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Con más fuerza en los últimos años, la provisión de los servicios financieros fue migrando crecientemente hacia canales digitales: páginas web y aplicaciones hacen las veces de sucursales virtuales, lo que reduce costos. También sustituyen mano de obra.
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Es una tendencia global y Uruguay está sumergido en ella. Datos al cierre del 2021 lo reafirman, ya que fue otro año en que volvió a reducirse la cantidad de dependencias físicas y cantidad de empleados del sector de intermediación financiera.
En concreto, la red física de los bancos públicos República (BROU) e Hipotecario (BHU), los ocho privados y la cooperativa Fucerep estaba compuesta por 258 sucursales, una contracción respecto al 2020 (266). Fue por el cierre de 10 locales en Montevideo (pasaron de 105 a 95), lo que se compensó parcialmente por la apertura —neta— de dos en el interior del país (en Canelones y Rivera), analizó Búsqueda a partir de estadísticas del Banco Central (BCU).
A su vez, el número de empleados de los bancos comerciales públicos y privados, así como de la única cooperativa de intermediación financiera en actividad, quedó por debajo de los 7.000 al término del año pasado (6.781). Fueron 405 menos que en 2020.
Los datos que informa el BCU no discriminan por tipo de institución, pero sí por ubicación geográfica. La cantidad de empleados se redujo en unos 300 en Montevideo y en poco más de 100 en los demás departamentos.
También en 2020 se había registrado un achicamiento de la red física, aunque menor (seis sucursales menos que el año anterior) que la del 2021, y la pérdida de 595 empleos (Búsqueda N° 2.109).
El estatal Banco República (BROU) tiene unas 120 dependencias. Su presidente, Salvador Ferrer, dijo a Búsqueda que a la “presencia territorial característica y distintiva” de la entidad le han agregado nuevos cajeros automáticos en localidades que no tenían la cobertura adecuada. Eso, acotó, “no va en contra de la visión de un banco cada vez más digital, pero sí de la mano de un banco de desarrollo y cercano” a sus clientes.
En materia de digitalización, en 2021 el BROU completó la actualización de las versiones de e-BROU, y hoy cuenta con “una plataforma de primer nivel”, y lideró —dijo— “el desarrollo de los pagos instantáneos en el sistema bancario, un paso relevante en un mercado (…) en el cual todavía hay mucho más para seguir avanzando”.
Banca 4.0
La digitalización y automatización de tareas en el sector financiero es analizado con preocupación por el gremio de empleados bancarios (AEBU). El fenómeno fue aludido en documentos que aportó a la comisión que preparó las bases de una futura reforma amplia de la seguridad social, incluida la Caja de Jubilaciones y Pensiones Bancarias.
Uno de los documentos entregados fue elaborado por la Comisión Técnica Asesora de AEBU junto con Lucía Pittaluga (Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración), en el marco del proyecto Sindicatos en Transformación 4.0, de la organización Friedrich, Ebert, Stiftung.
El financiero es “uno de los sectores productivos uruguayos que más ha sido involucrado por el cambio tecnológico” en años recientes, señalan los autores de ese informe. Citan estimaciones según las cuales entre 2006 y 2018 se incrementó el peso de las tareas cognitivas (a expensas de las manuales), al tiempo que descendió el de las tareas más rutinarias, mientras que aumentaron las no rutinarias.
Hubo, simultáneamente, una baja de costos en los bancos que se reflejó “por ejemplo en la contracción de la red física (…), la sistemática reducción de personal, la reorganización del trabajo priorizando la multitarea y la flexibilización laboral. Estas tendencias han ido de la mano de una concentración creciente del negocio en menos empresas, con la disminución de instituciones y la formación de grupos o conglomerados económicos que nuclean varias actividades financieras”, consigna el documento.
Los autores señalan que estos procesos “están en curso y no está clara la magnitud que alcanzarán, únicamente se puede observar una disminución del empleo que se acentuó en los años recientes en el caso uruguayo y que, a la vista de lo que ocurre en otros países de referencia, estaría relacionada no solo con un mercado que crece más lentamente, sino con cambios en el empleo que vienen determinados por la incorporación de las TIC”.
