En ese marco, Sendic había declarado a comienzos de marzo que no tenía elementos para decir que existía injerencia del gobierno estadounidense en la situación interna de Venezuela. El lunes 9, Maduro trató de “cobarde” al vicepresidente uruguayo. El episodio generó un llamado por parte de la Cancillería uruguaya a Chirino para tratar el tema. Después de ese cruce ambos gobiernos dieron el tema por laudado.
Antes de hablar de la coyuntura, en su charla con los militantes Chirino repasó la historia reciente de su país. Así, afirmó que en 1998 todo cambió en Venezuela gracias a la llegada de Hugo Chávez al poder y a la instalación de una asamblea constituyente, la que dio “nacimiento” a un “nuevo sistema político”.
Tras describir ese proceso, Chirino ingresó en el análisis de la situación actual. Afirmó que Venezuela tiene un “modelo democrático” que es víctima de los ataques de “fuerzas antidemocráticas” que quieren “arrasar” con el chavismo. La oposición no logró dar un golpe de Estado, agregó, porque el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) alcanzó un grado de “acumulación” que le permite tener una amplia mayoría de los legisladores, alcaldes y gobernadores. “Si tuviéramos una correlación de fuerzas más equilibrada, no tendríamos un país en paz”, añadió.
Cerca del final de su primera intervención, que duró 48 minutos, sostuvo que los dirigentes de la oposición detenidos —entre ellos el líder de la oposición Leopoldo López y los alcaldes Antonio Ledezma y Daniel Ceballos— son los principales instigadores de las manifestaciones que terminaron con muertos y heridos, además de participar en intentos de desestabilizar al gobierno.
Esa situación política y los arrestos de dirigentes opositores fueron los argumentos que utilizó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para endurecer la posición de su país ante Venezuela. El lunes 9, el gobierno norteamericano aprobó un decreto en el que declara a ese país una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior”. Esta medida le permite aplicar sanciones contra altos funcionarios venezolanos, a quienes Washington acusa de ser “responsables de la erosión de los derechos humanos”.
El decreto fue cuestionado por varios países de América Latina. La Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) emitió un comunicado en el que reclamó a Estados Unidos que derogue esa medida, porque supone “una amenaza injerencista a la soberanía y al principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados”.
Pura táctica.
Después de la intervención del embajador, se abrió un espacio para preguntas. Las dos primeras estuvieron centradas en la medida adoptada por Estados Unidos, la amenaza que supone para Venezuela y la reacción que tuvieron los países de la región.
Sobre este punto, Chirino dijo que los países de la región no reaccionaron “con la velocidad y la contundencia que amerita la situación”, mientras que “los pueblos” lo hicieron “más rápido”, opinó. “Hay ocasiones en que uno podría pensar ‘si ves las bardas del vecino arder, pones las tuyas en remojo’. En este caso no creo que sea una buena idea”.
Uno de los asistentes le pidió al embajador su opinión sobre las negociaciones de Estados Unidos con Cuba para restablecer las relaciones diplomáticas y el posible acuerdo nuclear con Irán, dos procesos que ocurren a la vez que Obama sanciona a Venezuela. “¿Cómo lee ese juego que hace el imperialismo?”, interrogó el militante frenteamplista.
“Nosotros no creemos que cambien o que están cambiando”, respondió Chirino al instante. Con respecto a Cuba, dijo que los norteamericanos fueron “francos en su perspectiva” de “reconocer un error en su política para el cometido” de terminar con el gobierno de Raúl Castro, pero no dijeron que “van respetar a Cuba como es”.
“Lo que vemos es que lo que hacen los Estados Unidos es cambiar políticas dentro de una estrategia”, añadió.
Desde que tiene uso de razón, Chirino escucha hablar de la “decadencia del imperio y de la decadencia del capitalismo”. Pero ese discursó le genera dudas. “¿Qué pasos, objetivos, de la hegemonía de Estados Unidos han perdido en el mundo y en América Latina?”, se preguntó el sábado en el comité de base.
