Título: Music is the Language of the Heart and Soul (2 DVD, Unitel Classica)
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáAutor: Mariss Jansons, Gustav Mahler
La Sinfonía Nº 2 “Resurrección”, compuesta entre 1888 y 1894 por Gustav Mahler (1860-1911), vivió algunos años encajonada luego de los malos comentarios que su autor recibiera del influyente director Hans Von Bülow, a quien le presentó la partitura. Muerto este en 1894, la sinfonía se estrenó en 1895 en Berlín y en 1908 en Nueva York, en ambas ocasiones dirigida por el propio Mahler. Desde entonces integra el repertorio sinfónico universal y ha sido dirigida por los más prestigiosos directores. Se trata de una obra en cinco movimientos, para soprano, mezzo, coro y orquesta, de 90 minutos y marcado carácter espiritual. Con notable orquestación e interés en todos sus movimientos, el último de ellos de 35 minutos, constituye una verdadera explosión de fe donde coro y orquesta alcanzan un conmovedor clímax cantando la letra del poema “Resurrección”, del poeta alemán Friedrich Klopstock, que es ni más ni menos que el triunfo de la vida sobre la muerte. La versión de la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam, bajo la batuta de su actual director estable —el letón Mariss Jansons— debe ubicarse, desde ya, entre las más brillantes y emotivas. Una de las principales orquestas del mundo y un director que consigue extraer de ella y del coro una expresividad poco común. El paquete incluye un segundo DVD, con un largo reportaje al director, que recorre las etapas de su vida y de su formación musical.
Título: Música no alineada (Perro Andaluz)
Autor: Leo Maslíah
El último año ha sido de lo más prolífico para Leo Maslíah: dos libros editados por Criatura, dos obras de teatro propias dirigidas en Montevideo, dos estrenadas en Buenos Aires, un disco de piano solo, actividad en vivo permanente, solista y con La Orquestita, en Uruguay, Argentina y España. Este disco, instrumental excepto las melodías tarareadas por Nico Mora en “Sombras de nadie”, reúne 13 piezas compuestas entre 1985 y 2011, grabadas entre 2008 y 2013 en los estudios Sondor, Tío Riki, en su propia casa y en vivo en teatro Agadu (“A campo traviesa”, junto al violinista Jorge Risi). Solos, dúos, tríos, cuartetos y quintetos combinan pianos, guitarras, cuerdas, vientos y percusiones de 16 músicos uruguayos —la mayoría integrantes de La Orquestita— en múltiples formaciones. Como es habitual en la música de Maslíah, y como la portada y el título lo sugieren, masas de aires clásicos chocan con corrientes regionales (ciudadanas en “El 5 de Oro”, camperas en “Guarismos”, tema cumpuesto sobre variaciones de “No me asusta el acertijo”) y repentinos nubarrones contemporáneos, determinando una tormenta musical nada previsible.
Título: La velocidad del paisaje (ind.)
Autor: Lu Mocchi
Atención que aquí hay una voz y una pluma, pero por sobre todo hay una artista tan prolífica en su estudio como carismática en el escenario. Para su primer disco, esta montevideana de apenas 23 años eligió once canciones entre más de 150. Y las presentó en una sala Zitarrosa, abarrotada de jóvenes y no tanto, que corearon buena parte de los temas como si fueran clásicos. “La primera vez que Sandra sonrió fue en una tarde y fue en un hospital”, escribió esta narradora musical de voz grave y arrabalera, que canta historias cotidianas, íntimas, (auto)biográficas pero en especial canciones de verdad, con una poética auténticamente propia: “Hace mares que el agua no quiere correr, hace campos que el pasto no quiere crecer”. Composiciones con garra, con sangre y con alma, a cargo de una banda (Beto Ponce y Nico Selves en guitarras, Leo Anselmi en bajo, Tato Cabrera en Rhodes y Esteban Pesce en batería) que no se casa con ningún género y que coquetea con el jazz, el rock, el blues y la balada, en la senda trazada por los mejores songwriters orientales.
