Un viaje directo al apogeo del rock de la posdictadura. Y a una de sus piedras fundamentales. El segundo disco de Los Estómagos llegó a las bateas, en vinilos y casetes, de la mano del sello Orfeo, a fines de 1986.
En vinilo: Los Estómagos
Un viaje directo al apogeo del rock de la posdictadura. Y a una de sus piedras fundamentales. El segundo disco de Los Estómagos llegó a las bateas, en vinilos y casetes, de la mano del sello Orfeo, a fines de 1986.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáAhora, 36 años después, vuelve a girar en el tocadiscos, editado por Bizarro, propietario de ese inmenso e histórico catálogo. En la misma sintonía punk de Montevideo agoniza, de Los Traidores, La ley es otra sonó —ya desde su nombre— como un explícito grito de rebeldía frente a lo recién establecido.
Desembarcó con un exitazo llamado En la noche. Eran tiempos en los que una canción que dice Desangrada en gritos / Cae la noche sobre la ciudad / Mira la venganza / Se escabulle en la oscuridad podía pegar fuerte en las radios. Tiene varias gemas del cuarteto, en clave pospunk (Vicios, Esa pasión, Hijos del imperio) y punk a secas (Solo, La canción y Penicilina).
Exhibe como nunca antes ni después el ensamble entre la guitarra de Gustavo Parodi y el bajo de Fabián Hueso Hernández, que comparten el protagonismo tímbrico en los 12 temas. Y es una estupenda muestra letrística de un Gabriel Peluffo con apenas 20 años. Semillas, furibunda patada al pecho de los represores militares, recuerda y advierte: Los muertos esperan en la oscuridad (…) invaden tus sueños de pesar (…) encontrarás en el polvo del polvo, semillas.