Ese razonamiento lo llevó a mencionar la designación de Almagro como secretario general de la OEA. El ex canciller y senador uruguayo fue electo el miércoles 18 con 33 votos a favor —incluido el de Venezuela— y la abstención de Guyana.
“Si nosotros nos planteamos esa idea (de Almagro elegido secretario general) hace cinco años, todos nos tildaban de locos; hace 20 años, más, y hace 40 años, mucho más”, dijo Chirino. “Ahora tenemos a Almagro de secretario general. ¿Almagro puede hacer algo solo? No, depende de los países de la región”.
“Para mí Almagro es una estrategia de los Estados Unidos y una oportunidad de los países que somos contrahegemónicos”, aseguró el embajador. “¿Por qué es una estrategia de los Estados Unidos?”, se preguntó. Y respondió a continuación: “Oye, ¿no nos pusieron un negrito, que además se llama Hussein y que andaba por Nigeria, y que el change (cambio)...? Muchos se comieron el cuento del negrito. ¿Y el negrito es malo de por sí? Yo creo que no era, pero ahora ha demostrado serlo”.
“El éxito de Almagro, al que todos queremos que tenga un éxito enorme y hemos apostado mucho por él, va a depender de cómo nos ponemos los países de la región”, dijo Chirino. “Ahora, yo me pregunto: ¿Tenemos los países de la región más contrahegemónicos la madurez de plantearnos esto? No sé.(...) Eso tendríamos que discutirlo, porque si no, no tiene sentido que Almagro sea el secretario general de la OEA”. El embajador recordó además, que su país quiere que “ya no exista la OEA”.
“Para nosotros es pura táctica (de Estados Unidos). Pero su estrategia sigue siendo la misma que han construido sus tanques de pensamiento, la doctrina Monroe y todas las doctrinas que han venido desarrollando para América Latina y el resto del mundo”, concluyó Chirino.
Agreden a todos.
Sobre el final de la reunión, cuando ya habían pasado más de dos horas de conversación, Chirino agradeció a los presentes el apoyo que recibe su país ante el ataque del imperio. En particular destacó la manifestación que se haría dos días después, el lunes 23, organizada por el Frente Amplio, la Universidad de la República, la Federación de Estudiantes Universitarios, el PIT-CNT, entre otros.
La manifestación tuvo como objetivo denunciar la injerencia de Estados Unidos en la región y respaldar al gobierno venezolano.
El propio Chirino encabezó la marcha que salió desde la explanada de la Universidad estatal y culminó en la Plaza de Cagancha. La primera línea de la movilización estaba integrada por el embajador, la presidenta del FA, Mónica Xavier, el dirigente sindical Marcelo Abdala, el ex presidente y senador José Mujica, la senadora y candidata a intendenta Lucía Topolansky, el vicepresidente Sendic, y el rector Roberto Markarián.
Antes de comenzar la caminata, Mujica declaró a la cadena regional Telesur que la marcha no era solo en favor del pueblo venezolano, sino para defender el derecho de todos los países latinoamericanos de tomar decisiones “sin que se metan los de afuera”.
En la Plaza de Cagancha habían preparado un estrado para que la actriz Margarita Musto leyera una proclama. “Venezuela hoy está asediada, amenazada, vilipendiada desde diferentes frentes, internos y externos, que quieren desestabilizar su institucionalidad democrática”, afirmó. El gobierno de Obama quiere “engañar al pueblo estadounidense para justificar después todas las violaciones a los derechos internacionales” e “intentar invadir países para someter a sus pueblos”.
“Si agreden a Venezuela nos están agrediendo a nosotros”, gritó Musto.
Cuando terminó el discurso, los manifestantes corearon una consigna que suele repetirse en las marchas organizadas por grupos de izquierda en Uruguay: “¡Alerta, alerta, alerta que camina/el antiimperialismo por América Latina!”.
Contratapa
2015-03-26T00:00:00
2015-03-26T00:00:00