El ingeniero está en cuarentena. Coincidió en una reunión con una persona que luego fue diagnosticada con Covid-19. Se siente bien, pero no sale de la casa. Con su computadora prendida todo el día, dedica horas a apoyar a Uruguay ante la falta de respiradores, de manera honoraria. Resulta que en su casa no solo tiene la computadora, también tiene algunos materiales que le permiten hacer pruebas incipientes. Se jacta de tener esos materiales allí y disfruta del logro de haberlos hecho entrar a su hogar a tiempo. Los tenía “de freak nomás”, por amor a la ingeniería, comentó a Búsqueda. Se lamenta de no tener una impresora 3D a su lado, pero dice que no está solo y que llegado el caso una parte del grupo en el que trabaja tiene acceso a una. Comparte sus dudas, sus teorías y sus hallazgos en línea con otros que, al igual que él, trabajan coordinados con el mismo objetivo.
El grupo es extraoficial, no pertenece a ninguna institución en particular, aunque la integran docentes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República (Udelar), de universidades privadas, ingenieros con diferentes especializaciones que trabajan en el sector público y privado, y una veintena de médicos.
Tras consultar a un académico sobre el funcionamiento de este grupo, casi secreto, del que muy pocos integrantes quieren hablar, Búsqueda recibe un mensaje de WhatsApp: “Hay una decisión de la facultad de bajo perfil, para poder trabajar tranquilos. Se trabaja en red, 24 horas, y hay varios grupos más, coordinados en gran parte desde las casas”. El grupo también recibe recomendaciones de uruguayos en el exterior.
El profesor titular Franco Simini, coordinador del Núcleo de Ingeniería Biomédica (NIB, que reúne a las facultades de Medicina e Ingeniería) de la Udelar, no está en su lugar habitual de trabajo, el Hospital de Clínicas. Se ha recluido fuera de la capital y asegura que no ve a nadie y que trabaja 20 horas por día enfocado en solucionar la falta de respiradores que tiene Uruguay.
“Esta es una guerra” y “nos vamos a encontrar con una falta de ventiladores (respiradores)”, afirmó Simini. “Aquí cada uno está aportando ‘su granito de arena’”, destacó quien se encarga de investigar y desarrollar equipos biomédicos desde el NIB. Estima el grupo en unos 100 ingenieros y 20 clínicos. Las conversaciones venían desde antes pero el viernes 13, con la confirmación de los primeros casos, se inició el grupo. “Fue fulmíneo, rapidísimo”, aseguró.
El foco del trabajo de estos ingenieros y médicos está puesto en solucionar la carencia de respiradores. La cantidad de respiradores actualmente funcionando ronda los 530, con un tasa de ocupación del 80%, lo que implica que quedan unos 130 para afrontar la crisis sanitaria, según los números que maneja el grupo.
Además, hay nueve respiradores rotos en el Hospital Español, uno en una cárcel y hay 23 equipos chinos en manos de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), que no han sido utilizados aún por motivos que se desconocen, según información que maneja el grupo de ingenieros y médicos.
El viernes 13 se diagnosticaron los primeros cuatro casos de Covid-19 en Uruguay y hasta el miércoles la cifra ascendió a 217 confirmados. Los especialistas auguran un crecimiento en el número de casos en las próximas semanas, lo que comenzará a exigirle al sistema de salud el uso de respiradores en todo el país, con el agregado de que la llegada del invierno provoca más demanda.
El MSP compra.
Consultado por este tema, el presidente de la Junta Nacional de Salud, Luis González Machado, informó a Búsqueda que el gobierno dispone de US$ 6,5 millones para la compra de respiradores y monitores, y que se comprarán unos 350. La cantidad definida responde a un relevamiento previo de la cantidad de respiradores disponibles en cada institución de salud.
Los proveedores de respiradores para Uruguay eran países como Argentina, Estados Unidos y Francia, que hoy no cuentan con equipos disponibles por la alta demanda local que tienen debido a la expansión del coronavirus. Realizada la consulta a los proveedores locales, algunos hicieron “promesas” de conseguir estos equipos, pero luego faltaron “certezas” de que pudieran asegurar la llegada de los respiradores en un plazo menor a 45 días, informaron a Búsqueda fuentes de gobierno.
El Ministerio de Salud Pública (MSP) se embarcó entonces en una tarea conjunta con los ministerios de Economía y Relaciones Exteriores para conseguir respiradores. Mediante la Unidad Centralizadora de Adquisiciones (UCA) de Economía comprarán monitores. Además, los tres ministerios tramitan la compra de respiradores que evalúan vendrán desde China o Corea del Sur, en plazo menor a 30 días. Se espera emitir la orden de compra a fines de esta semana o principios de la siguiente. Hubo grandes desafíos técnicos. ¿Qué equipo comprar si no tiene representación local? ¿Y el mantenimiento? ¿Son interoperables con otros elementos que hay en Uruguay? Se les exigió a las marcas proveedores que se registren con un proveedor local y se les pedirá que capaciten personal para su mantenimiento. Además, una comisión técnica está terminando un análisis de la calidad de estos dispositivos, informaron fuentes del MSP.
