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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá“Nunca se debe permitir la continuidad de un desorden para evitar una guerra; porque no se la evita, sino que se aplaza en perjuicio propio”. (Nicolás Maquiavelo).
Cuando asumió el gobierno actual, los niveles de desempleo eran muy altos. La pandemia se ocupó de reforzar el desastre. ¿La pandemia fue una crisis o una oportunidad para hacer lo que se debe hacer?
Hoy estalla el problema laboral en una conocida empresa de delivery, ¿qué se hizo todos estos años? ¿Se podía prever qué iba a suceder y qué seguirá sucediando?
El mundo cambió, menos para el presidente del PIT – CNT y el senador que acompañó a los trabajadores cesados. Ellos representan el pensamiento fantasioso del siglo XIX y lideran las relaciones laborales del país. Son causantes del crónico nivel de desempleo y freno de la economía.
Según el informe sobre el Futuro de los Empleos del Foro Económico Mundial, para “el año 2025, unos 85 millones de puestos de trabajo pueden verse desplazados por la automatización”. Se está en una revolución tecnológica inacabada, un modelo productivo obsoleto y políticas de empleo ineficaces.
Cambió el ambiente “Hemos visto dos años de Transformación Digital en dos meses” (Satya Nadella, CEO de Microsoft).
Dependencia tecnológica.
El delivery.
Rediseño de la economía global.
Negocios virtuales.
¿Cómo será el trabajo?
¿Tendrá sentido preguntarse cuándo empezó el futuro? Las advertencias sobre el impacto de los robots en el empleo suceden. La consultora McKinsey dice “que el 45% de los puestos de trabajo son susceptibles de ser automatizados”, porcentaje que el Banco Mundial sitúa por encima del 60%. Una investigación realizada por el MIT sobre lo ocurrido en Estados Unidos dice que “por cada robot que se incorpora, se destruyen unos seis empleos”.
La clave es prepararse, dotarse de las habilidades y capacidades que requerirán esos empleos en los que los humanos tienen ventaja frente a las máquinas. Pero ¿cuáles son esas habilidades?
Saber qué competencias se necesitarán para trabajar en 2030. En busca de esa respuesta, investigadores de la fundación británica Nesta, de la empresa Pearson (especializada en educación) y de la Oxford Martin School han analizado cómo afectarán los cambios tecnológicos a los futuros requerimientos de las empresas en cuestión de competencias:
“Los trabajos administrativos, contables y con mucha burocracia sí pueden ser desempeñados por máquinas, es difícil que el fontanero, el electricista o el albañil que viene a hacer reparaciones en casa, o las personas que cuidan enfermos o ancianos, vayan a ser sustituidos por robots, porque necesitan relacionarse, proponer ideas y desarrollar soluciones creativas en función de lo que observan y del problema de cada casa”.
“El futuro del empleo bancario: la IA va a destruir 1,2 millones de puestos de trabajo en el sector bancario hasta el 2030”, según Autonomous Research.
Un abogado será un abogado siempre, pero el modo en el que ejerza su profesión va a cambiar tanto que al final su pericia no será sobre civil o mercantil sino sobre comprensión algorítmica.
Si eres abogado pregúntate: ¿cuánto de computarizable eres?
¿Por qué no podemos salir de esta crisis del mismo modo de antes?
En este periodo de la historia, la salida profesional más viable es emprender. Y no se trata de montar una empresa. Más bien consiste en seguir nuestro propio camino en la vida, cultivando una nueva actitud que nos permita crear proactivamente nuestra profesión. Todos nacemos con un potencial único e irrepetible. Está dentro de nosotros, esperando a que lo desarrollemos. Para lograrlo, es necesario escuchar con atención a nuestra voz interior, la que nos guía hasta nuestros dones y talentos innatos.
Quienes aman lo que hacen y hacen lo que aman se distingan por su entusiasmo. Esta palabra procede del latín entusiasmus, que a su vez viene del griego enthousiasmos y significa “espíritu guiado por la inspiración divina”. Eso es precisamente lo que sentimos cuando sentimos cómo la vida crea a través nuestro.
Saber quiénes somos y para qué estamos aquí convierte nuestra autoestima en un arco y la confianza en nosotros mismos, en una flecha. Al encontrar nuestra dirección y nuestro camino en la vida encontramos también nuestro lugar en el mundo. De pronto todo tiene sentido. Y las cosas adquieren un nuevo significado.
Al empezar a confiar en nosotros mismos (y no en aquellos que se legitiman en nuestras carencias, se amarran a cargos con buenas remuneraciones y nos dicen que “somos débiles”), comenzamos a confiar en la vida. Es entonces cuando tomamos la firme decisión de iniciar una estrategia para cambiar nuestra manera de relacionarnos con el mercado laboral. Y vamos paso a paso, sin prisa, aprendiendo y disfrutando de cada una de las etapas que componen este proceso de transición.
En el nuevo paradigma profesional emergente en la Era del Conocimiento, nos pagarán por aportar valor, crear riqueza, generar beneficios y lograr resultados. En este sentido, el emprendedor encuentra la manera de aunar su pasión, sus dones y sus talentos con la resolución de algún problema del mundo, profesionalizando la forma de atender dicha necesidad y demanda ya existente. En esencia, se trata de ofrecer lo mejor de nosotros mismos al servicio de los demás.
