En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
+
Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad
Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.
Suscribite a Búsqueda
DESDE
UYU
299
/mes*
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En cualquiera de las dos posibilidades la conclusión es la misma. Ya sea que tenga razón Astori o que la tenga Orrico (ex soldado parlamentario de Astori, ex director del Sodre en el que Astori perdió la confianza después de su declaración en el BPS), la moraleja de todo este absurdo berenjenal en el que quedó envuelto el ministro de Economía y su sector es, sin dudas y nuevamente: qué mal se rodea Astori, mamita. Si quieren sáquenle el “mamita” para que suene más a moraleja. Supongamos que Orrico tiene razón, ¿por qué quienes se encargan del tema administrativo en Asamblea Uruguay —la mujer de Danilo en este caso— dejaron llegar hasta ese punto sin retorno el problema? Transformaron algo que se arreglaba con plata y bajo cuerda en un bochorno público, que los deja a merced de una de las prácticas que más disfruta la gente: actuar como policía de la moral. En el caso contrario, que Orrico le haya generado este desastre, el problema sigue siendo el mismo: Astori debe ser la persona que peor se rodea en el mundo. Maradona elige mejor a su entorno. El drama es que no sabe a quién tiene al lado, eso es mucho peor que elegir mal; tiene una habilidad especial para persistir en el error y llevarlo hasta las últimas consecuencias. Repasemos.
, regenerado3
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Lo de Bengoa fue inolvidable, Danilo no le soltó la mano hasta que empezó a sentir el calor del fuego que ya había consumido ¾ partes del cuerpo de su amigo, y estaba a punto de chamuscarlo a él mismo. Se paseó con Bengoa en llamas, de la mano, durante meses, y nadie le dijo o lo pudo convencer de que lo soltara. Nunca entendió el mecanismo político en casos de urgencia: el pez chico se las arregla como pueda y el pez grande salva su nombre para batallas importantes, esa es la lógica, no que un ministro de Economía y una de las tres figuras del gobierno en los últimos 15 años deje todo para defender a un pelagatos que hizo una bandideada en la IMM. En términos de ajedrez, lo que hizo fue salir a defender un peón con la reina, algo que no haría ni uno de nuestros adolescentes estrella con menor puntaje en las pruebas PISA.
La de Lorenzo y Calloia ni se la cuento, se la llevaron todos de arriba por la picardía de Mujica de montar un escenario falso a la vista del público —el remate— y acomodar las cartas tras bambalinas mientras la gente se entretenía con la performance; típico giro tupamaro, eternos adoradores de la puesta en escena. Y como suele suceder con los proyectos tupamaros: no salió bien. De todas maneras, Danilo salió magullado como siempre e insistió en el error: Lorenzo fue candidato a diputado en la lista del Nuevo Espacio y quiso meter a Calloia al frente de la Comisión Nacional para el Desarrollo; le gusta más defender procesados que ir a ver a Falta y Resto al tablado de Malvín.
Este año lleva tres al hilo. La última es esta de los aportes al BPS, pero ya había tenido la de Remersaro (integrante del Ministerio de Economía) y el apartamento alquilado devenido en casa de masajes. En diciembre había sido tapa del “Bocón” , pero les pareció que no iba a traer problemas se ve, y la dejaron correr. Nadie en Asamblea Uruguay le preguntó a Remersaro, de diciembre a junio: “Che, ¿y en qué anda el bulo ese llenito de changos que tenés en alquiler? ¿Viene bien la cosa?”. Y Remersaro no se enteró de que era ella. Había dejado en manos de una amiga la gestión del apartamento y cuando se informó ya era tarde. Aparentemente el problemita de Astori de no saber rodearse es un virus con el que ya infectó a unos cuantos en el Ministerio de Economía, o genera un respeto y veneración tan grande ahí adentro que empiezan a imitarlo sus subalternos. Lo que le hizo la amiga a esta Remersaro no tiene nombre: le metió un putero en el apartamento que le dio para arrendar y la dejó sin trabajo. En realidad sí tiene nombre: se llama hija de puta y le arruinó la vida. La otra del 2016 fue Sanmaratonino: el hombre que se contrataba a sí mismo para organizar las maratones y corridas de la IMM. Era de Asamblea Uruguay y a Daniel Martínez no le pareció problemático que estuviera en los dos escritorios. Se juntaron Daniel Martínez y Astori, dos potencias.
Al final el que menos problemas le trajo fue Pintado. Un jacuzzi en una oficina paralela para reuniones importantes y un personal trainer observado por el Tribunal de Cuentas. Quedate con ese, Danilo, nunca le sueltes la mano a Pintado, ese es tu hombre.
Me gustaría cerrar esta enumeración de ineptitud social, con las palabras sobre Astori de un pensador uruguayo que filosofa para la Deutsche Welle: “Siempre está por ser presidente y va a seguir ahí porque no tiene picardía, le falta maldad”. Sin picardía ni maldad no se puede ganar en ningún deporte de contacto, ni en el truco, no se puede trabajar en la aduana, y no puede ganarle a nadie en la política; ¿saben cuál es el deporte que practica Danilo Astori? El tenis. El deporte sin maldad ni picardía por definición, que además se juega solo”.
