Las cárceles, un problema “de décadas” que el gobierno no logra solucionar y se convirtió en un punto débil para el oficialismo

escribe Juan Pittaluga 

Vergüenza. Grave. Horrible. Desastre. Espanto. Salvaje. Inhumano. Infierno. Los términos se pueden encontrar centenas de veces en las tantas advertencias desatendidas que el comisionado parlamentario penitenciario, Juan Miguel Petit, realiza sobre el complejo sistema penitenciario uruguayo. Con esa dureza, desde 2015 Petit describe las cárceles en informes oficiales, comparecencias legislativas y entrevistas. Esta semana fue el propio ministro del Interior quien apeló a esos calificativos.

Esta nota es exclusiva para suscriptores de BÚSQUEDA y GALERÍA
Elegí tu plan y suscribite

Suscribite

¿Ya sos suscriptor? Iniciá sesión

Probá nuestro servicio, registrate y accedé a una nota gratuita por semana.