El pronunciamiento de la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep) que señaló como inconveniente que el presidente Tabaré Vázquez mantuviera como empleado a su consuegro, generó malestar en parte de su gabinete.
El pronunciamiento de la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep) que señaló como inconveniente que el presidente Tabaré Vázquez mantuviera como empleado a su consuegro, generó malestar en parte de su gabinete.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáDistintas fuentes oficiales afirmaron a Búsqueda que algunos ministros se vieron “muy sorprendidos” por la recomendación de la Jutep y consideran que el órgano “se extralimitó” en sus funciones al aconsejar a Vázquez que cesara a Enrique Estévez como su chofer.
Por su parte, el presidente Vázquez declaró a Búsqueda que, durante el Consejo de Ministros del lunes 12 en el que se abordó el tema, dio “exclusivamente un informe de lo sucedido” a todo su gabinete.
La recomendación de la Jutep —también conocida como Junta Anticorrupción— fue examinada por la Presidencia de la República en una resolución fechada el viernes 8, donde se dio por finalizado el vínculo de Estévez con el Servicio de Seguridad Presidencial. Allí, Presidencia indica que “no comprende a cabalidad y pese al esfuerzo realizado” la omisión de la Jutep en responder si existía algún cuestionamiento ético a que el padre de la mujer de uno de los hijos de Vázquez fuera su chofer. “El marco jurídico acuerda al órgano la competencia de hacerlo, no pudiendo excusarse”, objeta a la Jutep, a la vez que agrega que en la recomendación al presidente hay una “evidente contradicción”.
El caso se había iniciado luego de que a fines de febrero El Observador informara que el consuegro de Vázquez integraba desde 2015 la seguridad presidencial. Pocos días después, Presidencia envió una nota a la Jutep solicitándole una “opinión técnica acerca de si existía algún reparo constitucional, legal o reglamentario que se pudiera formular” sobre ese vínculo laboral, así como un “eventual cuestionamiento de orden ético”. Sin pronunciarse sobre lo ético, el órgano respondió el 1º y el 7 de marzo que no había reparos constitucionales, legales o reglamentarios, pero que no creía conveniente que Estévez siguiera en su cargo por “la sensibilidad existente en la ciudadanía en estos temas”.
Este pronunciamiento sobre el consuegro del mandatario se suma a otros de relevancia pública que la Jutep ha tomado en poco más de un año, cuando sus tres nuevos integrantes (Ricardo Gil Iribarne, Daniel Borrelli y Matilde Rodríguez Larreta) asumieron con la intención de que el órgano ocupe un papel más importante en el combate a la corrupción. Así lograron hacerlo al actuar de oficio en un proceso contra el ex vicepresidente Raúl Sendic y otro contra el intendente de Soriano, el blanco Agustín Bascou.
“No me gusta nada todo este catereté de corruptelas y moralinas”, se quejó el sábado 10 Ignacio de Posadas, exministro del último gobierno blanco en El País: “Además de la judicialización de la política ahora tendremos la ‘jutepización’. Por encima y por fuera de los mecanismos constitucionales de funcionamiento de la democracia vamos a tener algunas personas erigidas en custodios morales. El episodio del presidente ha puesto en evidencia lo disparatado de todo el planteo”. Su columna fue compartida en Twitter por el intendente frentista de Canelones, Yamandú Orsi. “‘Es muy veleidosa la probidad’, decía Artigas. ¿Será que para afirmarla tenemos que acudir a otros ‘frenos’ que van más allá de la Constitución y las leyes?”, reflexionó el jefe comunal.