Entre los números del mercado laboral que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) por departamento, uno llamativo es el desempleo en Cerro Largo: en noviembre-enero era apenas 1,8%, el más bajo de todo el país. Eso quiere decir que unas 700 personas de 14 años y más (su población económicamente activa) estaban desocupadas. En el promedio del país, la tasa era de 8,1%, unas 147.000.
Ese relativo bajo nivel de desempleo en Cerro Largo que surge de las encuestas del INE contrasta con el panorama que describen algunos lugareños, que ven en su departamento problemas serios de empleo —también de informalidad o no registro en la seguridad social—, aunque se ilusionan con que algunos proyectos dinamicen la economía arachana en los próximos años.
El primer dato de desocupación departamental informado por el INE con la nueva metodología de la Encuesta Continua de Hogares fue para el trimestre que abarca diciembre de 2021 a febrero de 2022. Entonces, la tasa de desempleo era de 2,8%, equivalente a unas 1.100 personas desocupadas.
La tasa de desempleo de Cerro Largo suele estar por debajo del promedio nacional. Consultado por Búsqueda, el director de Empleo del Ministerio de Trabajo, Daniel Pérez, analizó que tanto la tasa de actividad (oferta de mano de obra) como de empleo (los puestos disponibles) se recuperaron respecto a 2019, aunque esta última lo hizo en mayor proporción (3,6 puntos porcentuales y seis puntos en cada caso).
A su vez, la informalidad —el empleo “en negro”— bajó 5,4 puntos y se ubicó en 32,4% en noviembre-enero. Pero ese nivel es elevado respecto al promedio del país (20,1%), como sucede en otros departamentos fronterizos con Brasil (Artigas y Rivera, principalmente).
La mejora de esos indicadores laborales de la economía arachana podría explicarse por la inversión en obra pública (rutas, caminería y obras en edificios estatales) y el “despertar microemprendedor” que hubo tras la pandemia de Covid-19, dijo a Búsqueda el coordinador de la Agencia de Desarrollo Económico local de Cerro Largo, Rosendo García.
En 2021 había 3.365 micro y pequeñas empresas activas, 6% más que en 2019, antes de la pandemia, según datos del Monitor Mipymes de la Agencia Nacional de Desarrollo (Ande). Esos emprendimientos concentraban casi tres cuartas partes de los ocupados y el 59% de las ventas del departamento.
En ese mismo año la economía arachana contribuyó con 1,9% al Producto Bruto Interno del país y con el 3,6% de las exportaciones de bienes (US$ 393 millones), sobre todo de carne, arroz, madera y soja, según datos del Instituto Uruguay XXI. El ingreso medio por habitante era de $ 12.024, el menor del país.
“Parate”
Más allá de lo que dicen las estadísticas, la percepción desde el sector empresarial local es de una economía poco dinámica y un mercado laboral acorde con eso.
Para Mariela Moura, presidenta del Centro Comercial e Industrial de Cerro Largo, “falta trabajo” en el departamento. Dijo a Búsqueda que “hay mucha gente desocupada” que vive una situación “angustiante”. Como ejemplo, mencionó que algunos pobladores para pedir fiado en los comercios de la zona llegan a ofrecer su tarjeta del Ministerio de Desarrollo Social como “garantía” para que el dueño se cobre en el siguiente mes.
Esa situación la atribuye a un freno de la actividad comercial. “Realmente, hay un parate. Está congelado el comercio, esa es la temperatura”, dijo Moura.
Contó que la falta de ventas es una problemática que atraviesa a varios rubros y aseguró que la informalidad sigue creciendo por la brecha cambiaria y de precios que hay con Brasil. Enumeró que no solo hay menos consumo de alimentos, sino también de ropa, herramientas, neumáticos, baterías, materiales de construcción, plantas, frutas y verduras. “No quiero ser negativa, pero la realidad nos pasa por arriba”, señaló.
Como en otros departamentos fronterizos, es habitual que los pobladores —en particular los que residen en ciudades limítrofes— crucen al lado brasileño para hacer su surtido básico. “Necesitamos que el dinero se quede acá, que no salga, pero nos separa una avenida” de Aceguá, ciudad brasileña al otro lado de la frontera.
Informalidad
García alegó que muchos emprendimientos familiares comienzan siendo informales para lograr un ingreso, pero que luego, si prosperan, tienden a formalizarse. “Así es como empiezan los pequeños emprendimientos. Hoy están logrando un ingreso familiar que es el primer paso, el segundo es formalizarlo”, señaló.
Apuntó que, como correlato de la pandemia, hubo un “despertar microemprendedor” con cierto componente “innovador” en el uso de tecnología y marketing digital tanto en el sector agropecuario como en los servicios. En particular, destacó el crecimiento en el rubro gastronómico.
Moura también aludió a que últimamente muchas personas se pusieron a elaborar alimentos y a vender en Melo. Pero, a su juicio, eso no es una “buena señal” en términos de empleo, sino lo contrario.
Aseguró que “cada vez más las empresas formales se están achicando y bajando” porque se consume del lado brasileño, dada la conveniencia de precios. “Todos tenemos derecho a trabajar, pero las autoridades deberían tomar alguna medida respecto a lo que entra por la frontera, donde no hay ningún tipo de control”, se quejó.
Reclamó “algún beneficio” para los comerciantes arachanes, como “subsidiar el flete de mercadería desde Montevideo o bajar el costo de las importaciones” para “poder seguir trabajando”. Aseguró: “Solo estamos sobreviviendo”.
A futuro, la perspectiva que describen algunos agentes es de un mayor desarrollo para esa zona del país.
García afirmó que Cerro Largo está en una posición estratégica desde el punto de vista logístico, ya que alrededor de “la cuarta parte de las importaciones y exportaciones por vía terrestre pasan” por el departamento.
Destacó que hay inversiones previstas en torno al sector forestal, como la de Lumin (US$ 136 millones). En febrero, esa empresa anunció la construcción de su tercera planta industrial de paneles contrachapados en el país. Se espera que la obra comience en el correr de este año y llegue a ocupar a unas 250 personas. Cuando esté operativa la fábrica, prevé emplear a 320 trabajadores, detalló la multinacional.
García también mencionó el proyectado puente internacional sobre el río Yaguarón, y los puertos de los ríos Tacuarí y Cebollatí.