Free shops y protocolos

En los free shops ubicados cerca de la frontera, los trabajadores se muestran todos de buen humor. Detrás de las mascarillas se notan las sonrisas y, ante la primera posibilidad de diálogo, expresan su satisfacción por la reapertura que el gobierno habilitó hace algunas semanas. Además, lamentan haber cerrado durante tanto tiempo y defienden sus comercios como lugares seguros. En todos ellos se toma la temperatura al ingresar, se coloca alcohol y cada pocos pasos el cliente se encuentra con carteles que señalan la obligatoriedad del uso de tapabocas. Incluso en uno de los free shops se insiste con esa medida a través de parlantes.