Título: Satélite Cerati (Sony)
Título: Satélite Cerati (Sony)
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáAutor: Gustavo Cerati
El primer álbum póstumo del líder de Soda Stéreo es una recopilación de sus colaboraciones en discos ajenos en su etapa solista, posterior a la separación de la banda, entre 1998 y 2009. En estas 14 canciones a dúo brillan las dos grabadas con Luis Alberto Spinetta (la hermosa Té para tres, de Cerati, y la formidable balada funky Bajan, del Flaco, ambas en vivo con las voces aterciopeladas de los dos cantantes fallecidos). La placa comienza con Tráeme la noche, una intensa versión castellanizada de esa gema del pop británico llamada Bring On The Night, de The Police, grabada junto al exguitarrista de los británicos, Andy Summers, y el baterista Vinnie Colaiuta, para un disco tributo a Police. Otra presencia importante es Mercedes Sosa, en Zona de promesas, también de Cerati, grabada en el disco Cantora, el testamento de la tucumana. Del uruguayo Fernando Santullo está El mareo, el tema grabado por el ex-Soda con Bajofondo en el disco Mar dulce. Fabiana Cantilo protagoniza uno de los momentos más bellos de la placa, la formidable suite rockera Eiti Leda, de Serú Girán. Otro punto alto es la balada 19, de Emmanuel Horvilleur, en la grabación original, con Cerati como invitado. Los Durabeat se despachan con una estupenda versión guitarrera de I’m losing You, con Cerati haciendo la voz de Lennon, a la altura de las circunstancias.
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Título: Y así será (ind.)
Autor: Carlos Gómez
Desde hace mucho tiempo acompaña en las seis cuerdas a cantantes como Gabriela Morgare o Daniel Magnone. Pero ahora ha decidido revelar ese cálido tono de voz que recuerda bastante a Chico Buarque. El guitarrista Carlos Gómez sale del segundo plano y se pone el traje de cantautor. Y le queda muy bien. En su primer disco como solista presenta una decena de canciones que recorren paisajes folclóricos (Y así será, En cada voz), tangueros (Vendabal) y baladísticos (Soles y duendes, Tonada insomne). Y se rodea de voces amigas como las de Vera Sienra, Erika Büsch, Gabriela Morgare, Colomba Biasco y Natalia Bolani y de instrumentistas de primera como Gustavo Di Landro (acordeón), Valentina Estol (Flauta traversa), Eduardo Vila (bajo) y Juan Rodríguez (cello) para construir orquestaciones refinadas como en Hay, un derroche de optimismo en plan Si me voy antes que vos. La tonada jazzera Soledad es la mejor excusa para alivianar las penas con el saxo de Gustavo Villalba..-
Título: El encanto (Bizarro)
Autor: Boomerang
El cuarto disco de estudio de la banda de pop-rock uruguaya es, sin vueltas, el mejor de sus más de 15 años de carrera. Por las canciones de Gonzalo Zipitría y Luis Angelero, por la madurez vocal de Zipitría y por la sonoridad, uniforme y coherente, lograda por los músicos y el productor Pablo Iglesias, en esta decena de piezas. Se trata de un disco menos bailable que el anterior y por eso más interesante desde lo tímbrico, con un planteo de guitarras más elaborado y con un aroma vintage (un acierto los colchones de Hammond en Tu sombra y de Harpsichord en Un poco mejor) atractivo y seductor. Arranca Equivocado o Tu sombra y el oído dice: “me interesa, seguí”. Lo mismo con los acordes iniciales de piano en la balada Quien, otro tema que induce al trance. Como el trap, pero con mucho mejor onda que los caribeños de musculosa blanca y collares dorados. Estas canciones hipnóticas de tempo medio como Un poco mejor vuelven a este disco ideal para un concierto en una sala mediana como la Balzo, para ver bien de cerca, tal como sucedió en la reciente presentación. Mención aparte para Vigilia, con la voz desdoblada de Fernando Cabrera (armoniza con la suya propia), pero que sin embargo, no termina de ensamblarse en forma óptima con el entorno sonoro planteado. De los pocos momentos disonantes de El encanto, que vuelve para cerrar con todo el punch en Como lo imaginé y No llores por mí.
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Título: Where The River Goes (ECM)
Autor: Wolfgang Muthspiel
Bienvenidos al jazz europeo, climático y paisajístico, esta vez de la mano del guitarrista austríaco de 53 años Wolfgang Muthspiel. Grabado en febrero de 2018, este disco producido por Manfred Eicher tiene un quinteto de estrellas: además de Muthspiel (autor de seis temas) están Brad Mehldau en piano (autor de un tema), el trompetista Ambrose Akinmusire, el contrabajista Larry Grenadier y el baterista Eric Harland. La propuesta es, antes que el lucimiento de los solistas, un sonido delicado e integral que podría ser el correlato de cualquier viaje en el que uno se deja llevar por lo que ocurre al otro lado de la ventana.