Otra barrera es el transporte. En caso de ir a buscar los respiradores en un vuelo charter, esto acortaría los tiempos. El gobierno evalúa utilizar el avión Hércules para ir a buscar los respiradores a Asia, según supo Búsqueda.
Todo se ha hecho “ultrarrápido”: un trámite que llevaría unos tres meses no tiene más de una semana de gestión y está a poco de concretarse, destacaron las fuentes del MSP. Respiradores faltan “en el mundo” y son China y Corea del Sur los que ahora están mostrando disponibilidad.
Por último, un grupo numeroso de empresas privadas se han comunicado con el MSP y con ASSE para informarles que han recaudado fondos para adquirir 100 respiradores que estarían llegando al país en unas tres semanas desde China. Desde el MSP ven con buenos ojos esta iniciativa.
Investigación acelerada
Entre los más de 100 profesionales que trabajan coordinados, hay un grupo que se ocupa de conseguir respiradores rotos y repararlos. Otro, de armar respiradores a partir de unos que ya se usan pero que son manuales (Rees o Ambu), con el objetivo de automatizarlos. No sustituirán a los respiradores que actualmente se usan en CTI, pero serán una opción de emergencia si hubiera carencia de los más completos y automáticos.
El grupo se fijó como plazo fines de la semana que viene para tener respiradores armados con diferentes características y definir un diseño final, una vez que se hagan las pruebas necesarias, informó a Búsqueda un ingeniero que lidera uno de estos grupos. Además, este ingeniero integra un grupo internacional de unos 2.000 profesionales que están desarrollando un modelo de respirador que podría servir de inspiración para montar la versión uruguaya. La idea de este grupo es hacerlo con materiales disponibles en plaza. Es algo viable, afirmó.
Hay otro grupo de ingenieros que ya se ocupa de qué variables tomarán en cuenta para poner a prueba el dispositivo una vez que se haya elegido el diseño final. Están desarrollando el equipo que pondrá a prueba el respirador mecánico. Otro grupo analiza la posibilidad de conectar a varias personas con un mismo aparato. Esta es una alternativa que incluso se esta estudiando en Estados Unidos en este momento, en donde hay escasez de respiradores tras la llegada del Covid-19, sobre todo en lugares como Nueva York. Compartir tiene sus riesgos y también desafíos técnicos que los ingenieros buscan sortear. Por ejemplo, colocando válvulas para regular lo que llega a cada paciente.
La cantidad de respiradores actualmente funcionando ronda los 530, con un tasa de ocupación del 80%, lo que implica que quedan unos 130 para afrontar la crisis sanitaria, según los números que maneja el grupo.
También hay otro grupo que se ocupa de buscar financiamiento para los demás grupos, y uno que se ocupa de métodos alternativos de desinfección de los equipos (ultravioleta, ozono y otros) antes de colocárselo a otro paciente.
También evalúan formas de disminuir el tiempo de uso de los ventiladores para que se liberen más rápido y los usen otros pacientes. “Estamos en el límite de la investigación. Son cosas que están siendo discutidas en pro y en contra. Puede ser que en algo nos estemos equivocando. En una situación de guerra hay que buscar el mejor equilibrio con la mejor evidencia para apoyar una acción o no”, explicó Simini.
Hay otro grupo estudiando equipos de protección para los médicos, como vinchas o máscaras. También hay equipos orientados a la búsqueda de proveedores.
Ayer miércoles comenzó a trabajar un nuevo grupo y el lunes estará operativo el primer curso de posgrado de diseño de ventiladores mecánicos para responder a esta “necesidad urgente del país”, dijo Simini. Lo reconocerá la universidad luego, pero hay una “urgencia como académicos que nos lleva a actuar y no esperar”, comentó Simini.
El Consejo Directivo Central de la Udelar aprobó el martes 24 crear tres grupos de trabajo para coordinar las tareas de cara a los desafíos del Covid-19.
La Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) en la última semana lanzó tres llamados relacionados con el Covid-19: para apoyar el desarrollo nacional de kits diagnósticos, para la fabricación nacional de respiradores y para industrias creativas. El lunes publicó el llamado sobre los respiradores y en menos de 24 horas comenzaron a recibir consultas, comentó a Búsqueda Fernando Brum, presidente de la ANII.
Información Nacional
2020-03-26T00:00:00
2020-03-26T00:00:00