Antes de la pandemia de Covid, la industria manufacturera acumulaba varios años de estancamiento que terminaron en un desempeño recesivo en 2019 y el cierre de algunas plantas de renombre que se dedicaron a importar o dejaron de operar por problemas de competitividad, como Citrícola Salteña, Sherwin Williams, Colgate-Palmolive y Fleischmann. En 2020 la actividad fabril volvió a caer, golpeada por la menor demanda externa y el impacto global del coronavirus. Tras esos malos años, en 2021 el sector tuvo una “fuerte reactivación” y demostró una “elevada capacidad de resiliencia y flexibilidad para afrontar coyunturas complejas”, dijo a Búsqueda la directora nacional de Industrias, Susana Pecoy.
Hacia adelante, la buena coyuntura de precios y mercados que atraviesan los rubros más tradicionales –vinculados al agro– pauta para el “futuro inmediato” perspectivas “auspiciosas”, añadió la jerarca.
“El sector cárnico continuará pujante y vemos una recuperación en la industria láctea. La metalúrgica y metálicas básicas también se verán favorecidas por las obras de gran magnitud, como la de UPM, que se extenderá hasta fin de este año”, amplió.
Para el presidente de la Cámara de Industrias (CIU), Alfredo Antía, la coyuntura muestra un “vaso medio lleno” ya que el sector “se recuperó de la pandemia” produciendo más que en 2019 y alcanzó niveles “de los más altos desde 2014”. También recuperó “todos los puestos de trabajo que se destruyeron tras la llegada del Covid”, destacó a Búsqueda.
Al considerar el “vaso medio vacío” y en una mirada de largo plazo, el dirigente empresarial se refirió a “una década perdida”. Explicó que en 2021 la producción del sector fue “casi la misma que en 2011, con una importante caída de empleo”.
Y agregó que hace “algunos meses” la recuperación de puestos de trabajo con la que cerró el 2021 entró en una “meseta” y no se observa que “en las condiciones actuales, la industria sea una fuente importante de creación de nuevos puestos” en 2022.
Nivel récord
Sin considerar la refinación de petróleo que realiza Ancap en La Teja, la producción industrial en 2021 fue 12,3% mayor que en 2020. Eso surge de comparar valores promedio anuales del Índice de Volumen Físico (IVF), informó el viernes 11 el Instituto Nacional de Estadística. Y si se analiza sólo el “núcleo duro” –o sea, la actividad de las ramas manufactureras excluyendo la producción de pasta de celulosa y de concentrados de bebidas en zonas francas–, el incremento fue algo mayor (13%).
“Estamos en un nivel récord de producción industrial”, que “también creció respecto a la era precovid”, dijo el martes 15 la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, refiriéndose al desempeño del cuarto trimestre en la presentación que realizó sobre la situación y perspectivas macroeconómicas en general (ver página 24).
Al comparar con el 2019 –el año anterior a la pandemia de Covid-19–, el sector se expandió 6,6% (sin refinería) y 5,9% su “núcleo duro”, analizó el Observatorio del Ministerio de Industria (MIEM). En el bienio 2020-2021, el índice de difusión industrial se ubicó en 52%: 28 de las 53 ramas aumentaron la producción.
Si bien la actividad de las fábricas se recuperó y superó en el último año los niveles prepandemia, el núcleo duro industrial había tenido un comportamiento recesivo en 2019 en relación al 2018 (caída de 2,5%).
Por ramas, las tres que incidieron más positivamente en el crecimiento de la producción del conjunto del sector en 2021 fueron “Matanza de ganado y otros animales (excepto aves) conservación y preparación de sus carnes” (33,6%), seguida por “Elaboración de comidas y platos preparados; elaboración de otros productos alimenticios” (19,5%) y “Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques” (122,8%).
En contrapartida, cayeron “Elaboración de productos de molinería de arroz y elaboración de aceite de arroz” (13,6%), “Destilación, rectificación y mezcla de bebidas alcohólicas; elaboración de vinos” (16,2%), “Reparación de productos elaborados de metal, de equipo eléctrico y de transporte, excepto los automotores” (12,9%), entre otras.
En cuanto a los indicadores laborales del sector, los datos muestran que la industria recuperó empleos (5%) en 2021, frente al año previo. Sin embargo, el personal ocupado y las horas trabajadas se redujeron 4,6% en comparación con 2019, lo que refleja el crecimiento de la “productividad aparente” de la mano de obra en el sector, señaló el MIEM en su informe.
Pecoy interpretó los datos como una muestra de “resiliencia” del sector, y también aludió a las políticas impulsadas por el gobierno para afrontar el impacto económico generado por el Covid-19. “La prueba más evidente es que el volumen de producción superó los niveles previos a la pandemia, y fue acompañado por el aumento del personal empleado y de las horas trabajadas” en 2021, añadió.
“De todas formas, debemos seguir trabajando para generar las condiciones que permitan consolidar a un sector que es clave en la creación y mantenimiento de empleos calificados”, agregó.
De hecho, según datos informados el martes 15 de un relevamiento realizado por la CIU, la utilización de la capacidad instalada se ubicó en 66% en el tercer trimestre del año pasado, manteniéndose en “valores históricamente reducidos”. Según la gremial, la mayoría de los empresarios consultados señaló que ello se debe a “aspectos vinculados a la competitividad en el mercado interno” (en especial los de las ramas de químicos, plásticos, productos metálicos y maquinaria y equipos) y en el externo (en el caso de textil, vestimenta, cuero, entre otras).
Exportaciones
Las exportaciones industriales explicaron buena parte de la recuperación que tuvo la producción manufacturera el año pasado.
Según estadísticas analizadas por la CIU, la colocación de manufacturas de origen agropecuario creció 30% en 2021, en comparación con la prepandemia (pasaron de US$ 3.789 en 2019 a US$ 4.918 millones).
En tanto, las ventas al exterior de manufacturas de origen industrial (MOI) —excluyendo del análisis a las zonas francas— crecieron 10% respecto al 2019 (de US$ 1.194 millones a US$ 1.315 millones). Fueron el 13% de las exportaciones totales del país. A su vez, dos empresas del rubro automotriz (Euro Automotriz y Yazaki Uruguay) y otras tres del sector plástico, químico y pinturas (Cristalpet, Oxiteno Uruguay y Pinturas Inca) fueron las principales exportadoras en esa categoría que tuvieron por destino la región. Esas cinco firmas colocaron US$ 358 millones, el 27% del total de exportaciones de MOI de 2021.
Antía destacó que las exportaciones al Mercosur se incrementaron 35% en comparación al 2020 y lo hicieron 18% contra el 2019. Subrayó que ese mercado es el que recibe la mayoría de las colocaciones industriales de origen no agropecuario, que aportan “mucho valor agregado y empleo”.
Para este año, se refirió a la expectativa de que los precios internacionales “sigan firmes”, como uno de los factores positivos que alentarán las exportaciones y permitirían sostener “los márgenes”.
En contrapartida, dijo, la baja del tipo de cambio y la “persistencia de altos precios de los energéticos, que son insumos básicos para la industria”, constituyen elementos que “tironean para abajo”.