En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Alguna vez, en algún día del año 2016, el senador blanco Sergio Botana, que por entonces era intendente de Cerro Largo, dijo públicamente que a Luis Lacalle Pou todavía le faltaba mucho fútbol, mediotanque y carnaval para conectar con el sector popular y llegar a ser presidente de la República. Las vueltas raras que da la vida. Es sábado 5 de marzo de 2022. Una bomba de agua cae sobre la ciudad de Melo. El desfile de clausura del carnaval de este año, el broche final de una semana a todo trapo que prometía la presencia estelar de Claudia Fernández, Orlando Petinatti y Sergio Puglia marchando en el corso de la avenida Aparicio Saravia, y al mismísimo presidente Lacalle Pou saludando desde una de sus tribunas, se acaba de suspender. Y uno de los que no puede ocultar su decepción es el propio Botana. Pocas imágenes más tristes y desoladoras que un grupo de sillas vacías al costado del pavimento vacío y mojado donde se reflejan cientos de luces de colores y las siluetas recortadas de las personas trabajando para desmontar la fiesta que nunca llegó a empezar. No habrá carnaval para el presidente.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Pero esto es Melo, una ciudad que se resiste a irse a dormir temprano. Botana, alma mater del evento popular que hoy es una marca registrada del departamento, ríe amargamente al recordar aquella frase que de alguna manera sigue reverberando en su cabeza. “Uh…”, exclama y se lleva las manos a la frente en un gesto espontáneo que tiene algo de arrepentimiento y algo de picardía fronteriza. El exintendente de Cerro Largo tenía una genuina expectativa por la presencia de la figura máxima del gobierno en una celebración que él mismo ayudó a mediatizar gracias a la invitación sistemática de personajes de lo más heterogéneos de la televisión vernácula e incluso de fuera de fronteras. La actriz argentina Moria Casán, por ejemplo, supo desfilar por las calles arachanas. Y esta vez, acaso en la temporada más politizada de esta serie de carnavales, se esperaba con ansiedad al mandatario para ponerle el toque de distinción a una semana de fiesta popular que tuvo en sus gradas al secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, el ministro de Turismo, Tabaré Viera, y los senadores Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) y Gloria Rodríguez (Partido Nacional). Todos multicolores. Todos políticos de relieve en un escenario teñido por la campaña del referéndum para derogar o mantener 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC). En estos eventos populares nadie hace política pero todos hacen política.
“Nunca había venido un presidente al carnaval. Iba a ser la primera vez. Siempre fue un carnaval de pueblo y sin figuras del gobierno”, dice Botana, amo y señor de la noche de Melo, sentado en una de las mesas de la vereda del bar y parrillada Cinco Soles, desbordada de gente que se quedó con las ganas de asistir al corso. Es tarde en la noche y llama la atención el movimiento en todos los locales gastronómicos de la ciudad. Melo explota. ¿Nunca hubo figuras políticas en la historia de este carnaval? ¿Y por qué tantas en este 2022? Botana responde: “Casualmente ahora hay figuras del gobierno porque son de nuestro signo. Antes no venían. El único que vino una vez fue el exdirector de Turismo Antonio Carámbula, amigo mío”.
De todos modos, el senador asegura que nunca se le preguntó a ninguno de los invitados a qué partido votan, y que rechaza la “utilización de una fiesta que es de todos para hacer política”. Los blancos, y algunos otros dirigentes de la coalición de gobierno, han insistido como pocas veces en lo politizado que está el concurso de carnaval de Montevideo este año. Incluso desde lo más alto de la Torre Ejecutiva se han dejado caer expresiones como que el Teatro de Verano es “un comité de base frenteamplista” o que algunas murgas “están pasadas de rosca” en la caricaturización que hacen de Lacalle Pou y de otros referentes del gobierno. Pero hay un carnaval en Montevideo y otro en el interior profundo. No se precisa ser un agudo analista político para darse cuenta de que esa noche de sábado, en ese carnaval que luego se suspendió, con notorios y mediáticos defensores de su gobierno como Petinatti, Puglia y Fernández, el presidente estaría en su zona de confort.
Después de cenar rápido en el Cinco Soles, y de algunas paradas más donde pudo presumir del afecto popular de los melenses, Botana enfila hacia el Club Campestre. La noche del carnaval frustrado sigue ahí. Ahí está el presidente de la República y ahí están las estrellas invitadas que lo rodean y le piden fotos. Un mar de selfies. Botana ve a Claudia Fernández y le recuerda cuando una década atrás, en pleno apogeo de la vedette en Argentina, la escuchó declarar en el programa de Mirtha Legrand que José Mujica “no era su presidente”. Y que por eso fue que decidió invitarla a que sea la madrina de este carnaval que la ha tenido como figura principal a lo largo de los años. A su lado, el argentino Leonel Dolménico, esposo de Fernández, comenta con cierto asombro la disposición de Lacalle Pou para sacarse fotos con “todo el mundo”. Entre los invitados, visiblemente entusiasmado por la presencia de las figuras de la televisión, el diputado de Cabildo Abierto Martín Sodano recuerda entre risas y con algo de pudor que cuando fue electo legislador no pudo llegar a borrar todos los comentarios que despachaba en Twitter en cada emisión de Bailando por un sueño.
La Intendencia de Cerro Largo, con José Yurramendi a la cabeza, invirtió unos $ 12 millones, que incluyó toda la fiesta del carnaval y los distintos agasajos y recepciones a los invitados. El cachet de las figuras que llegaron desde Montevideo varió entre los $ 60.000 y los $ 80.000.
Caballos
Cuando el último jinete cruzó el disco en el Hipódromo de Melo, se desató la lluvia sobre la ciudad. Eran las 19.00 horas y faltaban dos para habilitar el corso. Lacalle Pou ya estaba en Melo, había llegado para asistir al Gran Premio Presidente de la República.
Tras el evento, que también contó con el elenco de invitados estelares, Lacalle Pou estuvo buena parte de la tarde-noche soportando el agua que caía sin parar mientras se sacaba fotos y conversaba con los locales. “Por favor, en un momento déjenme ir a escuchar a Fifo Duarte”, avisó mientras seguía con las selfies. Duarte es un músico de Caraguatá que sonaba de fondo con un repertorio que incluía alguna de las canciones más emblemáticas del repertorio nacionalista.
Lacalle Pou hizo un alto para charlar con la prensa. Dijo que se sentía “en el derecho y en la obligación de hablar” a favor del No a la derogación de la LUC en una cadena nacional. Y continuó su ronda de selfies. Botana, que siguió más o menos de cerca, más o menos de lejos los pasos del mandatario por Melo, cerró: “Es lindo que un presidente se mezcle con el pueblo, así como se lo pedí, ahora se lo reconozco”.