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No asumió todavía el gobierno multicolor y ya aprietan las costuras de la coalición por parte de algunos socios. Al punto que el presidente electo, Luis Lacalle Pou, debió llamar al orden al senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, y expresarle su desacuerdo con las declaraciones del subsecretario de Defensa Nacional designado, Rivera Elgue, referente de ese partido y mano derecha de Manini Ríos, sobre los detenidos desaparecidos durante la última dictadura (1973-1985).
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Elgue afirmó en una entrevista con la diaria publicada el sábado 15 que no creía que el Ejército Nacional tuviera que pedir perdón por las violaciones a los derechos humanos en dictadura por entender que “hubo hombres que se equivocaron y actuaron mal”, pero no así toda la institución militar.
“Yo creo que la institución en su conjunto no actuó mal”, sentenció el número dos del futuro Ministerio de Defensa. Tal es así, argumentó Elgue, que de lo contrario “no habría solamente 32 desaparecidos en Uruguay”, una cifra que no contempla a las víctimas uruguayas del Plan Cóndor.
Elgue razonó: “Si la institución hubiese actuado mal, tendría que haber muchos más desaparecidos”. Y arguyó que “muchos estuvieron presos, pero hoy están vivos y están en libertad, y fueron reparados”, para concluir que “no hay miles de desaparecidos en Uruguay”.
Sus declaraciones no solo cayeron mal al presidente electo. También provocaron el rechazo público del futuro secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, del ministro de Defensa designado, Javier García, y un desmarque de Manini Ríos. “No se puede decir que las cosas no se hicieron mal porque no hubo 30, tres o 300 (desaparecidos)”, afirmó en Radio Montecarlo.
Dirigentes del Frente Amplio reclamaron que Elgue no asuma su cargo en Defensa. “Justificar esos crímenes” bajo la idea de que se deben al “actuar bien” de las Fuerzas Armadas “no amerita un llamado a sala, sino directamente su destitución”, escribió, por ejemplo, la senadora y candidata a la Intendencia de Montevideo Carolina Cosse, en Twitter.
A su vez, la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos consideró que calificar el accionar de las Fuerzas Armadas en la dictadura en función de la cantidad de desaparecidos es “aberrante”.
“El subsecretario de Defensa no solo está falseando las cifras sino que está negando la historia, lo cual no nos sorprende para nada viniendo de un militar retirado que se inscribe en un partido militar que representa a una institución que ha negado sus crímenes durante todos estos años”, aseguró a BúsquedaIgnacio Errandonea, representante de la organización y también familiar de un desaparecido.
En Uruguay hay un total de 196 desaparecidos, según la Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia, indicó Errandonea.
Relató que durante una reciente reunión, la organización le advirtió a Lacalle Pou sobre “el peligro” que implicará para su gobierno esta “alianza con un partido militar (por Cabildo Abierto)”, cuyo conductor, “Manini Ríos, como comandante en jefe del Ejército, tuvo una oportunidad histórica de buscar a los desaparecidos y no hizo nada”.
“¿Por qué creer ahora en ellos?”, preguntó Errandonea.
Cabildo Abierto “defiende la política del olvido para autojustificarse”, cuando “tanto Manini Ríos como quienes lo rodean saben muy bien que hubo una planificación de los más altos mandos militares de la dictadura para hacer desaparecer a esas casi 200 personas”, afirmó.
“Defender esos delitos de lesa humanidad —continuó— es propio de una mentalidad aberrante. Y no son cosas del pasado, son del presente, porque nuestros familiares hoy todavía están desaparecidos. Y tampoco es antagónico resolver los problemas más actuales del país como la seguridad con dar respuesta a los familiares de los desaparecidos”.
Más allá de estas consideraciones, Familiares se mantendrá atenta a lo que haga el futuro gobierno, y sobre todo al “compromiso” asumido por el presidente electo.
Lacalle Pou reconoció a mediados de 2019 como un “error humano” haber afirmado durante la campaña para las elecciones de 2014 que de llegar al gobierno suspendería la búsqueda de las personas desaparecidas.
“Cometí una enorme injusticia sobre el sentimiento de familiares que no van a dar vuelta la página hasta que satisfagan la necesidad de saber dónde están sus seres queridos”, dijo, en una suerte de mea culpa, y agregó: “Dentro de lo que se pueda, información y búsqueda”.