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Título: Elusive Beauty (Connector)
Autor: Sebastián Schunke y Diego Piñera
El piano y las composiciones son del alemán Sebastian Schunke y la batería, del uruguayo Diego Piñera, un virtuoso de los parches radicado en Berlín, con cuatro discos como solista (ver Búsqueda Nº 1.869). Con vocación experimental y ecléctica, Schunke propone un viaje por tierras extrañas, entre la música contemporánea y el latin jazz. Vestidas con clarinetes, cellos y violas, estas siete músicas pueden sonar un tanto abstractas. Pero una vez asimilado el código, la sofisticación rítmica y armónica da paso a una peculiar narrativa y transforma esta suite instrumental en una montaña rusa para los tímpanos.
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Título: Cruzar la noche (Bizarro)
Autor: El Astillero
Dos años atrás, Garo Arakelian (La Trampa), Diego Presa (Buceo Invisible) y Gonzalo Deniz (Franny Glass, Mersey), se juntaron a tocar en formato fogón (tres voces y tres guitarras). Sesiones, el primer disco de El Astillero, reúne versiones de temas propios, despojados de ropajes, reducidos a su esencia. Cruzar la noche, su sucesor, reúne 12 temas originales, con letra y música de los tres. La instrumentación es la misma pero ha crecido la puesta en escena sonora. Si el primero traía la espontaneidad y frescura de la grabación en vivo, el segundo transmite una mayor espesura, con arreglos guitarrísticos y corales más sutiles y mejor elaborados. Virtud evidente desde el tema uno, que da nombre al álbum. La vocación narrativa de las letras es propia de los tres artistas, pero esa austeridad sonora remite especialmente a Un mundo sin Gloria, el hasta ahora único disco solista de Arakelián. Un cuento hecho canción como Camiones, cantada por Garo, en el que un habitante de las rutas anuncia su llegada a casa, o la confesional Campo abierto podrían pertenecer a aquel disco. O Miranos, el momento más Dino del disco. La milonga El sol en el invierno y la balada coheniana La canción será aportan esa balanceada mezcla de melancolía y belleza que espera a los rockeros cuando doblan el codo de los cuarenta. Ahora sé lo que quiero/ pero no lo quiero ahora, canta Deniz en La luz dorada; vaya némesis del lema punk de Sumo No sé lo que quiero/ pero lo quiero ya. Y la evidente impronta onettiana, materializada desde el instante bautismal del trío, regresa en Los adioses, candombe con aires country, en el que Presa canta en el medio del camino, entre lo que ha quedado atrás y las promesas que aparecen en el horizonte.
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Título: Raise Vibration (BMG)
Autor: Lenny Kravitz
Se encuentra en estado de gracia y hay que disfrutarlo. Su nuevo disco, el 11º de su carrera, es lo mejor que ha realizado en mucho tiempo. A cuatro años del olvidable Strut estas 12 canciones reflejan una formidable redención creativa que necesitábamos para seguir creyendo en él. Un disco lleno de funk, blues, rock y soul, en el que, como es costumbre, toca la mayoría de los instrumentos solo acompañado por su fiel guitarrista, Craig Ross. Puntos altos, muchos. Desde la sutil y seductora Low, con la voz de Michael Jackson, y de lo mejor del álbum, pasando por exquisiteces como It’s Enough, Ride y las baladas Here to Love y Johnny Cash (pese a su nombre, dedicada a su difunta madre). A los 54 años, Kravitz no está para perder el tiempo en preocuparse si lo que hace está de moda, o si continúa “currando” con viejos sonidos. Rise Vibration es una invitación a vibrar de nuevo con sus melodías y a dejarse llevar por el mejor groove del planeta. Con suerte, en 2019 lo tendremos en la región para comprobarlo personalmente.
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Título: Sleepwalking (Lil’ Chief Records)
Autor: Jonathan Bree
La carrera del cantante, compositor y productor discográfico neozelandés Jonathan Bree, exmiembro del dúo de indie pop The Brunettes (se recomienda Paper Dolls, último disco antes de la disolución) parece seguir un patrón piramidal: cada álbum se construye a partir de lo que dejó el anterior. Hipnótico y ominoso, elegante y sombrío, el sonido de Sleepwalking parece una amplificación del sofisticado A Little Night Music, que a su vez recogía los avances del chamber pop de The Primrose Path. Con observaciones (a veces irónicas, a veces cínicas, a veces amables) sobre las relaciones interpersonales, los vínculos amorosos entre “monos sofisticados”, el disco se inicia con la sencilla y a la vez compleja pieza que le da título y cierra con un canto muy mala onda impecablemente orquestado y titulado lisa y llanamente Fuck it.