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“Una época extraña”, así recuerda el cineasta uruguayo Maximiliano Contenti (39) el contexto del estreno de su película Al morir la matinée, lanzada en cines uruguayos en setiembre de 2020. Las presiones de los distribuidores extranjeros y los festivales internacionales que aceptaron y luego rechazaron la película, junto con los aforos limitados por la pandemia, crearon un mar de incertidumbre alrededor de aquel sangriento terror juvenil ambientado en un cine montevideano de los noventa.
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Pese a los contratiempos, Contenti y su película triunfaron. Al morir la matinée logró encontrar su público en Uruguay; participó en el Festival de Cine de Sitges y hasta se ganó un lugar dentro de las plataformas de streaming estadounidenses y medios especializados en cine fantástico y de terror. En Letterboxd, un foro cinéfilo que promueve las reseñas comunitarias, es una de las películas uruguayas más populares del sitio, junto con La noche de 12 años y Whisky. Para Contenti, Al morir la matinée también significó el fin de una era, motivándolo a embarcarse en la siguiente etapa de su carrera desde otro lugar: España.
En 2021, emigró a Tenerife, en las islas Canarias. Desde entonces, vive en San Miguel de Abona, en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, y compara su nueva ubicación con Villa Serrana. Al tener a su padre, el trompetista Gastón Contenti, instalado en otra región de la isla desde hace más de una década, aprovechó la cercanía geográfica de Tenerife para encontrar nuevas oportunidades profesionales desde Europa.
Sitges, Bilbao y Villagarcía de Arosa: Contenti ingresó en el circuito de festivales cinematográficos de todas las formas posibles en los últimos años, tanto como cineasta invitado, jurado o mero espectador, y poco a poco empezó a priorizar el conocer colegas en el séptimo arte y el cultivo de conexiones en la industria, en lugar de solo ver películas. Tuvo, además, la oportunidad de conocer a algunos viejos valores del cine fantástico, como Joe Dante, director de Gremlins, y Mick Garris, director de Critters y varias adaptaciones en la pantalla de la obra de Stephen King.
“Mi intención era expandir horizontes”, recordó el cineasta en su entrevista con Búsqueda. “En la industria, estar en España significa ser ‘el latino que está más cerca’. No hubo una gran diferencia en cómo trabajo. Estoy alejado de la urbe, más meditativo, algo ermitaño y viajando cuando el trabajo lo demanda. Aunque sea algo ilusionante, se siente que estás más disponible. En la industria cinematográfica hay un marcado eje comunicacional y sabemos dónde está: en el otro hemisferio”.
De regreso
Contenti regresó a Uruguay durante junio para promocionar su más reciente película, el documental Hot Club de Montevideo, que acaba de estrenarse. La película narra la historia de la icónica institución cultural uruguaya homónima, fundada en 1950 por los hermanos José y Francisco Mañosa, como un espacio dedicado exclusivamente al jazz. El club tuvo un impacto significativo en la escena musical nacional y ejerció su influencia en la cultura de este género durante décadas. Gastón Contenti, padre del director, formó parte del club a partir de 1980.
Como proyecto audiovisual, el documental enfrentó varios impedimentos y estuvo en desarrollo durante años. Uno de estos obstáculos fue el fallecimiento, en 2016, de Edgardo Falero, saxofonista apasionado del jazz y “guía histórico” de la película, según describió el cineasta. La partida de Falero detuvo el proyecto durante un año y entre 2017 y 2018, Contenti lo retomó y buscó la financiación necesaria para continuar. Finalmente, recibió el apoyo del FONA (Fondo para el Fomento y Desarrollo de la Producción Audiovisual Nacional), que permitió que la película retomara su curso. El reconocimiento del FONA a la película fue otorgado “por su propósito de rescatar una faceta de la vida e historia musicales de nuestra ciudad de Montevideo a través de una institución que representa parte de la cultura artística de nuestro país y reúne a un particular grupo humano a través de la pasión musical, y por la búsqueda personal del director en su relación personal y familiar con el tema”.
Hot Club de Montevideo cumplió con ese propósito y su director describe el resultado como un trabajo “histórico y emotivo”. Narrado de forma cronológica, con un pie en el presente a raíz del concierto aniversario 70 Años del Hot Club de Montevideo, realizado en el Teatro Solís en 2020, la película presenta entrevistas con antiguos músicos de la institución, quienes van hilando una memoria compartida, por momentos divertidamente contradictoria, con anécdotas y recuerdos de visitas ilustres del lugar, como la del trompetista Louis Armstrong en 1957. También muestra la evolución del club a lo largo de los años, con los cambios que géneros como el rock tuvieron en él.
Contenti, quien fue criado en el mundo del jazz, establece un paralelismo entre esta música y el cine, resaltando la libertad y la comunicación que busca en ambos. Según el director y guionista, el jazz permite a los músicos expresarse y comunicarse de una manera única, al igual que el cine ofrece una forma de emociones diferentes a través de la imagen y el sonido. “Tienen una comunicación más espontánea”, dijo sobre los músicos que integraron el Hot Club. “Es orgánica, pueden ocurrir cosas en cualquier momento. Es un laboratorio. Yo adopté ese camino con las películas”.
En camino
Contenti considera que Hot Club de Montevideo marca un hito en su carrera a diferencia de sus proyectos anteriores. “Es otro tipo de mojón. Algo no tradicional a lo que aparentemente se piensa que me atrae más”.
En los próximos dos años, sin embargo, su carrera como director retomará un camino en la ficción. Tras su mudanza a España, comenzar a trabajar con un agente estadounidense y entablar conexiones con otros directores en la industria, Contenti tiene dos nuevas películas en camino.
La primera se titula The Channeling y en ella explorará la historia de una joven youtuber que investiga a un “gurú new age” que dice comunicarse con extraterrestres. En clave de una película found footage, un estilo de cine que se caracteriza por presentar la historia como si fuera grabada por los propios personajes, la película se filmará en los próximos meses entre Barcelona y otras locaciones de España y contará con la participación de la youtuber Kenya, dueña del canal El Último Videoclub. Además de dirigir, Contenti también actuará en su película, que será una coproducción entre varios países incluido Uruguay.
Para 2024, en tanto, Contenti se encuentra preparando la ficción Webmasters. Ambientada a principios del 2000, “en una Latinoamérica en crisis”, según lo describe su premisa oficial, la historia es protagonizada por un grupo de adolescentes uruguayos y españoles que se hacen llamar “Webmasters” y “descubren un negocio que los hace ganar fortunas a través de Internet”.
En el tintero está, además, una secuela de Al morir la matinée. El tratamiento de la película ya existe, así como la primera parte de su guion. Aunque prefiere reservarse algunos detalles sobre el regreso al universo de su primera película de alcance internacional, Contenti sostiene que el proyecto se adhiere a un espíritu bajo el que se encuentra moldeando toda su carrera: “Las expectativas no me funcionaron. Hay que separar la pasión y el amor por el arte y el cine con el trabajo y la industria. Ya fui así. Te frustrás muy fácil. Hoy voy desarrollando, estoy abierto a que surjan colaboraciones y aprendí a soltar la ‘todología’”.
