El lunes 16, varias personas recibieron un sobre que contenía un libro y una carta. Lo enviaba la Universidad de Montevideo (UM) invitando a asistir al acto de asunción de su nueva rectora, Mercedes Rovira, previsto para ese día.
La Justicia penal inició una investigación sobre la conducta de la docente; la Universidad de Montevideo se comprometió con el Ministerio de Educación a desarrollar “instancias académicas” para fomentar la “discusión afirmativa” de este tema
El lunes 16, varias personas recibieron un sobre que contenía un libro y una carta. Lo enviaba la Universidad de Montevideo (UM) invitando a asistir al acto de asunción de su nueva rectora, Mercedes Rovira, previsto para ese día.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáPero el correo —franqueado la semana pasada— llegó tarde a los acontecimientos. El sábado 14, Rovira presentó su renuncia al cargo para el que había sido designada días antes, luego de la polémica pública y la reacción en el gobierno que provocaron sus declaraciones sobre la homosexualidad durante una entrevista con Búsqueda.
Rovira, que iba a ser la primera mujer en asumir el cargo de rector en una universidad uruguaya, sostuvo que la homosexualidad es “una anomalía” y que eso “obvio que juega” a la hora de designar a los docentes en la UM. “Nosotros somos bien claros en lo que buscamos. El respeto a la persona no va reñido con que consideramos que la verdad es lo que propone la naturaleza humana. La naturaleza humana somos hombres y mujeres, y la diferenciación de sexos es de la naturaleza, biológica y determinante. Que haya anomalías, las hay. También hay tréboles de cuatro hojas”, dijo la profesora (Nº 1.670).
En cuestión de horas, las expresiones de la docente —doctora en Filosofía, máster en Artes Liberales por la Universidad de Navarra e integrante del Opus Dei— movilizaron a dos ministros, provocaron la ira de las organizaciones civiles que reivindican los derechos de los homosexuales y llegaron a la Justicia.
Alrededor de las 10 de la mañana del jueves 12, el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, llamó al rector de la UM, Santiago Pérez del Castillo, para anunciarle que le enviaría una nota formal solicitándole que aclare si esa universidad comparte los dichos expresados por Rovira y “dado el impacto que estos podrían tener”, si estos criterios “son los que efectivamente utiliza esa universidad para seleccionar a sus docentes”.
Antes de hacer la llamada, Ehrlich había consultado los pasos a seguir con varios directores y asesores jurídicos del Ministerio.
Por esas horas, el ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, anunció en la radio “El Espectador” que la UM podría ser sancionada con las “máximas penas” previstas por la ley si se probaba un caso de discriminación cometido por esa institución.
Mientras, en la UM intentaban asimilar el duro golpe que significaron las declaraciones de Rovira. En las primeras horas luego de la difusión de la entrevista, las autoridades de la universidad no estaban seguras de hasta dónde podían llegar las repercusiones, dijeron a Búsqueda fuentes de la institución. Sin embargo, luego de que los ministros de Estado llamaron para pedir aclaraciones y que el tema se volvió viral en las redes sociales, los jerarcas de la UM consideraron necesario hacer una primera declaración pública pidiendo disculpas “a quienes se hayan sentido agraviados por las declaraciones allí publicadas”.
“La contratación de un docente es el resultado del acuerdo entre la Universidad de Montevideo y el interesado, basado en los valores establecidos en la misión universitaria”, dice el comunicado, y agrega que esa institución “no evalúa la vida privada de las personas, ya que es algo que se encuentra fuera de su competencia y capacidad”.
Según el libro conmemorativo de sus 25 años, “la misión y los fines de la Universidad de Montevideo responden al ideal educativo desarrollado por san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Su impronta está presente en la actividad diaria de los que forman parte de esta casa de estudios”. Esa “identidad cristiana” de la universidad “procura plasmarse “en la formación profesional de los docentes”.
Mientras las redes sociales explotaban con el tema, otros actores tomaban cartas en el asunto. El Instituto Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo le manifestó su “preocupación” a Ehrlich por los dichos de Rovira.
