas un manojo de papeles, pero para el ministro de Defensa Nacional tenían el valor de una de las apuestas más fuertes de su cartera, que al inicio de mandato decidió apoyar la polémica propuesta del Ejército de revisar lo que enseña de 1958 a hoy.

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