En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
MSP busca “revertir” desigualdades en el tratamiento del ACV entre la salud pública y la privada y Montevideo e interior
La pandemia atrasó la iniciativa de hablar sobre el accidente cerebrovascular en escuelas y liceos, pero ya están diseñados los programas y comenzarán “en breve”
La unidad especializada en ACV del Hospital de Clínicas atiende entre 130 y 150 pacientes por año. Foto: Nicolás Garrido / Búsqueda
Fumar, tomar alcohol, consumir azúcar y sal en exceso, llevar una vida sedentaria. Si bien se conoce que esos no son hábitos saludables en términos generales, poco se habla de que son factores de riesgo en el desarrollo de la segunda causa individual de muerte en Uruguay: el ataque cerebrovascular (ACV). Entre cinco y seis uruguayos por día mueren todos los años por esa causa. Para reducir esas cifras, el Ministerio de Salud Pública (MSP) empezó a trabajar el año pasado en el diseño de un plan de diagnóstico temprano, tratamiento y rehabilitación del ACV.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En diciembre, el ministerio dispuso a través de una ordenanza la creación de un Grupo Técnico Asesor para el Seguimiento del Plan Nacional de ACV, dirigido por el ministro Daniel Salinas e integrado, entre otros, por el director del Programa de Salud Cerebral del MSP, Ignacio Amorín. Además, en la misma ordenanza se incluyó una convocatoria a prestadores de salud públicos y privados que estuvieran interesados en constituirse en servicios de tratamiento avanzado del ACV.
Para tratar un ACV y evitar discapacidades permanentes existen dos mecanismos. Desde que el paciente presenta los primeros síntomas, los equipos de salud disponen de entre cuatro y cinco horas para realizar una trombólisis sistémica: un procedimiento mediante el que se administra un fármaco por vía intravenosa para desobstruir la arteria. Se estima que entre el 10% y el 25% de los ACV son pasibles de este tratamiento. Otra opción es la trombectomía mecánica, que puede aplicarse en un plazo algo mayor: entre seis y ocho horas de iniciados los síntomas. Es una técnica de neurointervencionismo que consiste en extraer mecánicamente el coagulo que está causando la oclusión arterial que provoca el ACV. Se estima que esta técnica es aplicable a entre 5% y 10% de los ACV.
Ambos tratamientos están incluidos en el plan del MSP. Se prevé mejorar el tratamiento con trombolíticos, y para ello se está “mejorando la formación y los mecanismos de financiación”, sobre todo en el interior, dijo Amorín a Búsqueda. La trombectomía, que es el tratamiento más costoso, será incluida dentro de los mecanismos de financiación del Fondo Nacional de Recursos a partir del año que viene, según un decreto que ya está firmado y aprobado desde 2020.
Para realizar la trombectomía mecánica se necesita un angiógrafo adaptado para procedimientos neurológicos y un especialista en neurointervención. Según pudo averiguar Búsqueda, en el ámbito privado y en Montevideo los centros que cumplen esos requisitos son la Asociación Española, Casa de Galicia, el Sanatorio Americano y la Médica Uruguaya. En el interior, el Centro Médico de Salto también cumpliría con esas condiciones. En salud pública, en Montevideo el Hospital de Clínicas y el Maciel cuentan con angiógrafos de última generación. En el interior, el único disponible y en funcionamiento está en el Hospital de Tacuarembó.
“Es mucho peor el control de los factores de riesgo vascular en la población hospitalaria que en el sector privado”, dijo Amorín. “Esa situación la tenemos que revertir”, agregó. Como ejemplo mencionó un estudio de un neurólogo de Cerro Largo que analizó la atención de los ACV en hospitales y mutualistas y descubrió que en los primeros se atendían 231 casos cada 100.000 habitantes y en las segundas apenas 100. Amorín lo atribuyó a que “la gente en el sector público, en el interior y en los niveles socioeconómicos deficitarios, controla peor el tema hipertensión, diabetes y tabaquismo”.
“Ahí tenemos una necesidad importante, y por eso vamos a trabajar mucho en este tema: mejor control de los factores de riesgo vascular en esa población”, dijo.
