“Necesito obtener más dinero de la cría de mis ovejas”, le planteó el príncipe Carlos de Gales al presidente de la Federación Lanera Internacional (FLI), Peter Acroyd, en una cena realizada en 2009 en el palacio de Buckingham, donde el menú fue carne ovina acompañada de risotto y para beber, vino y champagne.
El Príncipe, que ya había participado de una campaña en favor del consumo de carne de oveja, le propuso iniciar otra para promocionar el uso de lanas entre los consumidores. “Siendo una persona preocupada por la sustentabilidad en la producción en el campo, viendo el creciente consumo de fibras sintéticas, pensó en esa iniciativa como una alternativa más sustentable”, contó.
La iniciativa publicitaria es una posibilidad para dar a conocer las lanas uruguayas, consideró ese dirigente empresarial. Señaló que “Uruguay tiene buenas credenciales en la producción de lanas pero es un secreto”. Y agregó: “Hay que comunicarlo, porque nadie lo sabe”.
Acroyd estuvo en Uruguay este mes. Durante su estadía recorrió establecimientos ganaderos y textiles laneras en los departamentos de Salto y Flores.
“Una diferencia entre Uruguay y otros países es que mantiene una producción que va desde el campo hasta el procesamiento de la lana en tops (lana peinada)”, dijo. Y destacó la “oportunidad” que supone para el país el interés de firmas tejedoras europeas en ese producto previo al hilado.
Respecto a las perspectivas del mercado internacional, ese ejecutivo mencionó la tendencia creciente al uso de tejidos de lana, principalmente en ropas para hombres.
Varios de estos temas fueron analizados en una conferencia efectuada el miércoles 15 en la sede de la Cámara Mercantil de Productos del País, que es la institución uruguaya acreditada ante la FLI.
Esta federación surgió en 1927 con el propósito de “custodiar” lo relacionado con la regulación industrial y el comercio de lanas. Entre sus miembros se encuentran organizaciones representativas del sector lanero de cerca de una veintena de países, varios de ellos fuertes productores del rubro, como Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Italia, Reino Unido y Sudáfrica.
Hacia lo “rústico”
La producción lanera es uno de los rubros tradicionales de exportación de Uruguay. En 2013, el monto de las exportaciones de lanas fue de U$S 265,4 millones, de los cuales 54% correspondieron a ventas de tops (lana peinada), 24% a lana sucia, 15% a la lana lavada y el resto a hilados, tejidos, desperdicios y prendas, según datos del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL).
China es el principal mercado en la mayoría de esos productos: 82% en el caso de la lana sucia, 26% en los tops, 64% en la lavada y 64% en los desperdicios.
Mientras, el 59% del monto fueron exportaciones a Estados Unidos, el 65% de los tejidos a Brasil y el 53% a Argentina.
Para tener una idea de la estrategia de marketing a seguir por las empresas laneras, considerando las preferencias de los consumidores, el titular de la FLI comentó que “las tendencias van hacia el uso de lanas peinadas y escardadas, hacia lo rústico, el estilo escocés”.
En la conferencia, tanto Acroyd como la secretaria ejecutiva de la Federación, Elisabeth van Delden, enfatizaron la importancia de las lanas de la raza Merino en la fabricación de prendas de vestir por una mayor demanda que está vinculada a cambios en los hábitos de consumo. En Uruguay predomina la cría de animales de la raza Corriedale (65%), seguida de la Merino Australiano (17%), según datos del SUL.
Consultado al respecto, ese empresario aclaró que “la mención a las lanas Merino es como una identificación que se puso de moda, pero no es excluyente de otras razas de ovinos”. “La tendencia del uso de lanas Merino es principalmente para la confección de trajes para hombres”, indicó.
Dijo que paralelamente a eso, “en las ropas seleccionadas para mujeres hubo una desaparición del uso de lanas peinadas en tejidos planos, en comparación con lo que era hace unos 20 años”.
Eso se debió al mayor incremento de la demanda de poliéster y viscosa, que son fibras sintéticas, en el sector de ropas femeninas, pero no para el atuendo masculino, explicó.
Ante esos cambios, “el objetivo es crecer en el uso para hombres y recuperar terreno en el de las mujeres, y la manera de conseguirlo es introducir el concepto de sustentabilidad en la producción, que eso lo tiene la lana, pero no los productos que son derivados del petróleo”, señaló.
En cuanto a la comercialización de lanas con mayor o menor procesamiento industrial, Acroyd advirtió que entre el 75% y 80% de la lana australiana va a China y en estado sucio, sin procesar, específicamente de la raza Merino.
“Una diferencia importante entre Uruguay y otros países productores es que acá existe una industria procesadora que va desde el campo hasta los tops, que es el paso previo al hilado y representa un agregado de valor”, reconoció. Mientras, dijo, “los australianos desmantelaron sus industrias y prácticamente exportan lana sucia”.
El esquema productivo de lanas con “un enfoque sustentable es un aspecto a resaltar, porque el mundo lanero no está contento con el hecho de depender de China como el concentrador del procesamiento” de ese producto, indicó.
Consideró que “hay una oportunidad para Uruguay en el interés de firmas tejedoras de Europa en comprar tops uruguayos, debido a las condiciones de producción en cuanto a las medidas implementadas en bienestar animal y cuidado del medioambiente”. Y agregó: “(Eso) lo vi no solo entre los productores, sino también en las industrias laneras en el tratamiento del agua, de los efluentes, en el uso de energías alternativas, como la eólica para el funcionamiento de sus fábricas”.
Pero una tarea pendiente para que el sector lanero local pueda sacar provecho de esa situación es difundir estos aspectos valorados. “Uruguay tiene buenas credenciales en la producción de lanas, pero es un secreto”, dijo. Aconsejó “comunicarlo, porque nadie lo sabe”.
Una alternativa es que el país participe de la promoción mundial que se hace en favor del consumo de lana. “Sería bueno tener a Uruguay en esta campaña y que el príncipe Carlos, cuando hable de la sustentabilidad de la producción en el campo, mencione el caso uruguayo”, recomendó.
En el marco de la conferencia, el presidente de la Cámara Mercantil y director de Lanas Trinidad, Pedro Otegui, hizo un reconocimiento a los productores laneros de Australia por el aporte financiero para la campaña de promoción a nivel internacional y alentó a que los ovejeros locales hagan un esfuerzo en ese sentido.