“Desde esta institución queremos expresarle nuestra preocupación por la gravedad de los hechos y transmitirle nuestro interés por seguir de cerca la evolución de este tema”, señalaron los integrantes del organismo en un comunicado.
Además, el colectivo Ovejas Negras —una organización que promueve la diversidad sexual y el respeto a los derechos de los homosexuales— anunció que luego de la manifestación prevista para el viernes 12 en la plaza Líber Seregni, harían una marcha de protesta hasta la UM.
El viernes, el MEC emitió un comunicado en el que informaba de las acciones adoptadas hasta el momento. Entre ellas, se detacaba que la Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia y toda otra forma de discriminación (presidida por el Ministerio) opinó que las declaraciones de Rovira “constituyen una actitud discriminatoria y violatoria del Art.2 de la Ley 17.817”.
A las 19:30 del viernes 12, unas 500 personas asistieron a la convocatoria de Ovejas Negras y, luego de la “chuponeada masiva” en la plaza Seregni, alrededor de unas 300 marcharon hacia la UM, todas portando tréboles de cuatro hojas y bailando al compás de la música de David Guetta y Lady Gaga.
Una vez en la institución, que estaba cerrada y custodiada por dos guardias de seguridad, los manifestantes llenaron el terreno de tréboles y bailaron otro rato, ademas de besarse bajo el portal de entrada de la UM. Anunciaron además que el trébol de cuatro hojas será utilizado como el símbolo del matrimonio igualitario para “que esta señora no se olvide nunca más de lo que dijo”.
Entradas las 22 horas, los manifestantes se dispersaron.
Con el comunicado del jueves, las autoridades de la UM ganaron tiempo para definir la situación de fondo, si mantener o no a Rovira como rectora. Tras varias reuniones entre las máximas jerarquías de la institución, la decisión se decantó el sábado 14 por la tarde, cuando la involucrada presentó su carta de renuncia ante la Asociación Civil Universidad de Montevideo.
Según los informantes, fue Rovira la que optó por dar un paso al costado sin esperar a que la institución se lo pidiera. Una vez que se aceptó la renuncia y se resolvió que Pérez del Castillo siguiera en el cargo un tiempo más, la UM emitió un segundo comunicado público en el que explicitó más claramente sus discrepancias con las polémicas declaraciones.
“Como es sabido, la UM es una institución académica inserta en una comunidad y en una época histórica que comprende y con la cual pretende colaborar (...) por tanto el tenor literal de las apreciaciones tal como fueron recogidas en la entrevista de Búsqueda no concuerda con la cultura institucional de la UM, que no toma en cuenta la sexualidad de las personas a la hora de contratarlas”, sostiene ese comunicado, emitido el domingo 15.
“La UM —con más de 25 años de actividad académica, 2.700 estudiantes, 300 colaboradores, 600 docentes y más de 3.000 egresados— aprovecha este comunicado para reiterar el pedido de perdón a las personas que se hayan sentido agraviadas y a la opinión pública en general”.
El lunes 16, la Mesa Política del Frente Amplio aprobó por unanimidad una declaración en “enfático rechazo” a las declaraciones “homófobas y discriminatorias” de Rovira.
Con ese mar de fondo, Pérez del Castillo le solicitó una reunión urgente a Ehrlich para entregarle en mano la respuesta a las consultas del MEC.
En la carta, que fue vista como “muy razonable” por las autoridades del MEC, Pérez del Castillo sostiene que la UM “da cabal y completo cumplimiento” a todas las disposiciones legales referentes a la no discriminación y que la universidad “ha sido y seguirá siendo especialmente cuidadosa en el respeto al derecho” de los docentes a la no discriminación.
Las autoridades del Ministerio se dieron por satisfechas con la respuesta de la UM. Durante la reunión se acordó desarrollar “instancias académicas para fomentar la “discusión afirmativa” de temas vinculados a la discriminación, dijeron fuentes de esa cartera.
A su vez, el ministro de Trabajo dijo a Búsqueda que, como Rovira no asumió el cargo, esa cartera descartó iniciar una investigación.
Por los mismos motivos, el colectivo Ovejas Negras desistió de llevar el caso a la Justicia.
Los responsables de la universidad privada esperaban que el tema se diera por cerrado luego de aceptar la renuncia de la rectora y de dialogar con el titular del Ministerio de Educación.
