N° 1909 - 09 al 15 de Marzo de 2017
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáUruguay es el consumidor de carne vacuna per cápita más importante a escala mundial, con registros del entorno de 60 kilos por persona por año, con una participación cercana al 60% del consumo de carnes del país. El 40% restante lo compone la carne aviar (cerca del 20%), la porcina (16%) y la ovina (4%), según datos del Inac.
Muchas veces escuchamos decir erróneamente (pensado más con el bolsillo personal que en el bien económico del país) que Uruguay debería tener la carne más barata del mundo para la población, ya que somos un país netamente ganadero. De hecho, medidas populistas como el “asado del Pepe” e inventos del estilo, son de alguna manera intentos para que el ciudadano quede conforme y crea que accede a un producto más barato (insólitamente en el país que por lejos consume más carne vacuna per cápita del mundo).
Por suerte, la carne en Uruguay no es barata, y eso quiere decir que en el mundo nuestro producto se cotiza bien. A pesar de la baja generalizada de precios a escala internacional, Uruguay exporta a mejores valores que Brasil y Paraguay como puede verse en el gráfico, si bien la brecha se ha achicado. En 2016, Uruguay obtuvo valores promedio de exportación 25% y 26% por encima de Brasil y Paraguay, respectivamente.
En los últimos años las importaciones de carne vacuna desde la región han crecido significativamente. En 2016, Uruguay importó cerca de 4.300 toneladas de carne vacuna de la región (2% del consumo nacional), con una participación importante de carne de Paraguay, especialmente para cortes de la rueda. Varios abastos nacionales encontraron en Paraguay una alternativa para hacerse de carne con una calidad aceptable (para los cortes mencionados) y que compiten muy bien con el producto nacional.
Sin lugar a dudas aún es una proporción pequeña del consumo uruguayo, pero si creciera quiere decir que Uruguay está dejando de vender carne en el mercado doméstico para lograr un mejor valor en el exterior. Esa es la ecuación que más le serviría a Uruguay, vender caro el producto nacional e importar barato el producto de la competencia.
Lamentablemente, será difícil que la carne importada pase a ocupar proporciones importantes del mercado de carnes en Uruguay, ya que en la medida en que el acceso al mundo se ha ido equiparando en lo regional, las diferencias de valores de exportación entre países debieran reducirse. No obstante, las oportunidades aparecen para productos puntuales donde por razones de mercado o de acceso aún siguen siendo buenas oportunidades. El caso más claro es el de las pulpas o cortes de la rueda originarios de Paraguay, que en 2016 ocuparon una proporción interesante en el mercado uruguayo para ese ítem en particular. Una bola de lomo nacional no tiene gran diferencia que una de Paraguay para el uso final que puede tener la misma (milanesa, picada, comida de olla, etc.). Paraguay aún no accede a mercados como China, donde podría conseguir mejores valores y, por su parte, los valores de Rusia han sido muy magros, pasando a ser Uruguay un destino atractivo para la carne guaraní.
Este tipo de oportunidades seguirán estando, pero difícilmente se magnifiquen por lo antes dicho. El modelo ideal de vender nuestra carne cara e importar carne barata de la región será cuestión de oportunidades puntuales.
(*) El autor es ingeniero agrónomo, especialista en el mercado cárnico y docente de la Universidad ORT