Según el presidente Luis Lacalle Pou, hoy los “procesos de sostenibilidad, de cuidado y de construcción del ecosistema son posibles porque tenemos una generación que es mucho más consciente del mundo en el cual vive, es más generosa y tiene mayor información”. Desde esa visión positiva enfocó su exposición en el I Foro de Sostenibilidad organizado por el banco BBVA el pasado martes 18.
El mismo evento reflejó en sus actividades que aún existen muchos aspectos que todavía no se acompasan a ese cambio de mentalidad y que limitan el avance del país hacia una descarbonización de la economía.
Uno de los paneles de discusión celebrados en la instancia, que reunió a autoridades de gobierno, actores privados y especialistas, se centró en el rol de las intendencias departamentales en la gestión de residuos en Uruguay, un tema que provoca dolores de cabeza en el plano local y nacional. En esa línea, el intendente de Flores y presidente del Congreso de Intendentes, Fernando Echeverría, afirmó que hoy una de las principales preocupaciones en relación a la gestión de residuos es la situación de los vertederos en todo el país.
Según dijo, “son muy pocos los departamentos que han logrado avances” en este tema, aunque destacó el trabajo llevado adelante con el Ministerio de Ambiente a través del que se propone cerrar el 100% de los vertederos a cielo abierto hacia 2025. Incluso, el presidente aseguró durante su exposición que la meta es eliminar 59 vertederos en todo el territorio en lo que resta de esta administración.
“En muchos municipios hay una gran preocupación y también hacen falta recursos económicos. Pero hoy el gobierno ha dispuesto recursos para comenzar a transitar ese camino y quienes tenemos responsabilidades tenemos que actuar en consecuencia e involucrar a la sociedad y a la parte empresarial”, opinó Echeverría.
La clave, agregó el intendente, es que a los vertederos llegue la menor cantidad de residuos posible. Y para eso, es necesario aplicar políticas departamentales que se articulen con una política nacional que permita “poner en valor esos residuos y así generar una economía circular”.
“Tenemos que ser capaces de generar ese circuito, impulsar nuevos emprendimientos, generar beneficios fiscales y promover productos reciclados. Hay que ser creativos”, enfatizó.
Guillermo Moncecchi, director de Desarrollo Ambiental de la Intendencia de Montevideo (IM), estuvo de acuerdo con este punto. Según indicó durante su participación en el panel, “la valorización y la recuperación se vuelve algo cada vez más importante”.
En ese marco, el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, aseguró que su departamento se ha posicionado “muy bien” a escala nacional en temas de valorización de residuos, al recuperar hoy el 17% de los envases reciclables que se disponen. Sin embargo, hizo referencia al “negocio de la basura”, al explicar que si bien muchas veces llegan propuestas concretas, por lo general no es fácil ponerlas en marcha cuando “se hacen los números”.
Debido a eso, Echeverría opinó que además que contar con el apoyo del Estado, es necesario buscar asociaciones estratégicas que permitan que la valorización de residuos “realmente se efectivice”, así como trabajar en la creación de herramientas e incentivos para que los productos reciclados tengan una mejor colocación en el mercado.
“En todo el interior del país estamos con la problemática de los productos usados en la producción agropecuaria, como los fitosanitarios, las bolsas de silo, las mangueras de riego... Hoy hay un proceso de articulación para tratar de encontrar una solución definitiva”, indicó.
Por su parte, Moncecchi opinó que si bien la valorización debe ser una política de Estado —de forma que este subsidie actividades para estimular la recuperación—, es importante “no llegar a extremos” ni impulsar “soluciones mágicas” inaplicables económicamente bajo el argumento del cuidado ambiental.
“No podemos pretender que todo sea autosustentado por el privado pero sí entender las conveniencias. Hoy el equilibrio alrededor de los residuos tiene que ver con la economía tradicional, lo ambiental y lo social”, comentó.
El problema de los bajos índices de recuperación en el país también fue abordado por el presidente de la Cámara de Industrias (CIU) , Fernando Pache, quien se refirió durante el evento a la aplicación de la llamada Ley de Envases. Es que hoy la legislación vigente prevé obligar a las empresas a recuperar un 30% de envases y materiales reciclables a diciembre de 2023 y un 50% a diciembre 2025.
“Es un salto cuantitativo gigante pasar del 4% (el promedio de lo que se recupera hoy) al 50%”, opinó Pache. Para ello, señaló que la CIU trabaja actualmente en el Plan Vale, una iniciativa que permitirá alcanzar diferentes acuerdos con las 19 intendencias del país para lograr esos objetivos. Hasta el momento, informó, se llevaron a cabo media docena.
Por otro lado, afirmó que hay “margen para mejorar” la recuperación armando equipos de trabajo en todos los departamentos y mediante la diversificación de puntos de entrega” de los envases, con el apoyo del marco regulatorio. Además, para cumplir con la meta establecida el plan prevé un sistema de depósito de parte del consumidor por cada envase que se devuelve una vez que lo retorne, similar a lo que sucede con las botellas de PET y de vidrio reciclables.
El objetivo, recalcó, es recuperar más de 50.000 toneladas anuales de materiales como vidrio, plásticos, metales, cartones, papeles y multilaminados, entre otros.
Regionalización
Para Orsi, el “eslabón más débil” de Canelones es la disposición final, señaló en referencia a la construcción de un vertedero que originalmente se pensó instalar sobre el arroyo Solís Chico, y que tras una fuerte polémica quedó en “stand by”.
Cuestionó también que se deban encontrar “19 soluciones distintas”, una por cada departamento, y puso sobre la mesa una vieja discusión como es la “regionalización” de la gestión de residuos. El jerarca afirmó que Uruguay tiene “un diseño institucional que no va de la mano con las novedades tecnológicas y las necesidades ambientales”, por lo que sería bueno imaginar modelos “bastante más acordes con los tiempos que corren”.
“Nuestras propias inercias y diseños institucionales, como la autonomía departamental, nos impiden ir hacia alternativas de carácter más macro”, criticó.
La regionalización de la gestión también juega un rol importante en cuanto a las inversiones, agregó Echeverría, ya que generalmente trabajar en localidades donde se generan volúmenes pequeños no resulta rentable.