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En el emblemático trazado del Old Course de Saint Andrews, se disputó el fin de semana pasado la Walker Cup. Esta competencia es una de las más importantes del golf amateur del mundo y enfrenta a dos equipos aficionados que representan uno a Estados Unidos y otro a Gran Bretaña e Irlanda.
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La Walker Cup se jugó por primera vez en 1922 en el Royal Liverpool de Hoylake, en Inglaterra. Desde entonces el certamen se disputa cada dos años, frecuencia que solo se interrumpió durante la Segunda Guerra Mundial. El torneo es organizado por The Royal & Ancient y la United States Golf Association (USGA) y su nombre homenajea a George Walker, quien presidía la segunda de estas instituciones cuando tuvo lugar por primera vez el enfrentamiento.
A diferencia de la Ryder Cup, donde en 1979 se permitió el ingreso de golfistas de todo Europa a la competencia, en la Walker Cup se mantiene la tradición de la participación solo de golfistas de Gran Bretaña e Irlanda.
El score final de esta edición fue de 14,5 a 11,5 en favor de Estados Unidos. El resultado ratificó la amplia supremacía de 39 victorias para los estadounidenses, nueve fueron para Gran Bretaña e Irlanda y hubo un empate.
El formato de juego de la Walker Cup es una combinación de foursomes (tiros alternados de la pareja) y matches individuales con un total de 26 puntos a lo largo de las dos jornadas de juego. Cada partido ganado otorga un punto y los empates dan medio punto.
El desarrollo
En la mañana del sábado 2, los europeos sorprendieron ganando tres de los cuatro foursomes para mantener esa supremacía en los matches de la tarde y quedar con una clara ventaja de tres puntos tras esa primera jornada. Esta modalidad de juego les cuesta enormemente a los norteamericanos, que la usan con poca frecuencia. Esto también se refleja en las estadísticas de la Ryder Cup.
En la mañana del domingo la historia se revirtió. Los estadounidenses ganaron tres de los cuatro partidos en foursomes y quedaron solo un punto detrás de sus rivales a falta de los 10 matches individuales en la tarde de ese día.
De acuerdo con el último listado antes de empezar la copa, ocho de los mejores 10 jugadores amateurs del World Amateur Golf Ranking (WAGR) pertenecían al equipo de Estados Unidos. Eso pesó en la definición del título.
Calet Surrab le dio en forma clara el primer punto a Estados Unidos. A continuación, Stewart Hagestad —quien con 32 años era el más veterano de la competencia— ganó su partido. Más tarde, cuando se confirmó la victoria de su equipo entró además en una selecta lista de 16 jugadores que ganaron cuatro Walker Cup en forma consecutiva.
La definición
El numeroso público presente en Saint Andrews, uno de los mayores en el historial del certamen, alentaba a su equipo de una forma más sonora que lo habitual para un torneo de golf. En ese panorama, todas las miradas se centraban en el estadounidense Gordon Sargent, número uno del mundo.
En un partido por demás vibrante contra el inglés John Gough que recién se definió en el último hoyo, Sargent logró imponerse. En la ceremonia de entrega de premios recibiría luego la medalla McCormack como el mejor jugador del campeonato, luego de cerrar un desempeño con cuatro victorias, sin derrotas ni empates.
Reflejando una gran emoción, el número uno del mundo aseguró: “Ganar cuatro puntos para tu país es algo realmente impresionante, pero más allá de mi aporte lo importante es haber ganado la copa”. Con sus cuatro victorias, Sargent igualó el accionar de Rickie Fowler y el de Collin Morikawa cuando como aficionados representaron a su país en la Walker Cup.
En cuanto a la gran cantidad de aficionados que se hicieron presentes en el Old Course, Sargent aseguró que “fue una gran motivación”, ya que “más del 90% de ese público estaba en favor de los locales”.
Por su parte, el capitán del equipo estadounidense Mike McCoy se mostró por demás satisfecho con el rendimiento de sus dirigidos. “Teníamos claro el gran potencial de nuestro equipo, lo bien ranqueados que llegaban al torneo, pero había que reflejarlo en la cancha, en el juego”, dijo. Se alegró de que los jugadores lograran demostrar “toda su clase” y que lo hicieran especialmente en la definición del domingo.
En lo personal “pienso que el golf está mucho mejor después de esta edición de la Walker Cup”, dijo el capitán estadounidense.
Por su parte, en el equipo de Gran Bretaña e Irlanda, Stuart Wilson se mostró orgulloso de sus dirigidos. Consideró que los jugadores “dieron todo” y lamentó que algunos de ellos no lograran su mejor versión en los duelos individuales.
“Más allá de la derrota, estoy convencido de que estos chicos tienen futuro, tienen un mañana en el golf”, subrayó.
Los organizadores definieron que la edición 50a de la Walker Cup se jugará en setiembre del 2025 en el Cypress Point Golf Club de California, en Estados Unidos.
Ryder Cup
Tal como estaba previsto, los capitanes de los equipos de Europa y Estados Unidos nombraron el lunes 4 a sus jugadores con vista a la próxima Ryder Cup que se disputará a fines de mes en el Marco Simone Golf Club de Roma, en Italia. Por el lado europeo, el capitán Luke Donald nombró a Ludvig Aberg, Tommy Fleetwood, Sepp Straka, Justin Rose, Shane Lowry y Nicolai Hojgaard, que se unen a Rory McIlroy, Jon Rahm, Robert Macintyre, Viktor Hovland, Tyrrel Hatton y Matt Fitzpatrick, quienes lograron su lugar por el ranking.
En tanto, en el otro bando, Zack Johnson eligió a Brooks Koepka, Justin Thomas, Jordan Spieth, Rickie Fowler, Collin Morikawa y Sam Burns. Por su posición en el escalafón ya tenían un lugar asegurado en el equipo Scottie Scheffler, Wyndham Clark, Xander Schauffele, Brian Harman, Patrick Cantlay y Max Homa.
