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Medicina, como tantas otras, era una profesión dominada por varones. Pero en las últimas décadas el cambio ha sido grande. Ahora el 65% de los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar) son mujeres y ellas empiezan a dominar el mercado laboral. Sin embargo, los cargos altos aún los ocupan los hombres y los derechos por ser madres y profesionales todavía son parte de la lucha.
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De todos modos, hay logros recientes. A partir de febrero, por decisión del Consejo de Salarios, las instituciones de salud privadas están obligadas a contar con salas de lactancia para las médicas, deben cubrir las vacantes cuando ellas están de licencia por maternidad y lactancia y deberán poder regresar luego de dar a luz con las mismas condiciones laborales.
“El papel” hacía falta, comentó a Búsqueda Soledad Iglesias, pediatra, docente grado dos de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República e integrante de la Comisión de Género del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), en referencia al convenio firmado. Es que hay instituciones “pioneras” que cuentan con salas de lactancia, pero muchas otras no.
“Las mujeres quieren hacer valer sus derechos, pero cuesta mucho”, comentó Iglesias. Ahora con un convenio en mano y con el apoyo de la Comisión de Género del SMU las cosas “están cambiando”, aseguró. “Podría escribir un libro de irregularidades en las empresas de salud previo a la firma del acuerdo”, indicó Iglesias. A algunas médicas se les ha dicho que en la institución no existe tiempo remunerado para lactancia, otras deben ordeñarse en el baño sentadas en el water porque no se les provee una sala de lactancia, ejemplificó. También hay casos en que a las médicas no se les acepta que hagan el medio horario por lactancia y se les propone que se tomen licencia sin goce de sueldo hasta que puedan trabajar el horario completo, o que al regresar no se las reintegra con el mismo rol y en las mismas condiciones que antes de dar a luz, añadió.
Diferencias.
Las mujeres médicas ven un mayor impacto de la profesión en su calidad de vida que los hombres. Entre las causas planteadas figuran el multiempleo, la alta carga horaria y la afectación de la vida familiar. “Las mujeres médicas tenemos más dificultades que los hombres en el ejercicio de la profesión. Sin embargo, el 80% de los médicos (hombres y mujeres) están satisfechos con su elección”, informó Iglesias. Los datos surgen de una encuesta realizada en setiembre de 2016 por el Colegio Médico del Uruguay con base en una muestra representativa de sus miembros (6.630 hombres y 8.970 mujeres). Los datos se presentarán durante el evento “Médicas uruguayas hoy, cómo nos desempeñamos en el ejercicio laboral”, que se realizará hoy jueves en el SMU.
Las mayoría de las mujeres concentran su tarea en dos lugares mientras que los hombres lo hacen en tres. Tal vez menos tiempo ocupado en desplazamientos y más dedicado a la familia pueda ser un motivo, evaluó Iglesias. Además, ellas trabajan menos horas: el 40% de los varones trabajan más de 50 horas semanales mientras que el 56% de las mujeres trabajan 42 horas o más.
Convenio.
El documento con fecha del 15 de febrero incluye beneficios vinculados a la maternidad, paternidad, licencias especiales y otras cuestiones de género a los que se comprometen el Ministerio de Trabajo, el Ministerio de Salud Pública (MSP), el SMU y las empresas. Para el sindicato médico, el convenio firmado es un “paso histórico”.
Todas las instituciones de asistencia médica del sector privado deberán contar como mínimo con una sala de lactancia con heladera. Las mujeres tendrán derecho a usar períodos de hasta media hora remunerada por cada cuatro horas de trabajo para amamantar o extraerse leche. Antes era media hora cada seis de trabajo.
Luego de cumplida la etapa del medio horario, la médica volverá a trabajar el horario completo en las mismas condiciones laborales que tenía antes, según el convenio.Además, durante su ausencia, las empresas deberán cubrir el cargo vacante mientras la trabajadora esté de licencia si el servicio así lo requiere. Es que a veces las vacantes no se cubren y se sobrecarga al equipo, lo que generaba problemas en la asistencia, sobre todo en guardias internas de puertas de emergencia.
Una comisión tripartita se encargará del seguimiento para recibir denuncias y fiscalizar que se cumpla lo acordado.
Gremio y academia.
Cada vez son más las mujeres médicas, pero ¿dónde están?, ¿qué cargos ocupan? “Estuvimos analizando datos y las remuneraciones son muy parecidas entre hombres y mujeres que realizan la misma especialidad. El tema es la jerarquía a la que acceden”, dijo Iglesias.
En la Facultad de Medicina de la Universidad de la República hubo una sola decana en su historia, Ana María Ferrari (2002-2006). Hay mayoría de mujeres entre los grados más bajos de docencia, asistentes y profesores adjuntos (grados 1, 2 y 3). En la facultad hay 195 profesores agregados (grados 4) y el 43% son mujeres. Los jefes de las cátedras (grados 5) son 80 y solo 20 son mujeres.
El Departamento Básico de Cirugía de la Facultad de Medicina tiene 16 miembros y solo 4 son mujeres. Ellas ocupan cargos de grado 1 y 2. Las mujeres ingresan cada vez más a las especialidades quirúrgicas. “El problema es cuando hablamos del acceso a jefaturas. Acceden poco. Son muchas más ayudantes quirúrgicas que cirujanas titulares”, comentó Iglesias.
“La edad productiva de la mujer y de ascenso académico se mezcla muchas veces con la edad reproductiva activa. Tenemos que elegir muchas veces. Tener hijos implica una demanda de la familia. La mamá tiene que amamantar y estar ahí”, indicó la pediatra. Opinó que a nivel profesional y en la academia “no se adaptan” a esta realidad e implica “tiempo que a veces la mujer no tiene porque ha que ocuparlo en tiempo como mamá”.
Actualmente en el ejercicio 2015 a 2017, dos mujeres integran el Comité Ejecutivo del SMU, que tiene 14 miembros. Hubo una sola presidenta del SMU en su historia: Graciela Dighiero, que asumió ese cargo en 1989 ante la renuncia del presidente titular.