Su negocio, que llegó a crecer más de 30% en 2011, ya vino desacelerándose en 2015, cuando el stock de créditos aumentó 12%. Ahora, mientras la demanda se sigue moderando, varias de estas empresas hacen ajustes a sus productos buscando contener el incremento de los niveles de morosidad.
En 2015, en conjunto las financieras tuvieron ganancias por U$S 105 millones, manteniendo la tendencia de rentabilidad creciente medida tanto sobre activos como sobre patrimonio. Son 31 las administradoras de crédito controladas por el BCU, y hay una cooperativa de intermediación (habilitada a financiarse con depósitos) que participa en un segmento del mercado similar.
Acompañar los ciclos
“Estamos a unas tasas de crecimiento en el volumen de créditos en torno al 8% en el mercado. No vemos un freno abrupto, aunque sí sigue la tendencia de desaceleración que preveíamos. En estos últimos meses tenemos una demanda un poco mayor de la que estábamos proyectando”, dijo Germán Alvariza, gerente comercial de Pronto!. “En algún momento vimos que la confianza del consumidor se estaba deteriorando. Creímos que el freno podía ser algo mayor y que podíamos llegar a tener meses negativos, con una demanda cayendo respecto a hace un año pero eso no se vio”, agregó.
Esa financiera —propiedad de Scotiabank— comenzó una política de recorte de montos y plazos promedio, pasando de préstamos de $ 23.000 con vencimientos a más de 20 meses a $ 20.000 a 18 meses. “Nuestra cartera se refleja muy parecido a la media del mercado, no es nada alarmante. Se parte de niveles históricamente bajos. Sí hemos visto que puede haber algunos segmentos —que son 5% o 10% del total— con un alto endeudamiento, por ejemplo entre los jóvenes, que tienen más de un préstamo o no tienen un ingreso estable. Allí es donde estamos cortando y achicando más”, explicó.
“Decidimos mantener el acceso al crédito pero bajar los montos. No es que estamos rechazando más pero sí le estamos dando menos. El cliente se adaptó, y en general prefiere plazos cortos. Son prudentes”, dijo Alvariza.
El gerente general de esa financiera, Álvaro Hargain, declaró en el semanario “Voces” del 19 de mayo que hay una “morosidad influida por el sistema. Porque si vos sabés cuándo tenés que parar, pará. No le pidas a Doña María que pare, porque ella tiene necesidades, tiene cosas que le pasan, y más cuando cambia un ciclo económico. Y no se lo están advirtiendo”.
Según adelantó Alvariza, Pronto! lanzará en breve la línea “progresar” para pymes, con canales digitales e incorporando sistemas automatizados para tener “tiempos de respuesta mucho más rápidos que la competencia”.
“Es notorio que hay una menor avidez por el crédito. Pero no vemos un deterioro de la morosidad. Hay una mayor complejidad para pagar en tiempo y forma pero igual se da el pago. Aumentaron un poco los clientes irregulares, con unos cinco días de retraso. Los morosos (más de dos meses sin pagos) están igual que el año pasado”, dijo Gustavo Trelles, gerente general de Creditel.
Esa financiera —del grupo Santander— apuesta a mantener sus 180.000 clientes activos y ya desde inicios del año pasado comenzó a acortar plazos. Su préstamo promedio alcanza a $ 20.000 a pagar entre 16 y 18 meses. A largo plazo presta solo a clientes de quienes se tiene mayor certeza sobre su capacidad de pago.
“Pensamos que en términos reales podemos tener un crecimiento magro o nulo este año en el volumen de créditos. Pero eso no nos asusta. Es sano. Me preocuparía si siguiéramos aumentando a 18% o 20% de promedio con una economía que crece a un ritmo menor. Hay un mercado que aprendió y las financieras tienen que aprender a acompañar los momentos”, sostuvo.
“Hay que prepararse porque vemos que en 2017 tendremos dificultades mayores, asociadas a un aumento del desempleo.
Nuestra tranquilidad es que lo advertimos y nos adelantamos. Estamos creciendo con el promedio del mercado y cumpliendo con el objetivo de clientes activos, que es otra demostración de que el mercado está cauto”, dijo.
Ante el cambio de ciclo, Creditel apostará a brindar servicios de débitos automáticos en su tarjeta de crédito, habilitando también pagos vinculados al Sistema Metropolitano de Transporte. Tras un acuerdo comercial que les permitió integrar la red de pagos electrónicos POS 2000, la financiera logró un crecimiento de 30% en las transacciones de sus más de 100.000 plásticos activos en Montevideo y espera seguir aumentando su posicionamiento.
Las autoridades de OCA —una de las mayores financieras, que atiende diversos sectores de ingreso— no atendieron a las consultas de Búsqueda.
La cooperativa Fucac, con una cartera de 215.000 socios activos, apuesta a crecer 10% este año; el préstamo promedio es de $ 22.000 a 24 meses. Según informó su gerente financiero, Martín Machado, la morosidad alcanza a 18% en una “tendencia al alza en línea con el resto del sector”.
“Cuando cambia la coyuntura y con ello las necesidades de las familias, adaptamos rápidamente nuestras soluciones financieras para acompañar ese cambio. Por ejemplo, lanzamos productos a tasas preferenciales, en el entorno del 30%, con plazos y modalidades de pago que se adaptan a la nueva realidad”, explicó.
Hacia las pymes
Fucerep lanzó días atrás su producto “Ahorro”, para segmentos con un “microahorro” de unos $ 400 al mes apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo y Redpagos. Así la cooperativa busca fomentar la educación financiera e inclusión social, y además les permitirá posicionarse en el mercado de pago de sueldos.
Actualmente trabaja en cambios informáticos que le permitirán tener tarjetas de crédito, débito y prepagas, además de ofrecer transaccionalidad en cuenta y mejorar el servicio web, afirmó Paula Urrutia, gerente comercial de esa cooperativa, la única de intermediación financiera del sistema.
Fucerep tiene 20.000 socios, de los cuales unos 13.000 tienen algún tipo de depósito o préstamo activo. La morosidad ronda el 9,5%, algo mayor que en 2015 (cuando osciló entre 7,5% y 8%).
La cooperativa ha logrado “proteger” los 24 meses de duración media de sus créditos, así como los $ 30.000 que en promedio concede. Mantener las tasas de interés también es un elemento fundamental, enfatizó la ejecutiva.
“La economía tiene un grado de desaceleración importante y eso obviamente impacta en el crédito al consumo, donde hay una pérdida de calidad. Y protegemos la salud de la cartera tomando algunas medidas que alteran el volumen de negocios”, indicó. Fucerep incorporó un sistema de puntaje para los tomadores de crédito que, además del informe de su central de riesgos, tiene en cuenta aspectos como la antigüedad laboral, los años de operación en el sistema financiero y el nivel de ingreso de la persona.
Además, apuesta a incrementar su volumen de créditos en pymes, que hoy es de 10%.
“Estamos evaluando hacer acuerdos comerciales con otras cooperativas para fortalecer el movimiento y ofrecer la posibilidad de productos de ahorro para socios de otras cooperativas o tarjetas. La idea es cerrar el año con un acuerdo de intenciones por lo menos”, informó el presidente de Fucerep, Juan Gervasio.