En las crisis, los outsiders no tienen lugar “en la primera línea de fuego”, dice Castaingdebat sobre salida de Pablo Bartol
El Mides “va a marcar mucho la suerte de este gobierno”, dice el exsubsecretario, quien hoy le come “la oreja” al ministro Martín Lema, y tiene fe en que lograrán “comulgar con la gente” y obtener “resultados”
Armando Castaingdebat es un hombre inquieto, casi hiperactivo. Su carrera política ha estado siempre asociada a cargos ejecutivos. Forma parte de su perfil, de su impronta. Y quizás por eso ahora, desde que tuvo que abandonar la subsecretaría del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y pasar a ocupar una banca como diputado, se encuentra algo raro, como si estuviera atado aunque no del todo. Tanto así que admite que sigue manteniendo trato con funcionarios de la cartera, que aconseja y le sugiere temas al nuevo ministro (su yerno) Martín Lema y que al menos una vez por semana va hasta la Torre Ejecutiva a pelotear distintos asuntos con el equipo de gobierno. Castaingdebat es un hombre de extrema confianza del presidente Luis Lacalle Pou. Y asegura que por eso aceptó ir al Mides cuando no era su plan inicial y después eligió dar un paso al costado cuando su intención era quedarse en el ministerio, porque entendía que podía ser “un buen complemento” de Lema. El exsubsecretario evalúa que la gestión del Mides estuvo muy atravesada por la pandemia y entiende que el cese de Pablo Bartol responde a que era un ministro “pensado para otro Uruguay”. Además, defiende a ultranza a los políticos de raza por encima de los outsiders. Particularmente en tiempos de crisis.
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