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El Partido Nacional hizo un enroque para intentar descomprimir la situación en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), donde las directoras de la coalición de gobierno no lograban superar sus diferencias y trabajar de forma coordinada. La presidenta del instituto, la cabildante Rosanna de Olivera, mantuvo su lugar. Pero la nacionalista Sandra Etcheverry pasó a la Secretaría de Derechos Humanos, dependiente de la Presidencia, y sustituyó a su correligionaria Rosario Pérez, quien ocupó su lugar en el Inisa.
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El movimiento logró que el Inisa ya no fuera un foco de discusión constante. Sin embargo, los problemas comenzaron en la Secretaría de Derechos Humanos. Es que a poco de su llegada y tras anunciar que daría “continuidad” a la gestión, Etcheverry resolvió cesar a algunos funcionarios, varios de ellos militantes blancos designados por su antecesora Pérez, dijeron a Búsqueda fuentes del gobierno. Otros funcionarios resolvieron irse por no compartir el estilo de conducción de la nueva jerarca.
La situación causó malestar en la interna del Partido Nacional, según relataron los informantes. Allegados a Pérez plantearon sus reparos y aseguraron que fueron “rencillas políticas y sectoriales” las que motivaron la decisión de sustituir a funcionarios que militan en la corriente Por la Patria, liderada por el senador Jorge Gandini, y en la lista 40 del ministro de Defensa, Javier García.
Etcheverry perteneció a Alianza Nacional —sector que dirigió desde su fundación el fallecido senador y ministro del Interior Jorge Larrañaga— y compartió militancia con Gandini. Luego, el actual senador conformó su propio espacio y Etcheverry pasó a integrar filas del sector 404, del presidente Luis Lacalle Pou.
La dependencia de Presidencia cuenta actualmente con unos 12 funcionarios, que en su mayoría son trabajadores contratados en otras dependencias del Estado y están allí como pases en comisión. Dos profesionales decidieron acompañar a Pérez al Inisa; otros dos fueron trasladados a la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente; otra funcionaria fue cesada y pasó a la Universidad de la República, y una se fue a Jurídica de Presidencia, entre otras situaciones.
En lugar de los siete funcionarios que fueron derivados a otras dependencias, Etcheverry incorporó personal que forma parte de su equipo de trabajo, quienes la acompañaron tanto en Inisa como en su anterior función en la Corte Electoral.
En diálogo con Búsqueda Etcheverry reconoció que realizó cambios en su equipo de trabajo y aseguró que “de ninguna manera” corresponde a “cuestiones sectoriales”. La titular de la Secretaría de Derechos Humanos afirmó que parte del personal que dejó sus funciones allí lo hizo por decisiones propias, como por ejemplo acompañar a su antecesora al Inisa. Y aclaró que está “en su derecho” de rodearse del personal que considera de su confianza para darle su “impronta” a la conducción.
En este sentido, la jerarca mencionó que está trabajando en la incorporación de algunos cambios para el Plan Nacional de Acción en Derechos Humanos que se inició a mediados de 2021, aunque no especificó en qué áreas. Por último, enfatizó que a ella personalmente nadie le transmitió malestar por sus decisiones.
El paso de Etcheverry por el Inisa fue turbulento. Desde que comenzó el gobierno, ella y De Olivera votaron divididas en varias ocasiones, por lo que la directora por el Frente Amplio, Andrea Venosa, tuvo un rol protagónico inesperado en la toma de decisiones. Etcheverry planteó en la interna del Partido Nacional que Cabildo Abierto quería poner “la bota encima”, lo que desató críticas de senadores cabildantes. Además, la directora blanca fue denunciada por acoso laboral por una funcionaria.
El Ministerio de Desarrollo Social (Mides), tanto bajo la administración de Pablo Bartol como en la actual, de Martín Lema, puso la lupa sobre el conflicto interno en el Inisa. Al punto que estableció un seguimiento formal con reportes periódicos a jerarcas del ministerio para evaluar el tenor del relacionamiento entre las directoras. En ese clima transcurrió el año y medio de gestión en el Inisa, hasta que tras varios intercambios entre autoridades del Poder Ejecutivo y legisladores de la coalición se acordó en enero la salida de Etcheverry del instituto.