A Javier Miranda le parece natural que en los últimos días se disparara la discusión sobre los posibles candidatos del Frente Amplio para las elecciones del 2019. Lo que le preocupa al presidente de la coalición de izquierda es que la danza de nombres se dilate, porque la falta de definición puede afectar sus chances electorales.
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Los resultados de las últimas encuestas fueron desfavorables para el oficialismo y para Miranda es un dato a tener en cuenta. Considera que la ausencia de candidatos incide en esos estudios de opinión, pero también afectan los “trece años de gobierno” y la sensación de que en el Frente Amplio “falta” unidad.
Miranda dice que la fórmula oficialista en 2019 debe estar integrada por un hombre y una mujer. Y si bien prefiere no hablar de nombres, dice que le gustaría que entre agosto y setiembre estén definidos los precandidatos. Serán varios competidores, intuye, porque al menos por ahora “no aparece un candidato de consenso”.
—En declaraciones al programa En Perspectiva de Emiliano Cotelo usted aseguró que la reunión organizada el jueves 12 con los principales dirigentes no fue para hablar de candidaturas. ¿Cuál era el motivo entonces?
—Dos cosas quiero decir. Uno: ¿A quién razonablemente se le puede ocurrir que el jueves 12 de julio podían reunirse Mujica y Astori con otros a discutir candidaturas en la situación en la que estaban? Dos: La invitación a la cena. Yo me reuní con el presidente el 25 de junio, día en que le ganamos a Rusia, y le comenté que quería hacer esto para generar una instancia de unidad frenteamplista. Estoy pensando en invitar a este y a este. ¿Te animás a ir? Me dice que sí. 25 de junio, es decir, no había ninguna discusión de candidaturas. El 27 y 28 de junio mando la invitación a una poroteada de fraternidad unitaria.
—¿Qué se lleva de la reunión?
—Que vale la pena hacer este tipo de reuniones y que las voy a seguir organizando. Creo que efectivamente la unidad hay que enunciarla, que necesita símbolos y gestos como el de que se reúnan sus dirigentes a conversar todos juntos.
—Especialistas consultados por Búsqueda la semana pasada opinaron que para el Frente Amplio sería bueno acelerar la definición del candidato. ¿Está de acuerdo?
—Puede ser. Era claro que cuando terminara el Mundial, pasábamos a una etapa con el horizonte en octubre de 2019. Es clarísimo. Y que aparecerían muchos movimientos. Con una diferencia: el Partido Nacional, que es el contendiente, tiene dos candidatos hace mucho tiempo, que son los mismos que hace cinco años. Los mismos. Son exactamente las mismas candidaturas que están instaladas desde el 1º de marzo de 2015. El Frente Amplio no tiene candidatura definida. Y es claro que la adhesión política en términos de intención de voto de la gente depende, desde luego, de las ideas y la propuesta ideológica, pero también incide muchísimo la persona que encarna esa propuesta. En ese sentido, el Frente hoy juega sin candidato y eso hace que la adhesión pública esté tamizada por eso. Falta un elemento que es fundamental en la toma de decisión de indecisos. Entonces, creo que sí, que el Frente tiene que definir candidaturas. Pero respetando el proceso, porque no hay una candidatura cantada, no aparece. Eso es un hecho.
'El Frente Amplio no tiene candidatura definida. Y es claro que la adhesión política en términos de intención de voto de la gente depende, desde luego, de las ideas y la propuesta ideológica, pero también incide muchísimo la persona que encarna esa propuesta'.
—Sí aparecen posibles candidatos.
—Sí, que son los mismos que se vienen manejando por lo menos desde principios de año. No variaron sustancialmente.
—Una encuesta divulgada por Opción Consultores la semana pasada ubicó al Frente Amplio con 28% de intención de voto, por debajo del Partido Nacional. ¿Le preocupa?
—Hay que tomarlo en cuenta.
—¿Y por qué está en ese lugar el Frente Amplio?
