• Cotizaciones
    miércoles 15 de enero de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    La automatización productiva en Uruguay es un fenómeno de “larga data” que no destruyó más empleos que los creados

    “No parece realista afirmar” que se perderán puestos de trabajo “masivamente” en el futuro, según la OPP

    “Varios amigos me dicen que sus hijos trabajan desde la casa”, un “rato para una empresa de acá a la vuelta” y otro para una en Singapur, con flexibilidad horaria y contractual. El “proceso tecnológico ya está pasando” en Uruguay, generando “enormes” oportunidades” y riesgos”, reflexionó el presidente del Banco Central, Mario Bergara, al disertar el jueves 7 en un seminario organizado por CAF-Banco de Desarrollo de América Latina en Washington DC.

    Un estudio elaborado por la Dirección de Planificación de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) señala que el proceso de automatización de la producción en Uruguay es, de hecho, de “larga data” y, sin embargo, hasta ahora no ha provocado una pérdida neta de empleo. Es que si bien se destruyeron algunas ocupaciones, el cambio tecnológico también impulsó la creación de otras nuevas, como la de desarrollador de software, de páginas web para ventas online y aplicaciones, o de técnico en mantenimiento de equipo. Por tanto, “no parece realista afirmar que se destruirán masivamente empleos”, asegura.

    Ese análisis, sin conclusiones dramáticas, forma parte de una serie de estudios orientados a definir una “estrategia nacional de desarrollo” hacia el 2050. La Dirección de Planificación entiende que, a largo plazo, es conveniente “favorecer la incorporación de tecnología” dado los “indudables efectos económicos asociados, tales como el incremento de productividad y la producción”, indica en un documento, al que accedió Búsqueda y que fue presentado el jueves 14. Agrega que es necesario preguntar si, hacia delante, “es socialmente deseable” mantener personas haciendo tareas que “podrían ser realizadas de forma automatizada, con la contracara de que esos trabajadores no estarán disponibles para desempeñarse en otras actividades, donde generarían riqueza genuina incremental”. Eso en un contexto con “firmes tendencias demográficas” de caída en la tasa de actividad dentro de pocas décadas, lo cual hará imperioso un aumento de la productividad que más que compense dicho descenso.

    El documento —titulado Automatización y empleo en Uruguay; una mirada en perspectiva y en prospectiva— concluye que el riesgo de sustitución por máquinas o computadoras de los empleos en Uruguay supera al de países desarrollados, pero su tendencia fue decreciente en las últimas décadas.

    Enfoques de riesgo

    El análisis señala que busca aportar elementos a un debate y reflexión social y, a su vez, generar insumos para el diseño e implementación de políticas públicas en la temática. Apunta que, en torno a la incorporación de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones, en ocasiones predominan las visiones negativas del “fin del empleo” y de la ocupación de robots en los puestos de trabajo, cuando estrictamente el “fenómeno de la automatización está lleno de matices en cuanto a sus efectos” en el mercado laboral.

    Identifica el origen de la actual “revolución” tecnológica en los años 70 y señala que está en una fase más madura de difusión mundial a partir de avances de la automatización, robotización e inteligencia artificial.

    Desde la perspectiva de Uruguay, a partir de diversos enfoques analíticos, el estudio indaga sobre el efecto que la automatización ha tenido en el empleo, aunque aclara que se hace muy complejo analizar su impacto aisladamente dado que al mismo tiempo en las últimas décadas se produjeron importantes modificaciones en la oferta y demanda de trabajo (con la caída de la actividad en algunas industrias manufactureras, crecimiento de ciertas actividades terciarias y expansión del comercio internacional).

    Con uno de los enfoques de análisis, la Dirección de Planificación halló que los cambios en los empleos en Uruguay entre 2000 y 2014 llevan a que la intensidad de las tareas manuales rutinarias decrecieran levemente al final del período, y que aumentaran la de las tareas cognitivas.

    Por sectores, constató que algunas ocupaciones mostraron una tendencia significativa propia que no responde a factores sectoriales para los períodos 1984-1999 y 2000-2011. Por ejemplo, creció el empleo en la categoría de “otros profesionales en ciencias sociales y programación”, que incluye a cientistas sociales y programadores informáticos (este último aumentó debido a cambios tecnológicos). Algo similar ocurrió en empleos de oficina.

    En contrapartida, actividades como la de lavandero, operador en fabricación de alimentos y de textiles cayeron incluso mucho más que la actividad de sus propios sectores, evidenciando “algún grado de sustitución de esa ocupación en el proceso productivo”.

    Tal enfoque de análisis permite concluir que en Uruguay hubo un traslado paulatino hacia empleos más intensivos en tareas cognitivas y menos en tareas manuales.

    Con una perspectiva de futuro, la Dirección de Planificación ya había calculado un riesgo de automatización de 65% en promedio para Uruguay (frente a 57% para los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) para un horizonte de dos décadas.

    Por ocupaciones, entre los sectores con menor proporción de empleos con alto riesgo de automatización se encuentran: enseñanza y salud; información y comunicación, y las actividades profesionales, científicas y técnicas.

    A su vez, el riesgo para el medio rural es de 79%, de 70% en las localidades del interior con menos de 5.000 habitantes, 65% para las más grandes, y 61% en Montevideo.

    Por nivel educativo, el riesgo decrece a medida que aumentan los años de estudio: llega a 74% para quienes no completaron primer ciclo de secundaria, 71% para los que lo terminaron, 65% para los que finalizaron el segundo ciclo de secundaria, y de 27% para aquellos con algún año de educación terciaria. El riesgo baja muy levemente para las personas con primer ciclo de secundaria finalizado en relación a quienes solo poseen educación primaria; esto podría indicar que las habilidades obtenidas en secundaria ya no constituirán un salto relevante para desempeñarse en el mercado de trabajo en las próximas décadas y estaría señalando la necesidad de dirigirse hacia la generalización de la educación superior, subraya el estudio.

    Si bien el riesgo promedio por sexo es similar, los ocupados varones con bajo nivel educativo suelen ser de sectores altamente automatizables, como la construcción, la producción rural o industrial. Mientras, una mayor proporción de mujeres con pocos años de estudio se emplean en áreas con riesgo de automatización mediano, como servicios de limpieza, salud y cuidados.

    Por edades, los menores de 30 años son los más expuestos al riesgo de ser sustituidos por una máquina; la curva alcanza un mínimo entre 30 y 50 años, para luego aumentar en tramos más avanzados.

    El documento afirma que el riesgo de automatización es predictivo en el sentido de que a una persona que se desempeñe en una tarea con alto riesgo de automatización le será crecientemente difícil encontrar un nuevo trabajo en la misma ocupación si estuviera desempleado. Estos resultados son coincidentes con otros, según los cuales la automatización es un fenómeno presente actualmente, y desde hace décadas, en Uruguay.

    Puntualiza que los más jóvenes estarían contando con más herramientas para hacer frente a estos procesos, pero no se puede concluir si llegaron a ellas gracias al sistema educativo formal o simplemente por una mayor familiaridad con las nuevas tecnologías.