El presidente de la CND dispuso un escritorio para que su pareja le lleve “los papeles” de su actividad privada y otros “quilombos” personales

REDACCIÓN  

Apenas asumió la Presidencia de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), Miguel Loinaz decidió contratar a su pareja como asistente. Cuando le dijeron que estaba mal, la hizo renunciar. Sin embargo, la futura esposa de Loinaz —iban a casarse en abril, pero debieron postergar el evento para diciembre— sigue yendo todos los días a las oficinas de la corporación.

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