• Cotizaciones
    miércoles 05 de febrero de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Fracasa el modelo de “concentrar escuelas rurales” para evitar su aislamiento; padres y vecinos resisten al cierre de locales

    La preocupación por el aislamiento geográfico, pedagógico y social que viven alumnos y maestros de las escuelas rurales llevó a las autoridades de Primaria a ensayar un “plan piloto” para atajar esa realidad. “Nucleamiento” o “consolidación” se llama el modelo que el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) puso en marcha en 2015 con la intención de concentrar en una sola escuela a los alumnos que asisten a centros cercanos y de baja matrícula. Pero la medida tuvo “escasísimo impacto” y hoy solo quedan dos “núcleos” escolares en todo el país. La resistencia de las comunidades de padres y vecinos tuvo que ver con el “fracaso” de este modelo, dijo a Búsqueda el consejero Héctor Florit y confirmó la geógrafa Sabrina Pose en un reciente estudio.

    , regenerado3

    Aunque casi la mitad de las 2.400 escuelas de educación primaria de Uruguay están catalogadas como rurales, a ellas solo asisten unos 18.000 alumnos, de un total de 250.000 matriculados en Primaria. Y de esas 1.100 escuelas rurales, unas 800 cuentan con un solo maestro. A su vez, a unas 600 de ellas concurre una decena de alumnos o menos, y a unas 250 apenas cinco o menos. Una veintena de escuelas rurales terminaron 2016 con un solo niño (Búsqueda Nº 1.935).

    Aunque casi la mitad de las 2.400 escuelas de educación primaria de Uruguay están catalogadas como rurales, a ellas solo asisten unos 18.000 alumnos, de un total de 250.000 matriculados en Primaria.

    El “plan piloto” de Primaria para concentrar escuelas rurales buscó romper el aislamiento físico y social al que se ven expuestos niños y maestros de establecimientos pequeños y distantes de centros poblados. La modalidad fue aplicada inicialmente en los departamentos de Artigas, Rivera, Cerro Largo y Paysandú, con ocho escuelas nucleadas. Las autoridades del CEIP pretendían extender este modelo al resto del país, en particular al norte de Uruguay, que es donde las escuelas rurales están más dispersas y donde en general hay menor población, explicó Irupé Buzzetti, la directora general del Consejo (Búsqueda Nº 1.826).

    El modelo de nuclear escuelas para combatir el aislamiento de la educación rural comenzó a discutirse cuando Germán Rama presidía el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), durante el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti (1995-2000). La reforma educativa impulsada por Rama pretendió aplicar dos medidas polémicas en el ámbito rural: la consolidación mediante el cierre del 50% de escuelas, y el proyecto de los “buses escolares” para acercar a lo alumnos de centros cercanos y con baja matrícula. Pero, en la práctica, este modelo tampoco tuvo continuidad.

    Perspectiva centralista y urbana.

    La histórica migración campo-ciudad, acelerada por los cambios introducidos por los nuevos modelos productivos, así como la baja fecundidad, el aislamiento y el envejecimiento poblacional acentuaron la disminución de la matrícula en las escuelas rurales. De hecho, Uruguay presenta hoy “la menor matrícula de alumnos en décadas”, aseguró a Búsqueda el director del Departamento de Educación para el Medio Rural del CEIP, Limber Santos.

    Sin embargo, la cantidad de centros se mantiene relativamente estable en los últimos años. “Todos los años se cierran unas cinco escuelas rurales promedio por falta de niños, pero también se reabren algunas”, porque las familias se trasladan de un medio rural a otro en busca de trabajos zafrales, dijo Santos.

    A diferencia de los países que fijan un mínimo de alumnos por escuela para habilitar un local educativo, en Uruguay, mientras haya un niño, la escuela se mantiene abierta. El cierre de las más pequeñas no es tan redituable para el Estado, según el funcionario, porque el transporte diario de alumnos a otra sede, sumado a la precaria caminería rural, resulta “más costoso que mantener la propia escuela”.

    La histórica migración campo-ciudad, acelerada por los cambios introducidos por los nuevos modelos productivos, así como la baja fecundidad, el aislamiento y el envejecimiento poblacional acentuaron la disminución de la matrícula en las escuelas rurales.

    Para este maestro y experto en educación rural, “la escuela es muchas veces la única presencia del Estado, aun más que los servicios de salud o la Policía, y por eso las comunidades locales la defienden con uñas y dientes, como parte de su territorio simbólico”.

    Entre las estrategias implementadas para superar las dificultades del asilamiento asociado a la baja matrícula de las escuelas, se destacan en Uruguay dos modelos tradicionales: el de concentrar escuelas y el de agruparlas. Y cada uno va asociado a una lógica espacial, pedagógica y social diferente, comentó a Búsqueda la geógrafa Sabrina Pose.

