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Aldo Perrini tenía 34 años cuando murió a causa de un paro cardíaco como consecuencia de las torturas a las que fue sometido durante los interrogatorios en el Batallón de Infantería Nº 4, en febrero de 1974. Fue detenido en un operativo militar cuando se encontraba atendiendo el negocio familiar, una heladería, en Colonia.
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En junio el Tribunal de Apelaciones de 2do turno confirmó la condena del coronel retirado José Puigvert a 22 años de cárcel como coautor del homicidio de Perrini. El general Pedro Barneix también fue procesado por el crimen, pero en 2015, cuando la policía fue a detenerlo, se suicidó.
Puigvert presentó un recurso de casación ante la Suprema Corte de Justicia (SCJ) contra la sentencia del tribunal, que mantuvo la condena dispuesta por el juez Tabaré Erramuspe a pedido del fiscal Ricardo Perciballe.
En un dictamen del 17 de setiembre el fiscal de Corte, Jorge Díaz, se pronunció a favor de rechazar el recurso. La opinión del fiscal es preceptiva pero no vinculante para los ministros de la Corte.
En el dictamen, al que accedió Búsqueda, Díaz negó que el delito se encuentre prescripto, como planteó la defensa del militar, ya que las normas de prescripción “no son aplicables a los casos de graves violaciones a los derechos humanos”. Además, rechazó el planteo de que los hechos sobre los que se acusó a Puigvert no están probados. Afirmó que la prueba analizada por el tribunal de apelaciones permitió arribar a una “certeza” sobre lo ocurrido, por lo que no puede considerarse que haya incurrido en un “absurdo evidente” que habilite su revisión. Por otra parte, la defensa argumentó que la pena impuesta es “excesivamente alta”, aunque Díaz entendió que el monto de la condena “siempre que se ubique dentro de los parámetros legales” no es revisable en casación.