Por lo tanto, la gente del PIT – CNT, que luce tan versada en tantos temas- economía, trabajo, salud, educación, relaciones exteriores, etc.- que apoye a sus miles de integrantes a encontrar su camino desde el emprendimiento personal o colectivo. Pueden constituir en su seno incubadoras de empresas que permitan el autoempleo de sus integrantes y puestos de trabajo a otros de sus colegas. En lugar de reclamarle al Estado fuentes de trabajo y, lo que es peor, reclamárselo a los capitalistas que tanto odian, que todos ellos elijan el camino propio.
Un camino propio, de riesgo y esfuerzo, que brinda la autoridad para reclamar a la sociedad apoyo técnico, financiero y de capacitación.
De última, el software humano que todos los sapiens tenemos es el mismo, solo nos diferenciamos en cómo lo aprovechamos.
¿Cambiamos nosotros?
“Pensamos en el futuro como memorias anticipadas” (Daniel Kahneman).
Cambiar nosotros significa “aprender nuevos hábitos y desarrollar nuevas habilidades”.
En un estudio presentado en el Foro Económico Mundial ocurrido en Davos (Oppenheimer, Andrés. El futuro de nuestros empleos -enero 2016) afirma que “el sesenta y cinco por ciento de los niños que entran en la primaria hoy van a terminar trabajando en empleos que no existen en la actualidad”.
Por tanto, si no preparamos a nuestros jóvenes desde ahora para que tengan más habilidades técnicas y para ser más emprendedores e innovadores, van a estar más amenazados por la ola tecnológica actual de la reforma educativa: “Si enseñamos a los alumnos de hoy como enseñábamos ayer, les estamos robando el futuro” (John Dewey).
Si tratamos de bosquejar un escenario futuro, la única salida para la creación genuina del desarrollo laboral del siglo XXI parece estar fundada en el andamiaje de miles de emprendedores que actúen como agentes de cambio, sustenten la competitividad de nuestra sociedad, se procuren trabajo a sí mismos y sean multiplicadores de empleo. Ser un agente de cambio es una virtud; es el que hace que las cosas sucedan.
Cuando se habla de multiplicadores de empleo, se refiere a emplear, término originario de latín implicare, que significa “introducir”. Es esta la forma de eliminar la exclusión con la que se amenaza a la sociedad.
Son las pequeñas y medianas empresas (PYMES) las que motorizan el PBI de las naciones y ocupan la mayoría de la mano de obra, por tanto, es necesario introducir en la agenda de todos los sectores (empresario, gubernamental, tercer sector, enseñanza inicial, básica, media y superior) el especial desarrollo de una sociedad culturalmente emprendedora.
V. Gobierno y PIT – CNT acuerdan:
“El problema no es que la gente carezca de educación. El problema es que las personas están lo suficientemente educadas para creer lo que se les han enseñado y no lo suficientemente educadas para cuestionar nada de lo que se les ha enseñado”. (Richard Feynman).
Vistas las tendencias del mercado laboral mundial, que muestran un cambio continuo en la preferencia de los empleados hacia el trabajo flexible y modelos de empleo modificados, con un enfoque de crecimiento lateral y de aprendizaje, decide estudiar junto a las autoridades gubernamentales y empresariales los aspectos siguientes:
Competencias requeridas en los mercados laborales.
La automatización y su impacto en el mercado de trabajo.
Las tendencias demográficas y su incidencia en el mercado laboral en el Uruguay.
Evolución de los modelos de empleo, incluyendo el teletrabajo y formas híbridas.
Modelos de empleo, el trabajo por encargo y otras formas más sofisticadas.
Aprendizaje automático, Inteligencia Artificial y automatización de trabajo.
Inteligencia Artificial, procesos de reclutamiento y gestión de talento.
Remuneración por tarea realizada, por producto terminado o por hora. Hoy la tecnología lo permite (el que desea trabajar seis horas, cobra seis horas, ocho horas, cobra ocho, el que desea trabajar diez horas porque desea ir al próximo mundialo de fútbol, que lo haga).
Preocupados por el empleo y fuentes de trabajo, junto a las autoridades gubernamentales nacionales, a la UDELAR y demás universidades privadas, el apoyo para constituir, en su seno, incubadoras de empresas como vía de autogenerar empleo genuino.
Acordar con el Gobierno, legítimo representante de la decisión ciudadana en esta democracia plena, trabajar juntos contando con nuestra confianza, colaboración y cooperación con el propósito de incrementar el capital social del Uruguay. Para mejorar el sistema educativo, la primera condición es no utilizarlo como campo de batalla ideológico. Las políticas educativas, los planes de estudio y la formación docente serán resueltos a través de ópticas pedagógicas y no ideológicas. Las buenas prácticas internacionales serán adaptadas a la realidad del país. La educación será una política de Estado, una zona libre de ideología en la cual las políticas se resuelvan y los recursos se asignen en busca de brindar oportunidades a todos por encima de cualquier otra consideración.
Considerando todos los factores que influyen en el desempeño de las empresas y las diferencias humanas de sus integrantes, ¿usted piensa que tiene algún asidero científico utilizar los consejos de salarios para promover las remuneraciones con criterios tan elementales como son rubros de producción para productos o servicios similares y obligatoriamente pagar igual a los integrantes de cada categoría?
¿No parece que ese criterio es un residuo del centralismo democrático que se profesaba en los soviets a las que nuestras centrales sindicales son tan afectas?
El Uruguay debe avanzar en el sentido que va el mundo, que no es precisamente el de la casta marxista corporativista que persigue la central sindical y sus subsistemas políticos.
Rafael Rubio
CI 1.267.677 - 8