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El dólar en la plaza local estabilizó su precio en las últimas semanas —en torno a $ 32,2 en el mercado interbancario—, desde que el Banco Central (BCU) empezó a comprar divisas y le puso un piso al precio. En noviembre había bajado de cotización, lo que explicó en parte la pérdida de competitividad comercial que sufrió Uruguay.
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Eso es lo que muestra el Índice de Tipo de Cambio Real (ITCR), que en el penúltimo mes del año disminuyó 2,2% respecto a setiembre, calculó Búsqueda con idéntica metodología a la que utiliza el BCU.
Dicha baja fue por el deterioro en la relación de precios frente a ocho de las nueve economías que componen el índice; solo mejoró la competitividad bilateral con Argentina, donde la cotización del dólar tuvo un descenso mayor que en Uruguay, a la vez que la inflación de precios supera la de cualquiera de los otros socios comerciales.
El ITCR toma en cuenta esas dos variables para Argentina, Brasil, Estados Unidos, México, China, Alemania, Italia, España y Reino Unido, y las compara con su evolución en Uruguay. Si la inflación en los demás países es inferior a la uruguaya y/o si el dólar subió más en sus mercados de cambios que en el local, se dice que Uruguay se hizo más “caro” —en términos de esa divisa— y a la inversa.
Con Argentina ocurrió que tanto la evolución cambiaria como la inflación jugaron a favor de Uruguay. El ITCR bilateral subió 3,2%.
Brasil mantuvo a lo largo del año una inflación anual cercana a 4%, a la vez que en noviembre la cotización del dólar subió respecto al real, luego de los vaivenes originados por las elecciones presidenciales. Esto hizo empeorar 2,3% la relación de precios con ese país.
Considerando a ambos vecinos, el subíndice regional bajó 2% en el penúltimo mes del año. Su ponderación en el índice suele ser determinante sobre el ITCR global; de todas formas, en noviembre también disminuyó (–2,3%) con respecto a los países de extrarregión.
Ante los países europeos el descenso estuvo entre 2,3% (Alemania) y 2,6% (Italia), mientras que con Estados Unidos y China bajó 2%. México aparece como el país frente al cual más se encarecieron los productos uruguayos, ya que el índice bilateral cayó 6%.
Con la baja en noviembre se revirtió el signo del ITCR en el acumulado del año (–1%), que en octubre había pasado a positivo.
Esta medición es aceptada como un dato de la competitividad de precios a corto plazo, pero hay otros factores de carácter estructural que inciden en la capacidad de un país de competir comercialmente.
Con esa perspectiva más amplia, el Instituto de Competitividad de la Universidad Católica señaló en un reciente informe que entre 2006 y 2013 Uruguay tuvo una mejora significativa en este aspecto, evaluado como la “capacidad de generar en forma sostenible altos niveles de ingreso y empleo, con equidad e inclusión”.
Los avances alcanzados en ese período estuvieron muy relacionados con el comportamiento del contexto externo, que fue beneficioso entre 2012 y 2013, indicó. Hubo un deterioro en los dos años siguientes, luego se dio una “leve recuperación” en 2017, pero en el año en curso volvió a desmejorar , indicó en el análisis, considerando datos preliminares. “Esto no implica necesariamente que se verifiquen situaciones de crisis, pero son una alerta en cuanto a la necesidad de generar nuevas estrategias” tanto desde el sector público como del privado para fortalecer las condiciones que permitan avanzar hacia “mayores estadios de desarrollo económico y social”, apuntó el centro académico. En esa línea, para el instituto es “clave” una “especialización productiva más compleja” y a nivel macro “garantizar” un clima de negocios atractivo para la inversión nacional y extranjera, reducir la inflación y lograr “mejoras sustantivas” en las finanzas públicas. Y en el plano comercial, el desafío está en lograr acuerdos que aumenten las posibilidades de acceso a mercados, afirmó.
