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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn una esquina baila una morena al ritmo del sonido carioca de una escuela de samba. En otra se escucha el ruido más reconocible y local de tambores ejecutando un candombe. En el escenario principal una banda de rock hace covers de los Beatles, de Creedence, de los Ratones Paranoicos. Después subirá otra para hacer bailar al público con cumbia. Es sábado a la tarde y en los alrededores de la explanada municipal hay un clima de fiesta multicultural que solo se podría vincular a un acto político, por la cantidad de banderas y pasacalles partidarios del precandidato blanco Jorge Larrañaga.
Es el acto central de su campaña en una fecha y un lugar que no fueron elegidos al azar. Ese día, el sábado 15 de marzo, se recordaba un nuevo aniversario de la muerte del caudillo Wilson Ferreira Aldunate. En ese mismo punto del centro de Montevideo, Wilson pronunció un recordado discurso a la salida de la dictadura y el Frente Amplio organizó su primer acto importante en el año 1971. El mensaje fue doble: el sector de Larrañaga estaba frente a la Intendencia de Montevideo para rendirle tributo al wilsonismo y para expresar la firme intención de desbancar al Frente Amplio, recuperar el gobierno de la capital del país para alcanzar la presidencia. “¡Se acaba, se acaba!, ¡Se van!”, terminó gritando el precandidato, eufórico, ante el aplauso de miles de militantes.
Antes había dicho que el Frente “agotó su modelo”, que se quedó “sin recambio”, y aprovechó a sumar un nuevo cruce contra el precandidato frentista Tabaré Vázquez. “El Frente no va a cambiar y Vázquez no va a cambiar al Frente. Hay que sustituir por un nuevo proyecto”. Durante su discurso de una hora, Larrañaga mostró su perfil más confrontativo. “El Frente Amplio tuvo una oportunidad magnífica de cambiar el país. Tuvo plata por el crecimiento, tuvo tiempo y tuvo mayorías parlamentarias. Sin embargo cambiaron muy poco. Fueron radicales, radicales para los que piensan diferente. Radicales contra la mitad de los uruguayos. Usaron esas mayorías, muchas veces abusivamente”, expresó. Y ofreció algunos ejemplos actuales: “liberar la droga”, los “desatinos” de Pluna, la “falta de transparencia” sobre Aratirí, “ir en contra de decisiones populares surgidas de plebiscitos” y “buscar una ley de ‘control’ de medios que afecta la libertad de expresión”. Larrañaga cerró la idea citando al ex presidente norteamericano John Kennedy: “Se puede ganar con la mitad de los votos pero no se puede gobernar contra la mitad de un país”. Y arengó: “Por eso desde esta explanada, decimos que no merecen más tener mayorías ni continuar en el gobierno. La mayoría parlamentaria le ha hecho daño al gobierno, al Frente y al país. Por tenerla, el Frente Amplio no escucha a nadie y se encierra en sí mismo”. El camino es el del “diálogo” y la “gobernabilidad”, dijo Larrañaga en uno de los tantos guiños a Wilson de la tarde.
Larrañaga salió a escena rodeado de jóvenes sonrientes que tenían camisetas de todos colores y una Ñ —el isologo de su campaña— en el pecho. A los costados se habían levantado dos tribunas. En primera fila estaban los principales dirigentes del sector y más atrás se ubicó el resto de los militantes con las banderas. Había poco más de una cuadra de gente. Un drone filmó todo desde el aire. El precandidato se extendió en cuestionamientos al gobierno, entrelazó constantes referencias al caudillo blanco, y se explayó sobre algunos de los temas en los que ha afirmado su campaña. La seguridad y la promesa de mano dura, por ejemplo. Señaló que para lograr la “paz” que reclama la “gente honesta”, le declarará la “guerra” al delito y las drogas. Anunció que el 1º de marzo de 2015 derogará la ley de marihuana. “¡Que no planten, que no planten nada porque la vamos a derogar!”. Prometió “reconstruir” el sistema de valores, “perforado por mensajes equivocados y torcidos”. Y cerró el collar de críticas con un mensaje directo al presidente José Mujica. “Debemos salir del relativismo moral, del todo vale, de la biblia y el calefón, del como te digo una cosa te digo la otra… Eso se termina el 28 de febrero de 2015”.