A pedido de la defensa de Calloia, en manos del abogado Gonzalo Fernández, él, Lorenzo y otros funcionarios del banco fueron interrogados en las últimas semanas por la Justicia. Tras el procesamiento sin prisión de los dos ex jerarcas en 2013, la defensa de Calloia apeló la decisión, que fue primero revocada por un Tribunal de Apelaciones pero luego confirmada por la Corte. Al volver el expediente al juzgado para que continuaran las indagatorias, Fernández solicitó citar nuevamente a declarar a varios de los involucrados y testigos para insistir en la defensa de su cliente. Entre ellos citó al ex presidente José Mujica.
De acuerdo con el expediente del caso, al que accedió Búsqueda, el pasado 14 de setiembre la jueza María Helena Mainard y la fiscal María de los Ángeles Camiño interrogaron a Calloia sobre si después del remate de los aviones se reunión con López Mena, y por qué motivo.
Calloia dijo que se reunió “varias veces” con el empresario. “No podría recordar todas, pero sí algunas”, afirmó. “Algunas de ellas estaban vinculadas a su solicitud de que colaborara con el gobierno para que se le adjudicaran los aviones. Demostraba un interés creciente en utilizar los aviones para una estrategia comercial que él había definido”.
A continuación se refirió a una reunión que tenía “muy presente”. “En ese entonces yo era presidente de la Asociación Latinoamericana de Bancos y estaba dando una charla en Buenos Aires, y recibo la llamada de López Mena, muy nervioso, queriendo hablar conmigo. Le dije que estaba en Buenos Aires, me dijo que él también, así que nos reunimos en el hotel. Fue para comunicarme que había acordado con sus abogados declararse testigo arrepentido a cambio de no ir preso, fue exactamente el 12 de octubre de 2012. Él afirmaba que le había mentido a todo el mundo” y temía que “esa actitud que había tomado tuviese consecuencias penales”, relató Calloia.
La figura del “testigo arrepentido”, como se la denomina en el Derecho argentino, implica que la persona coopera con la Justicia a cambio de ciertos beneficios. En Uruguay se conoce como “colaborador”.
“Aval perfecto”.
Tras tomar la decisión de cerrar Pluna, el gobierno se vio obligado a buscar interesados en comprar los aviones y de esa manera cubrir parte de las deudas que habían quedado. El candidato natural era López Mena, que por esos días intentaba consolidar su aerolínea BQB, pero no mostraba interés en la operación y, ante la ausencia de potenciales compradores, el gobierno debió postergar la subasta prevista para setiembre de 2012.
“Puede haber otros aviones más baratos y mejores”, declaró a la prensa en julio de ese año López Mena.
En octubre finalmente se realizó la subasta y el representante de la aerolínea española Cosmo, que se presentó como Antonio Sánchez, fue el único oferente y, por ende, el ganador. Apenas unos días más tarde El Espectador dio a conocer su vínculo con López Mena. Su nombre completo era Hernán Antonio Calvo Sánchez, había trabajado para Buquebus y hasta era padrino de dos nietos del empresario naviero.
A partir de entonces las cosas solo se enredaron más: un almuerzo de Lorenzo con López Mena y Calvo Sánchez a días de la subasta, el anuncio de BQB de que estaba negociando para que los aviones quedaran en Uruguay y luego el de Cosmo informando que no compraría los aviones por el “ruido mediático” que se había generado.
Para complicar más la historia, en marzo de 2013 varios medios informaron que el BROU cobraría los U$S 13,6 millones del aval que había otorgado a Cosmo. Pero quien los pagaría no sería la empresa española ni la compañía argentina Boston Seguros —de la que Cosmo había presentado una póliza— sino López Mena.
No obstante, el empresario había anunciado que dejaría de pagar el aval si la Suprema Corte de Justicia declaraba inconstitucional la ley que creó el fideicomiso por el que se habían subastado los aviones, contra la cual se habían presentado varios recursos. Eso sucedió, pero el anuncio de López Mena quedó en un amague y siguió pagando las cuotas.
