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Si algo tienen en común los músicos de la grilla del Festival Medio y Medio es que sus visitas al establecimiento cultural y gastronómico de Punta Ballena, que en 2024 va por su 28ª temporada, suelen convertirse en los primeros encuentros en vivo con un público.
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El fin de semana del viernes 26 y el sábado 27 de enero el festival recibió, respectivamente, los regresos a los escenarios del grupo Bandalos Chinos y el músico Dillom. Son dos propuestas que, bajo una reformulación de las posibilidades pop y el rap, han demostrado una notable evolución en los últimos años.
Algunas métricas digitales evidencian su crecimiento. En Spotify, Bandalos Chinos cuenta con 1.4 millones de oyentes mensuales, según datos de la plataforma. Su disco BACH, publicado en 2018, supera las 5 millones de reproducciones en YouTube, sitio que supo bendecirlo y posicionarlo como el disco inmediatamente recomendado detrás de otras propuestas musicales aledañas.
Dillom comparte una popularidad similar pero un mayor crecimiento exponencial, con 2 millones de oyentes mensuales en Spotify y con su primer álbum, Post mortem (2021), superando los 3.9 millones de reproducciones.
Tanto Dillom como Bandalos Chinos coincidieron en abrir en Medio y Medio un nuevo año para sus carreras, que ahora comparten al mercado iberoamericano como su próximo lugar de conquista. Ambas bandas demostraron también el peso de una figura frontal carismática gracias a las sensibilidades performativas de Gregorio Goyo Degano, cantante y fundador de Bandalos Chinos, hasta la chabacanería cariñosa de Dillom, también conocido Dylan León Masa.
Fiesta pop
La escala de un escenario como el de Medio y Medio, ni grande ni chico (con capacidad para unas 600 personas), y al aire libre, permite una cercanía con el público que los Bandalos supieron explotar desde el primer momento de su show, cuando abrieron con uno de sus últimos éxitos, Mi fiesta, de su álbum El Big Blue (2022). Aquel disco significó un camino de canciones más despojada del estruendo que fue su precursor, Paranoia Pop (2020), pero en vivo el grupo combina lo mejor de dos dos mundos: el romanticismo de sus canciones es desplegado con una apuesta en vivo más que entretenida, apoyada en el espíritu festivo del funk y desplegando algunos viejos trucos del rock que nunca fallan, como un solo de guitarra incendiario.
Fue un arranque al que le faltó algo de calentamiento, tanto arriba del escenario como desde el diseño de sonido hacia el público, pero para la segunda canción, Paranoia Pop, la fiesta de Bandalos Chinos inició y no se detuvo. El septeto argentino demostró por qué su show es uno de los más animados de la escena del indie rioplatense y Goyo hizo lo mismo con su liderazgo como vocalista, con un dominio absoluto de su voz aguda, sus movimientos sincronizados y una energía contagiosa. A Bandalos le sobran estribillos pegadizos y su set los fue desplegando poco a poco, con Departamento, Cállame y Demasiado como algunos de los ejemplos con mayor acompañamiento por parte del público. El cierre fue con Vámonos de viaje, su canción más popular y una oda al espíritu easy listening que permea alrededor de las canciones de los bonaerenses.
Al hueso
Dillom, con un show más breve pero doblemente fuerte en su conmoción en comparación con sus colegas, volvió a los escenarios tras uno de sus mejores años como artista. Si en Bandalos Chinos primaron los coros, los colores y el baile, en Dillom el disfrute estuvo en el impacto. Con un público con un mayor predominio en la franja etaria de los 20, que clamaba por el joven rapero con gritos desde temprano, el reencuentro del músico con Uruguay después de su participación en el festival Cosquín Rock fue una muestra ferviente de su crecimiento en los dos últimos años.
Dillom se presentó con su banda de fieles escuderos músicos (Fermín, Haye, y Gringo 666) y desde el comienzo, con la canción Piso 13, de Post Mortem, pidió que no faltara el pogo entre el público. Apoyado en la estética y moda del nu metal, pero tomando elementos musicales del trap, hip-hop, y el hardcore, entre otros, en Dillom todo parece dar más miedo de lo que realmente amerita. El pogo en sus shows es ejemplo de ello y en Punta Ballena no era raro cruzarse, en el agite, con algún que otro niño cantando de memoria las letras que narran la historia de superación del cantante de 23 años.
Con la publicación de su último EP, Ad honorem, Dillom se encuentra en un momento bisagra para un artista de su tipo: el camino sinuoso que le sigue a la consagración. En el rap, este momento, el de la victoria, provoca la pérdida de filo que los artistas pierden con su obra una vez en la cima. No es el caso de Dillom. Si en la romántica Bicicleta, que demuestra su capacidad de construir baladas pop, se lamentaba cantando “Me siento como cuando nadie viene a tu cumple”, ahora el tono es otro al reconocer la soledad del éxito (“Después de vivir tanto todo se volvió monótono”, dice en Mick Jagger) y aferrarse al trono en el que se encuentra (“Soy el protagonista, soy el único en la movie” afirma en Minimi).
Ante un público que se desvivió por cantarle, tocarlo y adorarlo, Dillom entregó un recital algo breve, quizás más indicado para un show en un gran festival y no en una presentación en solitario. De todas formas, el público esteño en Punta Ballena recibió con fervor la irreverencia y ternura del joven argentino que viene atravesando a la industria musical con un paso más que firme.
Febrero en Medio y Medio
La 28ª temporada del Festival Medio y Medio continúa con la apertura de un nuevo mes de conciertos. Mañana viernes 2, se presentará Gustavo Cordera, seguido por Skay Beilinson al día siguiente. El 8 será el turno del cantante y compositor Leo Rizzi, de España. La murga Agarrate Catalina ofrecerá un espectáculo doble el viernes 9 y sábado 10 con la apertura del dúo español Antílopez. La banda argentina de rock Turf tomará el escenario el domingo 11, mientras que el lunes 12 será el turno de Paulinho Moska y María Gadú en conjunto. Los artistas brasileños agotaron las localidades de esa fecha pero se agregó otra al día siguiente, el martes 13. El viernes 16 el español Pascual Cantero, quien se presenta bajo el nombre Muerdo, se presentará con la apertura de Purahéi Soul, de Paraguay. El brasileño Chico Cesar y su banda tocarán el sábado 17. El viernes 23 será el turno de Peyote Asesino, y el sábado 24 Chacho Ramos ofrecerá una noche bailable que tendrá un cierre con la Fiesta Ñú. Las entradas se encuentran en Redtickets.com, a partir de $ 1270.