—Creo que un tema es la candidatura. Sin dudas. Trece años de gobierno sin duda también incide en eso. Yo creo que incide también una sensación instalada en la sociedad de falta de unidad en el Frente Amplio, que no logra tener una visión única con determinados temas. Nos acaba de pasar en el Parlamento con algunas leyes que no fueron apoyadas. Y todo eso está incidiendo en la percepción de la población y su intención de votar al Frente Amplio en las próximas elecciones. Y está bien, es parte de la lógica.
—¿Está de acuerdo con que dirigentes del Frente Amplio planteen públicamente posibles candidatos?
—Es evidente que para los medios es un tema a discutir, porque todos sabíamos que venía y lo que hay es mayor publicidad de una conversación que venía hace tiempo. No tengo claro si hace bien o mal. Siempre los manejos públicos tienen el riesgo de la caricaturización. Pero la generación de los hechos políticos no surge solo de los dirigentes políticos. Hay otros actores que colocan temas sobre la mesa. Para mí, por ejemplo, el diario El País es un actor político. Es más, la verdadera oposición la tenés a través del diario El País.
'Las cosas que no se resuelven generan ruido por la falta de resolución. En candidaturas y en otros temas'.
—¿Cuál sería el escenario ideal para resolver las candidaturas? ¿Cuándo debería estar definido?
—Habría que despejarlo en las próximas semanas. Agosto, setiembre, estaría bueno que se definiera. Estamos dando una ventaja en la configuración del escenario político, porque si no, seguimos con estos ruidos. Las cosas que no se resuelven generan ruido por la falta de resolución. En candidaturas y en otros temas. Con una diferencia: el Frente viene discutiendo su programa sistemáticamente y de forma ordenada desde diciembre. La comisión de programa convocó a 32 unidades temáticas, participaron más de 1.000 personas, que generaron los primeros insumos para luego hacer síntesis en borradores y seguir discutiendo. A diferencia de las propuestas de casting programático que aparecen en otros lados, donde salen a conversar y escuchar para que hagan el programa. Una suerte de populismo. Nosotros no hacemos casting, hacemos discusión orgánica de programa.
—¿La fórmula tiene que ser mixta?
—Creo que la fórmula tiene que ser mixta. La prefiero porque es un tema de igualdad y esa es la seña de identidad de la izquierda. Y efectivamente creo que en el estado actual de desarrollo de la sociedad las candidaturas a las máximas responsabilidades deben expresar la igualdad de género.
—¿Hay chances de que no haya competencia interna?
—Hay actores que están buscando ese camino y no hay que descartarlo. Ahí hay un tema de oportunidad que se debe evaluar. Por un lado, si llegás con candidatura de consenso, llegás totalmente alineado y resuelto el tema. Por otro, en cuanto a competencia electoral puede ser negativo que no tengas competencia, porque movilizás menos gente. Esas son las discusiones que hay en este momento.
'Creo que la fórmula tiene que ser mixta. La prefiero porque es un tema de igualdad y esa es la seña de identidad de la izquierda'.
—¿Qué prefiere?
—Hoy no aparece un candidato de consenso.
—La crítica que hace la oposición a este gobierno es que no tiene logros concretos. ¿Qué tiene para mostrar el tercer gobierno?
—Y sí, el programa de la oposición es la crítica al gobierno. Salvo juntar firmas y agudizar las penas en materia de represión policial, no parece que pase gran cosa. No he visto propuestas económicas alternativas, no he visto preocupación medioambiental de ningún tipo. El Frente tiene mucha cosa para mostrar. Por ejemplo, haber pasado por una situación de cambio en la ecuación económica: los países alrededor nuestro se vinieron abajo y nosotros seguimos creciendo. Claro, no son los datos que te lucen, porque lo que evité no luce. Ahora, eso es un logro, si no, miren a Brasil. Mantuvimos la estabilidad política. No hay reforma tributaria como tuvo el primer período, no hay “ley de marihuana” como en el segundo. Entiendo que no hubo una transformación revolucionaria, pero se avanzó sustancialmente. ¿Que se puede avanzar mucho más? Ah, yo creo que sí. Y que hay que pegar un salto cualitativo, también. Sobre todo en materia económica, ambiental y en la salud.