“El aval perfecto es el que se cobra. Calloia tenía razón; el aval era perfecto, lo tienen que repetir toda la mañana como una prenda”, dijo en Radio Sarandí Calloia, que en más de una oportunidad había asegurado que López Mena había tramitado directamente el aval para Cosmo.
¿Mujica responsable?
Como parte de su estrategia, la defensa de Calloia insistió en que el banquero había facilitado los trámites para otorgar el aval a Cosmo porque así se lo había pedido Lorenzo en nombre del Poder Ejecutivo. Por eso, Fernández pidió que se citara a Mujica, quien a su juicio había realizado “profusas declaraciones” haciéndose responsable de los hechos.
Sin embargo, en su respuesta a la Justicia, Mujica afirmó que dio “lineamientos generales a los efectos de solucionar el tema” y negó haber estado al tanto de que Lorenzo le había transmitido a Calloia la necesidad de facilitar el otorgamiento del aval bancario para que no fracasara la subasta de los aviones
En sus declaraciones, los jerarcas procesados no nombraron directamente a Mujica, pero afirmaron que el gobierno estaba al tanto de las gestiones.
“Mi contacto institucional con el BROU siempre lo realicé a través del presidente Calloia”, dijo Lorenzo en su comparecencia el viernes 7 de octubre. “Cuando me comuniqué con él con el propósito de pedirle el mayor de los esfuerzos de parte del BROU para facilitar la participación de oferentes en la subasta (…) hice ese contacto en términos institucionales, y en ningún caso a título personal de mi parte”, afirmó.
Consultado sobre si manifestó un interés personal o de todo el gobierno nacional, Lorenzo dijo que fue “claro y preciso respecto a que me estaba comunicando con él en nombre del gobierno, en nombre del Poder Ejecutivo”. También dijo que la preocupación porque no se frustrara por segunda vez el remate de los aviones y “todo lo referente a la solución del problema planteado ante el cierre de la empresa Pluna” fue “compartido, discutido y definido en el Poder Ejecutivo”.
Calloia, por su parte, dijo que Lorenzo lo llamó y le pidió que realizara “todos los esfuerzos posibles para la emisión del aval de matenimiento de oferta a la empresa que estaba presentando el Sr. López Mena, y que detrás de ese pedido estaba el respaldo personal e institucional de él”.
Consultado sobre si Lorenzo le comunicó un interés personal en la emisión del aval, Calloia dijo que le transmitió “el interés ministerial a partir de un interés del gobierno como un todo”, y agregó: “No me hablaba en términos ‘yo quiero’; el gobierno estaba interesado de que existiera la mayor cantidad de oferentes posibles”.
Respecto a si el banco hubiera emitido el aval sin la participación de López Mena en el trámite, Calloia dijo que su presencia, o la de algún empresario de un porte económico similar, había sido “un elemento fundamental a la hora de la concesión”, debido a las “limitaciones en materia de información” con la que contaban.
“¿Se puede inferir que hasta el día de la entrega del aval al presidente de Cosmo, quien comparecía ante el BROU para hacer la tramitación del mismo era el Sr. López Mena?”, preguntaron en el juzgado a Calloia. “Totalmente”, respondió. Preguntaron a continuación si era creíble que el empresario afirmara que “no sabía cómo se llamaba la empresa a la cual le estaba tramitando el aval”.
“Los comentarios de López Mena son obtenidos de la declaración en este juzgado”, dijo Calloia. “Fuera del mismo, en el período que transcurre entre el 1º y el 31 de octubre, donde mantuve una serie de conversaciones con él respecto al remate, no solo se mostró interesado en resolver temas pendientes en la carpeta de Cosmo, sino que permanentemente estuvo interesado en que la negociación de los aviones de la ex Pluna terminaran siendo administrados o gestionados por su empresa”, agregó.
Información Nacional
2016-10-13T00:00:00
2016-10-13T00:00:00