La designación de un militante poco experiente baja el perfil a un cargo de alta exposición en el Ministerio del Interior
“Utilicé el Hospital Policial; no debió suceder. Renuncié”. Hace una semana, Santiago González anunciaba en su cuenta de Twitter los motivos para dejar de ser el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana. Su salida abrió la puerta a una función que desde 2015 tomó en el Ministerio del Interior una importancia mucho mayor a la originalmente pensada. En cuanto a relevancia, el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana se ubica hoy detrás del ministro y el subsecretario, a la altura del director general de Secretaría.
Esta nota es exclusiva para suscriptores de BÚSQUEDA y GALERÍA
Elegí tu plan y suscribite
¿Ya sos suscriptor? Iniciá sesión
Probá nuestro servicio, registrate y accedé a una nota gratuita por semana.