Sin embargo, el fiscal Carlos Negro actuó de oficio y citó a la docente para determinar si la ex rectora cometió hechos de discriminación durante su trabajo en la universidad privada. Rovira fue decana de la Facultad de Humanidades durante varios años.
Ayer miércoles 18, luego de varias horas declarando, Rovira se fue del juzgado de la calle Bartolomé Mitre sin hacer comentarios a la prensa. En el momento de su salida, una mujer se le acercó y le gritó varias veces: “Soy un trébol de cuatro hojas para usted, porque soy lesbiana”.
El abogado de la docente, Jorge Barrera, dijo que durante la audiencia “todos dieron su punto de vista respecto al tema”. “Mi patrocinada jamás tuvo la intención de ofender ni de menoscabar ni de atentar contra nadie ni contra la dignidad de nadie, ha sido muy clara en que respeta las decisiones que se pueden tomar en las vidas sociales y educativas”.
Después de tomar declaraciones a Rovira, la Justicia resolvió profundizar la investigación, dijeron a Búsqueda fuentes cercanas al caso. De hecho, a pedido del fiscal, la jueza Mariana Mota ya envió un oficio a la UM solicitando información. Los magistrados quieren saber, más allá de las declaraciones en la entrevista, si en esa casa de estudios hubo algún acto concreto de discriminación a un docente por su orientación sexual, por parte de Rovira o de otra jerarquía de la universidad privada. De acuerdo con las fuentes, puede llegar a citarse a docentes y otros funcionarios como testigos.
“Soy un trébol de cuatro hojas”
La docente y ex rectora electa de la Universidad de Montevideo, Mercedes Rovira, dijo en un juzgado penal que entiende la situación que viven las personas que son discriminadas porque ella misma es “un trébol de cuatro hojas”.
Esa reflexión de Rovira surgió en la sede judicial de Bartolomé Mitre al final de un largo interrogatorio al que fue sometida por parte del fiscal Carlos Negro y la jueza Mariana Mota. Los magistrados la habían citado luego de que declaró en una entrevista con Búsqueda que la homosexualidad es una “anomalía” y es “obvio que juega” al designar docentes en la casa de estudios que se aprestaba a dirigir (Nº 1.670).
La docente, que concurrió ayer miércoles 18 al juzgado acompañada por su abogado Jorge Barrera a las 9.20 de la mañana y se retiró a las 13.10, dijo ante Mota y Negro que su intención no fue discriminar a nadie y que las manifestaciones que expresó en la entrevista no se han plasmado en su actividad dentro de la UM y que ese no es el espíritu que guía la institución. Según las fuentes, Rovira pidió disculpas en tres oportunidades en caso de que sus dichos hubieran ofendido a alguien.
Más aún, manifestó que ella misma sabe lo que significa la discriminación porque lo ha vivido en carne propia. Añadió que en ocasiones se ha sentido incomprendida por el celibato que practica.
“¿Entonces usted es un trébol de cuatro hojas?”, le preguntó el fiscal Negro, según fuentes que presenciaron la audiencia.
“Exactamente, soy un trébol de cuatro hojas”, respondió Rovira.
La jueza Mota le preguntó “por qué” se considera un trébol de cuatro hojas, a lo que Rovira contestó: “Porque notoriamente formo parte de una minoría”.
La comparación entre la homosexualidad y los tréboles de cuatro hojas había sido planteada por la docente durante la entrevista con Búsqueda, para explicar por qué esa orientación sexual es una “anomalía” como otras que hay en la naturaleza.
En otro tramo de la audiencia —según las fuentes— Rovira se refirió a la “normalidad” como la situación que viven las parejas heterosexuales con hijos. La jueza Mota le indicó que puede haber parejas heterosexuales que deciden no tener hijos, a lo que Rovira contestó: “Esa es una opción”.
Ante este intercambio, Negro planteó: “Aquí no estamos juzgando las concepciones, sino si la aplicación de esas concepciones dan lugar a una discriminación”. Inmediatamente, el fiscal preguntó si una persona “notoriamente amanerada” podría dar clases en la UM. “Por supuesto que sí”, respondió Rovira.
