A un mes de los primeros casos de Covid-19 en Uruguay, mujeres y hombres compartían por igual la carga de tareas del hogar adicionales, según un estudio hecho por ONU Mujeres-Unicef.
A un mes de los primeros casos de Covid-19 en Uruguay, mujeres y hombres compartían por igual la carga de tareas del hogar adicionales, según un estudio hecho por ONU Mujeres-Unicef.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá¿Pero ese reparto más equitativo de las actividades domésticas perduró cuando las restricciones a la movilidad se hicieron más laxas? Una constatación, a partir de encuestas a parejas de nivel educativo medio o alto, es que ambos aumentaron sus horas de trabajo doméstico, pero ello no tuvo relación con el tiempo de los cónyuges en el trabajo pago.
Florencia Amábile, Marisa Bucheli y Cecilia González, del Departamento de Economía (Decon) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, analizaron estos cambios en torno al trabajo durante la pandemia en Uruguay en una investigación publicada recientemente.
El estudio se basó en una muestra a la población de 25 a 64 años que vive en pareja (el 58% con niños menores de 13 años). Se enfocaron en encuestados que al menos completaron el nivel educativo medio (al menos 12 años de escolaridad) por tratarse de un grupo más homogéneo y que se entiende que sigue normas sociales de género más equitativas. Desde esa perspectiva, las mujeres con educación superior pueden estar en mejores condiciones y tener mayor disposición a desviarse de los roles de género tradicionales, en comparación con aquellas con menos años de enseñanza formal.
A partir de una encuesta online, obtuvieron datos de 920 individuos (los encuestados y sus parejas). El sondeo se llevó a cabo a mediados de 2020, cuando se habían relajado las restricciones impuestas y voluntarias a la movilidad en el marco de la emergencia sanitaria.
El tiempo promedio dedicado al trabajo doméstico aumentó de 29 a 37 horas semanales para quienes respondieron el cuestionario (330 mujeres y 130 hombres); según dijeron, para sus parejas el aumento fue de 21 a 24.
Las mujeres dedicaron nueve horas más al hogar (de 30 a 39 horas semanales) y los hombres siete (de 26 a 33), un aumento que obedeció, sobre todo, al cuidado de niños (cinco horas para ambos géneros). “La brecha en la proporción de trabajo doméstico realizado por las mujeres se redujo” en casi dos horas, pero el resultado final “es sensible al género del encuestado”, concluyen las investigadoras del Decon.
A su vez, las horas dedicadas al trabajo remunerado se mantuvieron en torno a las 35 tanto para los encuestados como para sus parejas (con 16 horas de homeoffice, en lugar de las seis antes de la pandemia, para quienes respondieron el cuestionario). Por otro lado, la brecha de género en el trabajo remunerado se mantuvo favorable a los hombres, aunque se redujo de casi seis horas antes de la pandemia a cuatro.
Otro hallazgo que extrajeron es que la reducción de la jornada de trabajo paga dio lugar a un aumento del tiempo dedicado a tareas domésticas o cuidado de niños, pero no detectaron un efecto de cambio del cónyuge en el mercado laboral. A su vez, el trabajo doméstico aumentó en situaciones en que la familia prescindió de un cuidador para los niños o servicio doméstico. Y el incremento del tiempo de cuidado de niños fue mayor para los adultos a cargo de menores que, por la pandemia, fueron menos horas a los centros educativos.
Por otro lado, los encuestados aseguraron que aumentaron su trabajo doméstico más intensamente que sus parejas. Las autoras infieren que personas que se sintieron sobrecargadas tendieron a percibir y reportar que soportan las nuevas demandas del hogar. Del mismo modo, las mujeres encuestadas declararon un mayor aumento en las tareas del hogar que los hombres encuestados.