Desde el MSP también se está trabajando en el diseño de iniciativas de prevención y concientización, en la vía pública, en medios y en algunos ámbitos específicos como el sistema educativo. El director del Departamento de Salud Cerebral del MSP contó a Búsqueda que su equipo ha mantenido contacto con el presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública y con otras autoridades educativas para poder tratar el tema del ACV en escuelas y liceos. “La verdad es que ahí la pandemia nos jugó una mala pasada y nos atrasó un poquito en esa planificación, pero creemos que en breve la vamos a tener plasmada, porque ya tenemos organizados los programas, los docentes, etcétera”, dijo Amorín.
Hospital de Clínicas. Foto: Javier Calvelo/ adhocFOTOS
Rehabilitar
En el Hospital de Clínicas existe una unidad específica de ACV desde 2007, donde se atienden por año unos 150 pacientes y se realizan entre 30 y 40 trombólisis sistémicas. Además, en los últimos tres años también se han hecho trombectomías mecánicas. Pero, según Cristina Vázquez, neuróloga y miembro de la unidad de ACV del Hospital de Clínicas, “no alcanza” con esos procedimientos, sino que “tiene que haber políticas de control de factores de riesgo, tabaquismo, hipertensión, diabetes, colesterol”.
“Tiene que haber unidades de ACV para el tratamiento en agudo y tiene que haber un proceso de rehabilitación, porque una vez que vos lográs destapar un vaso en el ACV no se termina ahí el problema. El paciente queda muchas veces con una serie de discapacidades motoras en el lenguaje que vos tenés que rehabilitar, de manera que me parece que hay que tener la concepción de ese proceso asistencial, y no de un solo hecho, como si eso fuera milagroso y solucionara el problema”, dijo Vázquez. En este sentido, coincidió con Amorín en que el tratamiento del ACV en Uruguay es “muy desparejo” y existe “una gran desigualdad, sobre todo entre Montevideo e interior, pero dentro de Montevideo también”.
En el transcurso de la pandemia, en la unidad especializada en ACV del Hospital de Clínicas no se notó una disminución en los tratamientos. El año pasado cerró con un nivel de ingresos y tratamientos similar al de años anteriores: entre 130 y 150 en promedio. Pero sí se notó un impacto en el proceso de rehabilitación enfocado en la disminución de la discapacidad. Ese impacto estuvo determinado por la suspensión de la atención médica presencial.
Las cifras de ACV en Uruguay están dentro del promedio de América Latina y también de Europa. En el mundo, desde la década de 1970 la mortalidad por esa afección cerebral registra una tendencia a la baja, de la que Uruguay no es ajena. El objetivo del MSP es que esa tendencia se sostenga, pero también hay un desafío mayor: “Bajar fuertemente la discapacidad que generan los ACV”, dijo Amorín. Para ello son fundamentales las trombólisis y trombectomías, tratamientos que, de poder aplicarse en todos los casos necesarios, disminuirían la discapacidad en 30%, según las estimaciones del ministerio basadas en las tendencias mundiales. “Eso es costo-efectivo, como se dice en medicina. Si bien son técnicas onerosas, en el largo plazo nosotros le sacamos discapacidad a un paciente y el Estado gasta menos dinero porque gasta menos en pensiones y en la asistencia de las discapacidades con las que queda la persona”, explicó el director del Programa de Salud Cerebral.
Los ACV son el problema de salud que provoca más “años de vida saludable” perdidos. Se trata de un índice que se conoce como Avisa y que se usa en el ámbito de la gestión de la salud para referirse a las secuelas y discapacidades que deja una enfermedad. Según Amorín, un tercio de las personas que padecen un ACV fallecen. Pero, de los que logran sobrevivir, otro tercio queda con discapacidades que les impiden llevar una vida autónoma. La suma de los años en los que la persona vive tras un ACV con discapacidad más los años de vida perdidos por mortalidad precoz son lo que determinan el índice Avisa.
En la actualidad, el Hospital de Clínicas es la única institución de salud en Uruguay que cuenta con una guardia neurológica interna las 24 horas del día durante todo el año. Las estimaciones médicas en el mundo indican que un centro de salud necesita una cama de ACV cada 100.000 usuarios para poder hacer frente al problema. La unidad especializada del Clínicas cuenta con cuatro camas destinadas a unos 400.000 usuarios de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). “Lo que pretendemos es agregar un par de camas más, es decir, generar una unidad de ACV de seis camas, y eso nos daría la oportunidad de además cubrir los cerca de 200.000 usuarios de ASSE de Canelones, de manera que el hospital concentre la atención del ACV de todos los usuarios del subsector público de Montevideo y Canelones”, anunció Vázquez.