De acuerdo con los informantes, el tono de la audiencia fue en todo momento “muy respetuoso” y la docente se mostró colaborativa con la Justicia.
Rovira mencionó su condición de célibe en una carta abierta que redactó el lunes 16 para responder a la misiva que el ex alumno de la UM Diego Palma difundió a través de Internet y así disculparse públicamente (ver nota aparte).
“Hoy entiendo que no fue adecuado hablar de anomalía. El celibato que yo vivo personalmente algunos también pueden verlo como algo anómalo, irregular, distinto. Te puedo contar que yo sufro incomprensiones por mi opción de vida. Como las vivo en carne propia, intento ser muy respetuosa con las opciones de vida de los demás”, señala.
“Este tema me duele de forma muy personal, porque el amigo de más larga trayectoria de mi vida es de orientación homosexual. Siempre lo quise, respeté y acompañé cuando lo necesitó”.
Entre dichos “anacrónicos”, las ideas católicas y las “agachadas”
Pocas horas después de que se divulgara la opinión de Mercedes Rovira sobre la homosexualidad, Internet se volvió un campo de batalla entre quienes cuestionan las declaraciones de la persona que había sido designada para dirigir la Universidad de Montevideo por los próximos tres años y aquellos que la defienden.
La carta abierta difundida el viernes 13 en un blog por el egresado y ex docente de la Universidad de Montevideo Diego Palma fue una de las que más repercusión tuvieron, con 7.000 visitas en los primeros dos días de su publicación. El impacto de esa misiva fue tal que media docena de profesores de la institución lo llamaron personalmente para pedirle disculpas y la propia Rovira rompió el silencio el lunes 16 para responderle (ver Cartas al Director).
“Sus dichos no solo son inoportunos, ofensivos, poco inteligentes y anacrónicos, sino que son testimonio de prácticas discriminatorias ilegales que en nuestro país no deberían tolerarse”, dice Palma, quien trabajó durante un tiempo en la UM dictando cursos de edición.
El egresado sostiene que “cualquier universidad seria” debe seleccionar a sus alumnos “por su potencial” y a sus docentes “por su idoneidad” académica.
El lunes 16, el docente de la Facultad de Comunicación de la UM, Martín Otegui, publicó una columna sobre el tema en el portal de noticias “Montevideo.comm”. “Esas palabras son propias de la rectora de una universidad a la que definitivamente no hubiese querido ir como alumno, y mucho menos como profesor”, afirma.
Pero las declaraciones de Rovira de que la homosexualidad es una “anomalía” y que eso “obvio que juega” a la hora de designar docentes no generó solo opiniones críticas. Un grupo de ex estudiantes propuso durante el fin de semana a través de la red social Facebook, hacer una movilización en respaldo de la rectora, lo que luego quedó sin efecto.
La docente de Facultad de Humanidades Analía Giménez respaldó a Rovira en una carta cuyo contenido difundió “El Observador” el domingo 15. “Si vos decís que cada uno haga lo que quiera eso está muy bien, pero si decís esto es así, o si tenés una convicción o idea firme te tachan de fundamentalista”, sostiene en la misiva.
Pese a que resolvió dar un paso al costado y que la institución se desligó de sus declaraciones, algunos docentes igual decidieron hacer pública su posición a favor de Rovira. En una carta que envió a Búsqueda, el profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, y de Mensaje Social de la Iglesia de la Universidad de Montevideo, Pedro Gari Iruretagoyena, sostiene que en la entrevista Rovira “opinó según su leal saber y entender, en línea con lo que sostiene la Iglesia Católica a la que pertenece y en línea con el ideario de la institución universitaria que hasta hace pocos días estuvo por dirigir”.
Iruretagoyena expresa su disgusto con el comunicado difundido el sábado 15 por la institución —firmado Rovira y el rector Santiago Pérez del Castillo— en el que se pide perdón a las personas que “se hayan sentido agraviadas”.
“Cuidado con las agachadas, cuando son de una universidad, digo yo. ¿Qué enseñanza nos deja esto? ¿Prudencia o cobardía? Cuidado que la línea divisoria es muy fina”.