Título: Plegarias (Prada Música)
Autor: Juan Prada
Este pianista cubano recaló en Uruguay hace unos años luego de conocer a varios músicos uruguayos que pasaron por la isla, entre ellos el percusionista Sergio Tulbovitz, invitado en este trabajo y con quien comparte dos formaciones: La Tin Banda (latin jazz) y Habáname (música cubana con énfasis en la primera mitad del siglo XX). Luego de su primer disco de composiciones propias, continúa el camino independiente con sonoridades caribeñas, rioplatenses y típicamente uruguayas. Junto a Martín Cruz (batería) y Diego Banega (bajo), Prada va y viene del trópico al paralelo 35: hay cha cha cha (“Moviéndose pa’l litoral”), baladas tangueras que remiten a Piazzolla (“La despedida” y “Perfiles”, en un rico contrapunto con el bandoneón de Nicolás Mora), candombes y milongones (“La encrucijada”, “Plegarias”) y sambas (“Imaginando Rio”, con gran aporte del guitarrista brasileño Gilberto Olivera), fusionados con estructuras y armonías jazzeras. Por sobre las formas, el cubano revela su sólida formación, una colorida paleta de recursos y bellas ideas musicales.
Título: El cielo en la ventana (Ayuí)
Autor: Darío Iglesias
Es otro de los cantautores camuflados en la escena uruguaya que sufren las pequeñas dimensiones locales de los públicos interesados, esos que siguen a un artista en su evolución y proyección hasta que alcanza la madurez. Luego de “Espejismos” y “Souvenirs”, este cancionista que araña los 40 se afianza en la canción testimonial con un evidente talento para navegar en ese pop autóctono reconocible en las baladas desgarradas de Darnauchans, en el ska guitarrero del Galemire de los 80, en el Cabrera eléctrico de “Buzos azules” y “Autoblues”. Emparentadas con las de Alejandro Ferradás y Walter Bordoni, las canciones de Iglesias suenan rotundamemente montevideanas, con todo lo bueno y malo que se le quiera atribuir a esa condición. Contribuye decisivamente el talentoso guitarrista Santiago Montoro para construir un trabajo compacto, con buenos temas como “La balada de las noches largas”, “Como un adicto”, “Hawaii” y “Gotas en el mar”, con una inspirada letra de Eduardo Rivero.
Título: Searching for Sugar Man (Sony)
Autor: Sixto Rodríguez
Banda sonora del documental escrito, montado y dirigido por Malik Bendjelloul, premiado con un Oscar en 2012, donde se rescata la figura de Sixto Rodríguez, un músico norteamericano que permaneció durante más de 40 años en el olvido, con excepción de la juventud rebelde sudafricana, que era fanática de sus dos únicos discos editados a principios de los 70: “Cold Fact” y “Coming from Reality”. Rodríguez, un poeta del rock, nos brinda un sonido lírico de finos arreglos y con un distinguido sabor a décadas pasadas. Este disco compendia sus mejores canciones, como “Sugar Man”, “I Wonder”, “Inner City Blues” y “Cause”. El compositor, guitarrista y cantante nos habla de calles perdidas y ciudades dormidas en la nieve, de quien pierde su trabajo dos semanas antes de Navidad y de funerales de motoqueros. Renacimiento de una figura, ahora de culto.
Título: Lightning Bolt (Monkeywrench Records)
Autor: Pearl Jam
El martes 15 salió a luz en formato físico y digital el décimo disco de estudio de estos progenitores del grunge, convertidos hoy en uno de los grupos más vendedores de discos y de tiques del planeta. Curiosamente, el CD fue bautizado como una marca de ropa para adolescentes muy popular por esta parte del mundo justo cuando los de Eddie Vedder junto a Nirvana y unos cuantos desprolijos más sacudían la industria musical desde la inóspita Seattle. Como en el antecesor “Backspacer” (2009), esta docena de nuevos temas combina la fibrosa garra guitarrera de Stone Gossard y Mike McCready —quizá la mejor dupla de las seis cuerdas en el rock del último cuarto de siglo—, en “My Father’s Son”, “Gataway” y “Lightning Bolt” con la tendencia introspectiva que Vedder ha plasmado en sus incursiones solistas, más afín a tiempos lentos y atmósferas espesas (“Pendulum”, “Sirens”, “Infalible”) con las inquietudes típicas de gente que araña los 50 años, que sacó el pie del acelerador y bajó dos cambios. Como es cada vez más habitual, la banda permitió la escucha del disco completo en streaming, con buen resultado, ya que alcanzaron de inmediato el número Uno.