    La concentración o nucleamiento implica que aquellos alumnos que asisten a escuelas de baja matrícula se concentren en una sede central para recibir una “mejor oferta educativa”. Se trata de la política seguida por Rama en la década de los 90 y que el actual gobierno de izquierda retomó a mediados de 2015. Según la circular N° 89, que establece el “reglamento de nucleamientos”, la distancia entre las escuelas no debe superar los 15 kilómetros ni tener una matrícula mayor a 15 alumnos.

    El modelo introduce cambios pedagógicos. Hoy, unos 800 de los 1.700 maestros rurales enseñan diferentes materias en el régimen de grupo “multigrado”, es decir que atienden a alumnos con diferentes edades en una misma aula. Al nuclear escuelas ya no hay un solo maestro sino varios, y si bien continúa el régimen de multigrado, cada educador enseña sobre las materias más afines y, además de las asignaturas tradicionales —matemática, lengua, ciencias naturales, ciencias sociales—, se integran otras que forman parte del programa pero que suelen darse con menor frecuencia por falta de tiempo o formación, como educación artística, educación física y segundas lenguas.

    Este modelo, que implica el traslado diario de los niños a la escuela sede, “debilita en algunos casos el vínculo con las comunidades de origen, un tema muchas veces menospreciado por quienes toman las decisiones, sesgados por una perspectiva centralista y urbana”, concluyó Pose en su tesis de Grado Impacto territorial de los modelos de agrupamiento y concentración de escuelas rurales y su incidencia en su desarrollo, para la obtención del título de licenciada en Geografía por la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, fechada en octubre de 2017.

    Hoy, unos 800 de los 1.700 maestros rurales enseñan diferentes materias en el régimen de grupo “multigrado”, es decir que atienden a alumnos con diferentes edades en una misma aula.

    Un elemento clave para entender la falta de anclaje de esta política educativa, según Pose, es el artículo 14 de la circular de Primaria, que expresa que para consolidar escuelas “se deberá contar con la aceptación de la propuesta por parte de las comunidades”. Así es que los proyectos no fueron aceptados, en la mayoría de los casos, de buenas a primeras y, finalmente, naufragaron.

    En total, se pusieron en marcha ocho planes piloto de nucleamientos de octubre a diciembre de 2015. La propuesta se financió provisoriamente y ya no se incluyó en el presupuesto de 2016, año en que continuaron funcionando solo tres “núcleos”: las escuelas N° 30 y N° 60 de Cerro Largo y la N°19 de Paysandú, que también dejaría de funcionar en diciembre de 2016.

    En consecuencia, apenas dos de los ocho nucleamientos originales de 2015 permanecen activos, y en el caso de la escuela N° 60, “La Mina”, la disconformidad de los padres llevó a la recolección de firmas para que el tema sea tratado en la Junta Departamental, en busca de aval político para torcer un plan “inconsulto”. En Paysandú y Tacuarembó existió la propuesta de “nuclear” mas escuelas, pero dado que los vecinos tampoco estaban de acuerdo, el proyecto quedó en la nada.

    La mística rural.

    El modelo que mejor se adapta a la realidad uruguaya para combatir el aislamiento es el de agrupar escuelas pequeñas y geográficamente cercanas para que los niños socialicen a través de actividades conjuntas coordinadas por los maestros y directores, opina Santos. El problema, concede, es la periodicidad de esos encuentros —algunas escuelas se reúnen una vez al mes y otras apenas una vez al año—, debido en parte a los costos del transporte y a su carácter voluntario.

    Hoy en Uruguay casi el 90%, de las escuelas rurales funcionan bajo la modalidad del agrupamiento, que “asegura la independencia administrativa” de cada escuela.

    Si bien este modelo no está presupuestado a nivel del CEIP, sí es reconocido a nivel técnico por el Departamento de Educación para el Medio Rural. Su director dijo que el formato es tenido en cuenta al momento de implementar las políticas. “El agrupamiento permite a un conjunto de escuelas trabajar en un proyecto común y compartir recursos, al tiempo que los niños se ven, socializan y eso genera comunidad”, destacó.

    Hoy en Uruguay casi el 90%, de las escuelas rurales funcionan bajo la modalidad del agrupamiento, que “asegura la independencia administrativa” de cada escuela.

    Primaria hoy se muestra escéptica sobre los resultados de estas modalidades. “Intentamos esta experiencia de los nucleamientos con escasísimo impacto, y también están los agrupamientos para evitar el aislamiento. Pero nada de esto atiende el problema estructural del servicio”, afirmó el consejero Florit, consultado meses atrás.

    Florit dijo estar a favor de “consolidar escuelas”, y sostuvo que “el mejor sistema, cuando la población está dispersa o aislada, es el del internado de niños, más transporte con buses”. Para este maestro, “hay que separar la escuela del centro social de la comunidad, porque los niños no pueden ser rehenes de que los adultos precisen un centro de referencia social”.

    Opinó que es “un tema terriblemente complejo, estructural e insoluble si no hay capacidad de plantearlo y discutirlo en serio”, y en ese sentido llamó a “matizar el folklore” sobre la escuela rural.